“Sé que ya habían terminado hace seis meses, pero él la seguía acosando. Tanto que se vio obligada a cerrar sus cuentas en Facebook y Twitter. No la dejaba en paz”. Son las palabras de una prima de María Fernanda Fernández de Córdova Flores, que fue testigo de cómo actuaba Roberto Elio Campos Crespo, su exenamorado y principal sospechoso de su crimen a martillazos el pasado miércoles.

Ese caso, según expertos e instituciones que estudian la violencia contra la mujer en el Ecuador, ejemplifica la vulnerabilidad femenina, señala un informe especial de la agencia EFE, que indica que ocho de cada diez mujeres han sufrido alguna vez violencia machista. Además, que enfrentan discriminación ante la pasividad de la sociedad, el sensacionalismo en algunos medios de comunicación y la impunidad por los delitos de que son víctimas.

Ecuador presenta una tasa de femicidio (homicidio de la mujer por razón de género) de 30 por cada millón de mujeres, superior a la media de 19 por millón en otros 44 países, según un estudio realizado por el Centro Reina Sofía en el 2010.

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“La violencia machista ha salido a la esfera pública, pero en la cabeza de mucha gente es aún un problema privado y esto va muy amarrado al tema de los patrones culturales y al hecho de la prevalencia de una sociedad machista”, refirió a la agencia Efe la directora de ONU-Mujeres para la región andina, Lucía Salamea-Palacios.

Según el Plan Nacional de Erradicación de la Violencia del 2009, el 80% de mujeres ha sido víctima de la violencia de género alguna vez, en forma de agresiones físicas o psicológicas, y un 21% de niños y adolescentes ha sufrido abuso sexual.

En el 2007 se registraron más de 10.000 denuncias de delitos sexuales, pero solo hubo sentencia en 300 casos. “La administración de justicia respecto a la violencia de género no es precisamente la que mejor funciona, es una deuda histórica de la democracia, pero con las mujeres es peor, porque se les va la vida”, dijo a Efe Ana Lucía Herrera, presidenta de la Comisión de Transición, que trabaja con el Gobierno del Ecuador.

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Según Herrera, uno de los mayores problemas es la “naturalización de la violencia de género”, fruto ¬en parte¬ del tratamiento que recibe en algunos medios de comunicación.

En el estudio del 2011 Femicidio en Ecuador, la experta Ana Carcedo criticó que en los medios de comunicación se usen expresiones como “crimen pasional”, lo que “minimizan la responsabilidad del agresor”; y “la gravedad del asesinato”, sostiene. Ella pide una redacción diferente de esas noticias, pero valora que se publiquen los casos, pues a falta de datos oficiales, en el país, permite un recuento de víctimas.

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La violencia machista en Ecuador no depende del nivel de ingresos, aseguró Salamea-Palacios, quien destacó que “se encuentra en todos los estratos, no solo en los barrios populares y en gente pobre”. Según la experta, “es un tema que se esconde mucho en clases medias-altas y altas por vergüenza”.

María Fernanda, quien había terminado la relación con Campos desde hacía seis meses porque era celópata, se convirtió en la décima mujer asesinada en hechos de este tipo en Guayaquil, según el Observatorio de Seguridad Ciudadana.

La novena habría sido Viviana Cedeño Cevallos, quien fue asesinada la noche del pasado lunes delante de su hijo de cuatro años mientras lo alimentaba en su gabinete. Su familia culpa del hecho al exconviviente. Este año también se reporta el crecimiento del 40% de detenidos (de 585 a 820) por violencia intrafamiliar en esta ciudad.