Emelec cumplió con uno de los objetivos planteados al inicio de la temporada: ganar la primera etapa de la Liga Profesional de Ecuador (LigaPro). Además, los millonarios aseguraron su retorno a la Copa Libertadores al clasificar directamente a la fase de grupos de la edición 2022.

La goleada por 4-0 del domingo en el estadio Jocay, ante el Manta FC, confirmó el dominio azul durante el primer semestre del año; un empate también hubiera sido suficiente para quedarse con la primera fase. No obstante, en el camino quedó un amargo sabor de boca cuando no se logró acceder a los octavos de final de la Copa Sudamericana.

El elenco adiestrado por el español Ismael Rescalvo terminó con 34 puntos en el primer lugar, tres más que Barcelona, segundo en la clasificación. Y pese a que un equipo de fútbol está conformado por una plantilla de 22 jugadores aproximadamente, en Emelec hay un nombre que sin dudas resalta por sobre los demás: Sebastián Rodríguez.

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El uruguayo no ha hecho más que aumentar su nivel desde su llegada al Capwell. En principio, arribó en calidad de cedido, pero sus buenas actuaciones durante el 2020 obligó a la directiva azul a comprar sus derechos y atarlo hasta el 2024 con la institución. A su buena lectura de juego se añaden otras características como la visión para habilitar a sus compañeros, buscar espacios entrelíneas y ocuparlos, la clase para controlar el esférico y eludir adversarios utilizando movimientos corporales -suma 11 regates exitosos jugando de mediocampista central- y su eficacia para los lanzamientos desde el punto penal.

Designado como capitán de Emelec pocos meses después de su llegada, Rodríguez se ha convertido en un líder nato del camerino. Es respetado por todos sus compañeros y asevera asumir “con responsabilidad” el hecho de llevar la cinta de capitán de uno de los equipos más importantes del país. El fútbol de Emelec pasa por los pies del mediocentro charrúa, que parece tener siempre todas las soluciones a los problemas planteados por el rival. Ya ni siquiera ver su rostro para tratar de intuir a dónde irá el balón es suficiente; con su no look pass (pase sin mirar) ha dejado perplejos en más de una ocasión a sus oponentes.

Los números dejados por Rodríguez en esta primera etapa de la LigaPro son sobresalientes. Disputó los 15 partidos que comprendieron la primera fase del campeonato nacional, de los cuales en 14 lo hizo como titular y en uno ingresó al cambio. En total, jugó 1.281 minutos.

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También encamina una de las temporadas más goleadoras en su carrera. Rodríguez ha convertido los seis penales que ha ejecutado en el 2021, es decir, tiene el 100% de eficacia desde los 12 pasos. En gestación ofensiva su aporte también ha sido fundamental. Con dos asistencias y 27 chances de gol creadas, es el aliado preferido de los atacantes azules a la hora de hilvanar acciones de peligro.

Según los datos de la Liga Profesional, Rodríguez registra 11 quites de balón ganados con el 73,3% de precisión. Lo complementa con cuatro despejes, tres bloqueos y 12 intercepciones.

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Pero sin duda alguna lo que más llama la atención son sus intervenciones en la mitad del campo para hacer jugar al equipo. El exjugador de Nacional de Uruguay es un verdadero motor, indispensable para que la idea que pretende Rescalvo marche a la perfección y con el mínimo margen de error posible.

En los 15 partidos que se jugaron en la etapa Rodríguez suma 652 pases buenos con el 85% de precisión. De los cuales tuvo el 76% de eficacia en los pases efectuados en campo rival. Brillante. Recibió 36 faltas, pero también cometió 27; su zona es de mucho roce y fricción con los adversarios. Un mediocampista no solo tiene la misión de construir el ataque de su equipo, sino también destruir el del rival. Vio cuatro veces la cartulina amarilla, nunca fue expulsado.

Emelec encontró oro con Sebastián Rodríguez, que parece no haber ofrecido todavía todo su potencial en las canchas del país. Siempre será positivo que este tipo de jugadores lleguen a jerarquizar al fútbol ecuatoriano. (O)