La decisión del árbitro Franklin Congo ha indignado a Barcelona SC. El gol de Erick Castillo que no concedió el réferi al equipo torero encendió a los jugadores de Fabián Bustos, y de cara al exterior los directivos han mostrado su irritación.

Barcelona SC se fue del estadio George Capwell con ese sabor amargo y -además- con un jugador golpeado (Carlos Rodríguez recibió el impacto de un objeto lanzado desde la tribuna), pero este lunes se va a presentar a la reanudación del Clásico del Astillero.

En comunicado dirigido a la Comisión Nacional de Arbitraje de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) la noche del domingo, la institución amarilla ejerce su reclamo ante la anulación de la acción del tanto convertido por Castillo, y que, al no haberse reanudado el encuentro ante Emelec, Congo debía revisar nuevamente la jugada con asistencia del videoarbitraje (VAR).

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Barcelona SC se puso en ventaja por 1-0 a los 26 segundos por medio de Castillo. El árbitro consideró que hubo infracción por mano de Rodríguez y anuló el tanto que ya habían celebrado los toreros.

En la carta, explica el presidente canario Carlos Alfaro Moreno: “Es lamentable que a pesar que Barcelona Sporting Club, en función del fair play y el respeto estricto de los valores de nuestro deporte, ha sido pionero a nivel nacional en solicitar y solventar los costos de la implementación del VAR en todos sus partidos de la temporada 2022 de la LigaPro, se vea afectado por una decisión antirreglamentaria, que incide en el resultado inicial del partido disputado el día de hoy contra el CS Emelec, y que consideramos fue parte importante de los bochornosos hechos de violencia y agresiones sufridas contra nuestros jugadores hace pocas horas”.

Y añade: “Para referirme a la jugada específica del gol legítimo anotado por BSC, y absurdamente anulado, sin que haya existido reanudación del juego, por parte del árbitro central, es necesario describir la misma que inicia con un rebote accidental en el hombro del jugador dorsal 4, Carlos Rodríguez; posterior a ello pasa por los pies de Michael Carcelén, que habilita a Damián Díaz, siendo este tercer jugador quien pasa el balón a Erick Castillo que controla y anota en la portería rival. A pesar de contar con la revisión del VAR el árbitro establece, erróneamente, que el jugador se lleva el balón con la mano. Primera equivocación. Según la regla 12 de la IFAB, esto es, que: ‘Se considerará que un jugador ha conseguido que su cuerpo ocupe más espacio de manera antinatural cuando la posición de su mano o brazo no sea consecuencia del movimiento de su cuerpo en esa acción concreta o no se pueda justificar por dicho movimiento’”.

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“Queda absolutamente claro que a través de las imágenes que la posición de su brazo es consecuencia directa del movimiento realizado en busca de un golpe con la cabeza y además de protegerse de la llegada del rival. Sanción injusta que perjudica e incide de forma directa en el juego”, señala.

Y concluye: “Demostrada la vulneración reglamentaria, vale establecer, además, que al no haberse podido reanudar el encuentro conforme a la regla 2.2 de la IFAB, el árbitro debería revisar la desacertada decisión de anular el primer gol del encuentro anotado por el jugador dorsal 16 de Barcelona, y declararlo válido”.

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(D)