Ecuador, a inicios de 1961, estaba muy entusiasmado tenísticamente por la trayectoria consolidada de Pancho Segura como profesional y el Guayaquil Tenis Club preparaba, para los primeros días de abril, un torneo de exhibición al que confirmaron su participación Segura y tres estrellas del tenis mundial, que eran el australiano Ashler Cooper, el estadounidense Earl Bucholz y el peruano Álex Olmedo. La presencia de semejantes jugadores hizo que la prensa escrita y la radial le dedicaran un poco más de sus espacios al tenis.

Nuestro periodismo estaba más preocupado, por supuesto, de lo que podía hacer el Barcelona en su primera participación en Copa Libertadores de América, enfrentándose al Santa Fe de Bogotá; o de la transferencia de Jorge Pibe Bolaños a River Plate de Argentina. Igual del básquet –que en ese entonces daba mucho que hablar–, porque nuestra selección iba a jugar el Sudamericano en Río de Janeiro y había mucha expectativa por saber qué podían hacer Carlos Valle, Abel Jiménez, Pío Sandiford, Nicolás Lapentti, Juan Sala y Jorge Chato Mejía.

Un sonriente Eduardo Zuleta (i), Agustín Febres Cordero, juez, de silla; y Miguel Olvera tras vencer en dobles a Colombia en 1961 en el Guayaquil Tenis club. Atrás, los hinchas que quieren felicitar a los tenistas de Ecuado. Foto: Archivo

En el tenis mundial se tenía muy presente, por los cables internacionales, que las máximas figuras de entonces eran los australianos Roy Emerson, Rod Laver, el italiano Nicola Pietrangelli, y entre los sudamericanos el chileno Luis Ayala, y en mujeres la inigualable brasileña María Esther Bueno. Mientras, los nuestros Miguel Olvera y Eduardo Zuleta, quienes competían en varios torneos en 1961, apoyados por una campaña que hizo Diario EL UNIVERSO, habían viajado en enero a Estados Unidos y al Caribe, donde jugaron en doce certámenes, consiguiendo cinco triunfos en dobles.

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Para entonces ya se comentaba que Ecuador podría competir en la famosa Copa Davis y que era una buena oportunidad para que los tenistas criollos demuestren sus aptitudes.

Nuestro país, que estaba afiliado a la Federación Internacional de Tenis (FIT) desde 1925, nunca se había inscrito para participar en la Davis. Blas Uscocovich envió un cablegrama para solicitarle a la FIT, que tenía su sede en Australia, inscribir a Ecuador para participar en la Copa Davis. Además, la solicitud de Uscocovich también procuraba que se nos otorgue la sede.

El pedido fue rápidamente aprobado y se recibió desde Australia el cablegrama que decía: “Le informamos a usted que su gestión ha sido aceptada, por lo que se ha autorizado al Ecuador para que participe en la disputa de la Copa Davis” y que nuestro rival sería Colombia. Los colombianos exigieron varias condiciones para ser visitantes, tales como que las fechas sean el sábado 29, domingo 30 de abril y el lunes 1 de mayo de 1961, para que puedan contar con los permisos correspondientes.

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Eduardo Zuleta (i) y Miguel Olvera saludan a sus rivales de Colombia, tras vencerlos en la Copa Davis de 1961. Foto: Archivo

También, que Ecuador asuma todos los gastos de los pasajes para cuatro deportistas y un dirigente, estadía y todos los costos de la organización. Cuando Blas Uscocovich recibió la noticia se preocupó por el asunto económico, ya que al Comité Nacional de Tenis se le asignaba como cuota anual la cantidad de 3.000 sucres y por supuesto no eran suficientes para cumplir con el compromiso internacional.

Entonces se pensó que la Federación Deportiva del Ecuador debía hacer gestiones ante el Gobierno para que se apoyara económicamente la intervención de nuestra selección por primera vez en la historia de la Copa Davis y de paso en Guayaquil. Federico Muñoz Medina, presidente de la Fedenador, dirigió un urgente cablegrama al presidente de la República, José María Velasco Ibarra, para pedirle un respaldo de 20.000 sucres, que era el presupuesto que exigía la realización de tan importante evento deportivo.

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El sábado 8 de abril de 1961, muy por la mañana, el secretario privado de la Presidencia de la República, Gustavo Soriano, despacha el cable informando que el Gobierno sí aceptaba la solicitud de apoyo económico. De los tenistas de Ecuador, la prensa nacional resalta la gran temporada que tenía la primera raqueta colombiana William Álvarez, que había ganado el torneo de Cannes. La Comisión de Tenis del Ecuador designó como jugadores a Miguel Olvera, Eduardo Zuleta, Carlos Hamburger y Luis Ratti y como capitán a Carlos Ycaza Coronel.

El lunes 24 se conoció la lista oficial de la delegación visitante, que presidía Jaime del Corral, representante de la Asociación Colombiana de Tenis; y la conformaban los tenistas William Álvarez, José Alejo Cortez, Gustavo Castillo y Benjamín Anzola. La delegación de Colombia vino en dos partes; primero llegaron Castillo y Anzola, que arribaron desde Cali el 25 de abril de 1961; el resto se completó después.

El periodismo ecuatoriano le consultó al capitán Carlos Ycaza por qué no había visto entrenar a los colombianos, recién llegados. Contestó que él no perdía tiempo viendo a los tenistas suplentes. Recién el miércoles 26 de abril arribaron a Guayaquil William Álvarez, desde París, y Cortez, proveniente de Panamá.

El sorteo determinó que los primeros en enfrentarse fueran Olvera y Álvarez, por Ecuador y Colombia. A las 15:45 del histórico sábado 29 de abril de 1961 entraron a la cancha los dos protagonistas de la primera disputa de Copa Davis en la historia de nuestro país.

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El partido comenzó a las 16:00 y como era de esperarse, ante estadio lleno. Olvera, en un duelo emocionante y maratónico, ganó el primer punto al vencer a Álvarez, primera raqueta de Colombia, 3-6, 6-2, 6-3, 2-6 y 7-5 en cerca de tres horas y 20 minutos. Eran casi las 19:45 cuando Eduardo Chivo Zuleta, en tres sets consecutivos (6-2, 6-3 y 6-3) derrotó a Cortez y le otorgó el segundo punto a Ecuador.

La prensa ecuatoriana resaltó sobre todo el punto ganado por Olvera, al destacar su entrega en un match intenso. El domingo 30 de abril el partido que debía iniciarse a las 10:00 se retrasó una hora porque las raquetas del colombiano Álvarez no estaban listas. Los equipos presentaron a los mismos tenistas que jugaron en singles, para que se enfrentaran en dobles y los nuestros ganaron 6-3, 6-3 y 10-8. Así, Ecuador se quedó con la serie de Copa Davis, porque los dos partidos restantes eran de trámite.

El 1 de mayo Zuleta, en cinco sets, superó a Álvarez. Olvera cerró la serie al triunfo sobre Cortez en cuatro sets. De este último partido se comenta que los dos últimos sets del tenista ecuatoriano fueron extraordinarios. Finalizados los partidos, la directiva ecuatoriana invitó a la delegación colombiana a una recepción en los salones del Guayaquil Tenis Club, donde estuvo presente, en calidad de invitado, el entonces ministro de Gobierno, Gustavo Gross. Luego del triunfo contundente, el periodismo de Ecuador resaltó el gran corazón de Olvera y el señorial juego de Zuleta que, aunque más lento, demostró ser más preciso.

Luego de la celebración, después de aquellos días eufóricos e históricos para el deporte blanco del país, se supo que la segunda ronda sería de visita, contra el fuerte equipo de Estados Unidos. (O)