Pienso que la figura de una organización internacional como las Naciones Unidas es relevante.
Al dividir el poder en tres instancias independientes, se crea un sistema de contrapesos y controles que garantizan un Gobierno más transparente y responsable.
El fracaso de las políticas de seguridad en la mayoría de las naciones de América Latina ha ayudado a que millones admiren a regímenes como los de Bukele.
Las frustraciones mal tratadas de Correa hacen más entendibles sus erráticas reacciones.
Quienes buscan el liderazgo regional se jactan de tomarse fotos en cumbres que no llegan a nada.
El primer mandatario de Brasil aprovechó este encuentro para transparentar, de forma casi insolente, su intención de ganar influencia sobre Venezuela.
Mientras la Constitución de Montecristi sea la Constitución del Ecuador, nuestra democracia se seguirá infectando de líderes totalitarios.