En la Vicepresidencia de la República no se ha dado ningún caso de corrupción en los últimos meses que deban ser investigados por la Fiscalía General del Estado, pero colaborarán y darán las facilidades para que se aclare un presunto hecho de oferta de tráfico de influencias por el que es investigado Francisco B. A., hijo de la vicepresidenta Verónica Abad Rojas, en un caso llamado Nene.

Este 25 de marzo de 2024, el secretario general de la Vicepresidencia de la República, René Zúñiga Tamayo, decidió hacer una declaración pública para aclarar que en la institución no se ha conocido de irregularidades en la asignación de cargos del nivel jerárquico superior que él conozca.

La afirmación la hizo cuatro días después de la detención y traslado de Francisco B. A., hijo de la segunda mandataria, a la cárcel La Roca de Guayaquil, por aparentemente incurrir en oferta de tráfico de influencias, a partir de una denuncia del excoordinador general de Comunicación de la Vicepresidencia, Rommel P. Ch.

Publicidad

Zúñiga, quien inició funciones en febrero de 2024, aseguró que la Vicepresidencia no es parte procesal y tampoco ha tenido acceso a la denuncia o al caso que investiga la Fiscalía General del Estado. Al contrario, se han enterado de los sucesos a través de la prensa.

Relató que Rommel P. Ch. ingresó el 24 de noviembre de 2023 a la Vicepresidencia como coordinador de Comunicación. Es decir, un día después de la posesión en la Asamblea Nacional de Verónica Abad como vicepresidenta y de Daniel Noboa como presidente.

Pero a finales de enero había sido notificado con su desvinculación por el proceso de reestructuración que experimenta el organismo por disposición de Noboa.

Publicidad

En esa línea, Zúñiga aseguró que desconoce lo que haya sucedido antes de febrero, en referencia a la relación de Rommel P. Ch. o de la aparente presencia de la nuera de Abad en las instalaciones para dar disposiciones al personal.

Zúñiga contó que él firmó el ‘paz y salvo’ de Rommel P. Ch., que es un trámite burocrático cuando se separa a un funcionario del Estado.

Publicidad

Sin embargo, días después conocieron que el excoordinador ingresó de manera sospechosa al edificio, ubicado en el centro de Quito, e hizo constar en la recepción como que se le habían perdido los documentos.

Al conocer que se encontraba en la Vicepresidencia se le exigió, incluso con la ayuda de efectivos militares, que saliera, pero «jamás explicó qué hacía dentro de la institución», aclaró Zúñiga.

El secretario general relató que la Vicepresidencia ha reducido su personal a 77 personas y que se la ha «dejado en acefalía», luego de la designación de Verónica Abad como embajadora de Ecuador en Tel-Aviv (Israel).

La nueva estructura es de nueve áreas, entre ellas, tres direcciones: de Fortalecimiento a la Gestión Internacional; de Articulación y Asuntos Internacionales; y, de Monitoreo a la Gestión Internacional, articuladas a las funciones de Abad en Israel.

Publicidad

No obstante, el Gobierno nacional no ha asignado tres personas que las dirijan. (I)