Fueron muchos días de molesta espera. Se suspendieron diálogos, se cancelaron el periodo de entrenamientos y también los juegos de exhibición. Todo porque la solución a la huelga de las Grandes Ligas no llegaba. Cuando los dueños de clubes anunciaron que se acortó la primera semana de juegos de la temporada 2022, y que con ello habría rebajas en los salarios de los beisbolistas por arte de magia hubo acuerdo.

La tardanza para arreglar fue, básicamente, por una lucha por más o menos dinero. En lo económico los peloteros consiguieron que se eleve el salario mínimo hasta $ 780.000 y que se pueda colocar publicidad en los uniformes. En el tema deportivo se aumentaron a doce los equipos que pasarán a los playoffs, se autorizó el uso del bateador designado en la Liga Nacional. Se decidió continuar con la colocación de un corredor en la segunda base cuando haya extrainning. Y cuando por motivo de fuerza mayor se aplace un juego, este se lo recuperará con la programación de doble partido en un mismo día y a nueve episodios (a diferencia de los dos años anteriores, que fueran eran solo a siete entradas).

Quedó demostrado que los propietarios manejan sus clubes solo como un gran negocio. Poco les importa la esencia del béisbol. Sus objetivos son solo económicos. Pusieron al Sindicato de Jugadores contra la pared al cancelar la primera semana de competencias. Fue una jugada maestra. Fue el botón que activó la búsqueda pronta de un arreglo.

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Cuando se informó el fin de la paralización se abrieron los campos de entrenamientos y se fijó para este jueves 7 de abril el día de apertura con nueve partidos entre los que destacan el clásico entre Yankees y Medias Rojas de Boston (desde las 12:05 de Ecuador). Los Bravos de Atlanta iniciarán la defensa del título contra Rojos de Cincinnati. Y Astros de Houston visitarán a los Angelinos de Los Ángeles. Otra vez los Dodgers son los superfavoritos para ganar la Serie Mundial, pues mantienen su nómina poderosa, a la que le aumentaron agentes libres más peleado y cotizado, el defensor del primer cojín Freddie Freeman.

Por todo lo que significó durante doce campañas Freeman fue pelotero símbolo de los Bravos ganadores de la Serie Mundial del 2021; fue elegido Jugador Más Valioso en el 2020 y estuvo cinco veces en el Juego de Estrellas. Al quedar libre y buscar mejorar su contrato empezó a escuchar ofertas, pero sintió que su equipo no estaban haciendo nada para retenerlo al no proponerle algo alentador. Mientras esperaba, Freeman supo, por redes sociales, que Bravos gestionaba la llegada, para jugar su misma posición de Matt Olson. Aquello le produjo un fuerte impacto. Fue como ‘quemar el puente para volver a Atlanta’.

Como estaban prohibidas las conversaciones con fines de contratar por la paralización de actividades, tan pronto el conflicto laboral terminó se reactivaron las gestiones de los Dodgers por Freeman. No había ninguna llamada de los Bravos y de repente llegaron cuatro diferentes propuestas de los Dodgers y le dieron a escoger. Freeman (29 años) sintió que fue un mejor tipo de trato y aceptó el convenio de seis campañas y $ 162 millones.

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Otro de los peloteros que cambió de equipo fue Carlos Correa, campo corto de los Astros. Es muy bueno y seguro en la tarea defensiva y poderosos con el manejo del madero. En Houston el boricua conformó una de las mejores ‘llaves’ alrededor de la segunda base con José Altuve, una de las clave para ganar Serie Mundial 2017. Fue pretendido Correa por cuatro equipos, entre ellos los Yankees de Nueva York, pero prefirió la oferta de Mellizos de Minnesota por tres temporadas a cambio de $ 105 millones.

La tendencia futura para contratar será ofrecer acuerdos de corto tiempo, evitar los pactos multianuales en los que hemos visto casos que terminaron mal porque se envía a jugadores a otras organizaciones, asumiendo el pago de sus salarios multimillonarios.

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Habrá play ball en las Mayores y la pelota, impredecible y caprichosa, empezará a volar, rodar y saltar. Esta vez deberá tener la magia de recobrar el entusiasmo de sus feligreses, golpeados por la triste imagen de la huelga. (O)