El Guayaquil Tenis Club rindió el pasado miércoles 15 de junio un gran homenaje a uno de sus deportistas simbólicos: José Ferretti Calderón. ¿El motivo? Pepe decidió acogerse a la jubilación luego de entregar por casi un cuarto de siglo toda su sabiduría y experiencia como entrenador de la institución. Era un día de labores y pensamos que por la hora (12:00 del meridiano) no habría mucho público. Nos equivocamos. Las instalaciones del Tenis no daban cabida a tantos adherentes, entre los que estaban socios, amigos, compañeros de la natación y, sobre todo, alumnos de Pepe en los largos años de su labor como entrenador.

Se eligió un sitio tradicional cargado de recuerdos: el amplio salón ubicado al pie de la piscina en la que Pepe inició su carrera de nadador hace 72 años. Todo un acierto de Pepe Machiavello, presidente de la institución, y su directiva.

Acostumbrados estamos al viaje a las sombras y el olvido de muchos de los que hicieron la grandeza de muchas entidades deportivas y de nuestro país en lo internacional.

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La magnificencia del homenaje a Pepe adquiere por eso una intensa carga emotiva.

El Guayaquil Tenis Club tiene memoria y por eso en sus exteriores y en sus principales salones aparecen murales y fotos que perennizan la gratitud a Pancho Segura, Galo Legarda, Miguel Olvera, Francisco Guzmán, Eduardo Zuleta, Jorge Delgado, Andrés Gómez, Nicolás Lapentti Gómez y otros deportistas que escribieron páginas de gloria. Tal vez, en el futuro, la piscina lleve el nombre de Pepe Ferretti Calderón, del mismo modo que el estadio de tenis se llama Francisco Segura Cano y el salón de billar se denomina Galo Legarda Gaete. Vivimos futbolizados, un mal que afecta a los que siguen el deporte, pero mucho más al 99 % de un periodismo que alardea de sapiencia táctica del fútbol, pero ignora la historia y los grandes momentos vividos en otros deportes.

Por ello es necesario explicar quién es Pepe Ferretti, un personaje a quien debe tanto el país entero. Pepe empezó en la natación a corta edad y ya a los 17 años fue seleccionado nacional al I Campeonato Grancolombiano de Natación, realizado en la vieja piscina Olímpica de nuestra ciudad en 1954. Fue su primera aventura competitiva. Nuestra natación empezó ese año un camino que llegaría hasta la conquista del título sudamericano en 1978.

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La renovación de este deporte tiene un nombre que nadie podrá olvidar nunca: Gastón Thoret Marcos. En el mismo 1954, mientras nadaba aún, Thoret aceptó el cargo de entrenador del Colegio Nacional Vicente Rocafuerte y halló allí futuras estrellas que, con su conducción, llegarían a lograr títulos internacionales para el Ecuador. En ese grupo estaba Pepe Ferretti, entonces nadador de fondo y medio fondo.

En 1952 la Federación Internacional de Natación Amateur (FINA) introdujo una modificación fundamental. El estilo mariposa se nadaba, antes de la reforma con patada de rana, como se decía entonces. Pero en algunos países estaba dando grandes resultados la llamada patada de delfín, movimiento ondulatorio en forma de ola, con los pies juntos que golpeaban el agua como los delfines. El nuevo nado de mariposa exigía gran coordinación en los movimientos de brazos, caderas y piernas que lo hacían muy difícil de ejecutar. Thoret advirtió que Ferretti poseía una envidiable elasticidad y coordinaba muy bien, por eso decidió cambiar su especialidad de fondista a mariposista. Tan acertado fue que nuestro nadador batió en 1955 el récord grancolombiano de los 200 metros en la especialidad que poseía el colombiano Néstor Ordóñez. Poco rato después se adueñó de la marca nacional en los 100 m.

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Eduardo Aguirre Avilés, entonces presidente de la Comisión Nacional de Natación, y Gastón Thoret decidieron que era hora de reincorporar a Ecuador a los campeonatos sudamericanos y llevaron en 1956 a Viña del Mar, Chile, a Ferretti, al recordado gran pechista Esteban Sachs y al ornamentalista Elmo Suárez, quienes cumplieron una buena actuación. Regresaron en 1958 al sudamericano de Montevideo, pero antes una selección de nadadores, todos vicentinos, nos representó en el II Campeonato Grancolombiano, celebrado en Cali. Y nos resulta imposible olvidar una anécdota. Ferretti exhibía en el agua un estilo mariposa lleno de estética y arte como este columnista no ha vuelto a ver hasta hoy. Los grandes campeones olímpicos y mundiales son nadadores de fuerza; lo de Pepe era armonía pura.

José Ferretti (d) como entrenador de la selección femenina de natación en el Grancolombiano de 1961 en Guayaquil. Junto a él María Enriqueta Orrantia, Susana Lecaro, Elba Elizalde, Fanny Vallaza, Dorothy Jurado, Mariesue Brubaker, Olga Orrania, Lucy Zavala, y Blanca Mosquera. Foto: Archivo

En la piscina caleña de San Fernando una gran cantidad de público fue a ver nadar a Ferretti los 200 metros mariposa. Ya se había corrido la voz de que era un espectáculo único. Se asignaban entonces los carriles por sorteo, no por tiempos y a nuestro nadador le tocó el 8, lo que significaba que los que estaban en la tribuna derecha lo iban a ver apenas. Se armó entonces un tumulto. El público pedía que a Ferretti lo pasaran al centro. La competencia no se podía lanzar y las autoridades debieron claudicar. Demás está decir que Pepe ganó la medalla de oro y el afecto del público.

En 1959 Ferretti fue la base del equipo nacional que conquistó el título grancolombiano en Caracas y en 1960, luego del Sudamericano en Cali, dio por terminada su carrera de nadador activo. Ante el compromiso de organizar el III Campeonato Grancolombiano en nuestra ciudad y la falta de un equipo femenino, los dirigentes encargaron a Pepe buscar nadadoras donde las hubiera. Para sorpresa general, en poco tiempo, aparecieron valores jóvenes de una calidad inusitada. La única con experiencia era María Enriqueta Orrantia, y a su lado debutaron Olga Orrantia, Fanny Bimba Vallazza, Marisue Brubaker, Dorothy Jurado, Elba Elizalde, Lucy Zavala, Bertha Thoret, Susana Lecaro, Blanca Mosquera y Nelly Coronel. Todas cumplieron un notable papel.

Bajo la dirección de Pepe, Bimba Vallaza se convirtió en una estrella al punto de batir en tres ocasiones el récord sudamericano de 400 y 800 metros libre entre diciembre de 1962 y marzo de 1963.

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En 1965 se produjo la inauguración de la Academia Ferretti, que fue un vivero en el que nacieron nadadores famosos, encabezados por Mariuxi Febres-Cordero, la mejor nadadora ecuatoriana de todos los tiempos; la múltiple campeona Marcela Lizarzaburu, Marianne y Silvia Enz, Cornelia Kusterman, Ernesto Ferretti, Jacinto Orozco, Juan Carlos Zapatier, César Pipo Ayora, Manuel y Mario Baquerizo y muchos nadadores más.

Muchos estuvieron junto a Pepe en ese mediodía memorable para testimoniarle su gratitud. Mariuxi abandonó su temor a los micrófonos y dedicó a su maestro un emocionado discurso. También estuvimos algunos de sus contemporáneos, hoy nadadores másters como Pepe, quien volvió a nadar en esa categoría en 2007 en Lima, en 2009 en Mar del Plata, Barquisimeto en 2009 y Arica en 2017 y regresó cargado de medallas de oro y plata.

Gran deportista, excelente entrenador y un ser de inmensa calidad humana, sus compañeros de deporte esperamos tener pronto a Pepe Ferretti entrenando con nosotros. (O)