Para cumplir con los exigentes entrenamientos del técnico uruguayo Guillermo Almada a mediados de junio del 2015, Hernán Lino tuvo que sortear varias dificultades, entre estas las económicas, para asistir a las prácticas. Cuando el capitán Matías Oyola y la plantilla se enteraron del esfuerzo que hacía su compañero, con el apoyo de su familia, le entregaron un dinero para costear los gastos que demandaba su movilización y alimentación.

“Cuando se empezó a trabajar a doble jornada o triple. A veces no me podía quedar (en la concentración) y me tocaba quedar en el terminal (de Guayaquil) para volver a la hora del entrenamiento. Hasta que se enteró el profesor y me dijo: ‘¿dónde te quedas?, ¿dónde vives?’. Y le respondí: en Babahoyo. ¿Dónde queda?, ¿cuántas horas son?, me preguntó el profe, y le indiqué que el viaje era de 1 hora y 30 minutos. Volvió a decirme: ‘¿Cómo haces cuando tenemos doble y triple jornada?’. Le manifesté que en el terminal me quedaba y que ahí veía si comía algo, porque iba con lo justo para mi pasaje”, detalló Lino, quien debutó con 18 años en el cuadro torero.

“Almada me dijo que por qué no le había dicho para hablar con la directiva y que me pudiera quedar en la concentración”, continuó el fluminense, quien se destacó por su velocidad, habilidad para controlar el balón y rematar a la portería contraria.

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También recordó: “Antes del duelo en el estadio Modelo Alberto Spencer (el 16 de agosto de 2015) contra River Plate Ecuador (ahora Guayaquil City), me llamó Oyola para decirme que se habían enterado de que tenía que viajar todos los días y que habían recogido un dinero entre todos los compañeros para mis pasajes. Fueron como 600 dólares”.

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“Yo, sorprendido por la cantidad, le comenté que no se hubiera molestado. Me respondió que todos somos uno. Y desde ahí me sentí tranquilo, con las ganas de salir más rápido adelante y de cumplir mi sueño; me ayudó en todo sentido”, concluyó en el programa Fútbol Sin Cassette.

Lino continuó en Barcelona hasta finales del 2016. Luego pasó por Deportivo Cuenca (2017) y dio el salto al exterior para militar en el CD Alcoyano (2017) y Cádiz B (2020), ambos de la segunda división de España; y tuvo un fugaz paso por el club Villa Teresa de Uruguay (en el 2018).

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En este año, el atacante volvió al país para militar en el cuadro de Guayaquil Sport de la serie B del campeonato nacional. (D)