Creo que no podíamos esperar mucho de Ecuador en la Copa América; no es de ahora que no podemos ganar un partido en el torneo. Sin embargo, y aunque en el fondo sabía que no era sencillo, pensé que se podría, por lo menos, hacer un mejor papel contra Argentina.

Al margen de que jueguen bien o mal, que solo dependan de Lionel Messi o no, los argentinos son superiores. Pero no podemos quedarnos con la justificación de que ante Argentina hubo una mala presentación. Las malas presentaciones de Ecuador venían desde el comienzo de la Copa América 2021. Hubo malos partidos, y ahora tengo dudas de que en ese empate con Brasil (1-1) el rival haya puesto todo lo que debía poner respecto a la parte anímica. Lo previo fue bastante pobre.

Contra Argentina la sacamos barata con el 3-0. Habría que preguntarle al cuerpo técnico de la Tri cuál era su intención al jugar la Copa América. Si se pensó en ganarla, en rendir mejor o armar un equipo para la eliminatoria. Hubo muchos cambios y no se consolidó un once titular. De alguna forma, creo que salimos de la Copa peor de lo que entramos. Hoy no se sabe quién es titular y quién no. Nunca se preparó una misma alineación, siempre hubo variantes. Otras selecciones sí saldrán fortalecidas del torneo, independientemente de sus respectivos resultados.

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Gustavo Alfaro, con el discurso de que la Copa América no lo clasifica al Mundial 2022, me suena en modo Bolillo Gómez. El colombiano decía “vamos a aprender”, “solo me interesa la eliminatoria”. ¡A todos nos interesa! Cuando uno va a una competencia no hay quien no se desee ganar y clasificar a otras etapas, pese a que haya potencias favoritas. Hay tiempo para enderezar, pero ahora nos queda la duda de qué hará Alfaro.

Si nos dice que está contento con el rendimiento y los resultados, nos está tomando el pelo. La eliminatoria es diferente: se juega a ida y vuelta, y en casa somos fuertes. Podría recomponer el equipo y seguir en zona de clasificación. Pero el nivel mostrado en la Copa América de Brasil nos deja serias dudas de que se pueda conservar esa posición. (O)