“Entraron al derecho…”. La hípica expresión se refiere, en las carreras de caballos, a cuando los competidores ya dieron vuelta a la última curva y quedan los quinientos metros finales hasta el disco. Ahí, en la recta, van a definir los que están más enteros. Es lo que sucede con la Liga de Campeones de Europa cuando llegan los cuartos de final. Primero son 78 aspirantes de 54 países, 32 pasan el filtro y animan la fase de grupos, y en cuartos quedan 8 equipos con el sueño intacto de llegar a la gloria. Tres de ellos italianos, algo que no se daba desde 2006.
Este martes vuelve la Champions. El bolillero cantó Real Madrid-Chelsea, Manchester City-Bayern Munich, Milan-Napoli, Benfica-Inter… Sorprendentemente, tres italianos, dos ingleses, un español, un alemán y un portugués. Antes de ver el cuadro de enfrentamientos, situábamos a los contendientes en cuatro escalones: 1) Bayern Munich, Manchester City, Real Madrid, en ese orden, como favoritos, arriba de todo. 2) Napoli en un segundo nivel. 3) Benfica. 4) Milan, Inter y Chelsea en el peldaño de abajo, con menos posibilidades.
Con el sorteo, las cosas han variado rotundamente. De los tres tiburones blancos, solo uno llegará a la final. O ninguno, si el Chelsea lograra la hazaña de eliminar primero al Madrid y luego al vencedor de City-Bayern. Y del otro hemisferio, al Napoli le queda el camino expedito para llegar a su primera definición de Champions el 5 de junio en Estambul. Pero vamos por orden…
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* Juventud. La palabra clave que explica por qué la italiana, que es la cuarta liga en importancia hoy en Europa, pone tres equipos en cuartos de final mientras España y Alemania clasifican uno y la inglesa dos. Tres italianos y ninguno es la Juventus, vale puntualizarlo. El país del catenaccio ha sido históricamente un amante de los futbolistas veteranos, y el Milan el abanderado de cobijar treintañeros largos. Pero están cambiando, o ya lo han hecho. El Milan eliminó al Tottenham con muchos jóvenes en cancha: Brahim Díaz, Saelemaekers, Rafael Leão, Tommaso Pobega (todos con 23 años), De Katelaere, Sandro Tonali, Pierre Kalulu (22), Malick Thiaw (21), Theo Hernández y Fiyako Tomori (25). El Inter tiene gente más experimentada, pero hace tiempo rebajó su promedio de edad. Porque ahora son clubes vendedores y nadie compra viejos. Y porque estamos en la era de la intensidad total, y los que pueden aguantarla son quienes tienen las piernas frescas.
* Infortunio. Año tras año, el Manchester City busca afanosamente ganar la Champions. Algunas veces flaqueó, en otras la adversidad le hizo zancadillas (como ante el Tottenham en 2019 o el año pasado frente al Madrid, siendo superior en juego). Ahora, otra vez le toca al cuadro celeste bailar con la más fea: el Bayern, el temible ogro alemán, campeón de la intensidad, del carácter, seis veces vencedor, cinco subcampeón, en diez ocasiones semifinalista. Una bestia competitiva que, además, presenta para este choque un plantel estelar, amplísimo, con muchísima calidad puesto por puesto. Deberá jugar mucho el equipo de Pep, aunque sabe hacerlo, y cuenta esta vez con el feroz Erling Haaland, que no se achicará frente a los alemanes ni ante nadie. Será el toque y el ataque constante del City frente a la presión y la contundencia del Bayern. Quizás el mejor partido posible del fútbol mundial para ver hoy.
* Eterno. En la llave de arriba, el alicaído Chelsea deberá lidiar ante el campeón eterno, el Real Madrid, un club —no un equipo— que estableció una superioridad mental sobre todos los demás conjuntos de la Tierra, incluido el Bayern. Esa notable ventaja psicológica, lograda con triunfos, títulos y hazañas durante ocho décadas, le permite imponerse incluso en partidos donde es claramente inferior futbolísticamente. Pero el impresionante caudal de confianza lo lleva a creer en lo posible y en lo imposible; en estar en la lona con la cuenta de ocho, levantarse y noquear. Esa montaña de mística y fe la sufrirá el Chelsea tanto en Madrid como en Londres. En la otra parte de la balanza, el club de Stamford Bridge llega mal y con técnico nuevo: Frank Lampard. Es candidatazo el Madrid en este duelo, pero…
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* ¡Cuidado…! Muchos, si no todos, querían al Benfica en el sorteo de cuartos; sin embargo, pocos reparan en que el club de Eusebio (monstruo de verdad…) marcha invicto en Champions, con 6 victorias y 2 empates, 23 goles a favor y solo 8 en contra. Y en Portugal va puntero con siete puntos sobre el Porto y con 68 goles en 27 partidos. Sumando todo, en 35 juegos ha perdido apenas dos. Una máquina el once del alemán Roger Schmidt. Y atención a este nombre: Gonçalo Ramos. No es Haaland, no es Mbappé, no es Benzema, pero tiene 21 años, lleva 25 goles en poco más de media temporada y tiene unas cualidades técnicas notables. Solo hace golazos. Es quien desplazó a Cristiano Ronaldo en el Mundial y marcó un triplete el día que lo sustituyó, ante Suiza. Está en un momento extraordinario. Benfica llega muy bien perfilado para pasarlo al Inter y alcanzar las semis.
* Napolización. Napoli es la sensación de este ciclo 2022-2023. En Italia y en Europa. Hizo una renovación total del plantel: sacó a 18 jugadores e incorporó 11, y es un rodillo. Se desprendió, entre otros, de Insigne, Mertens, Fabián Ruiz, Milik, Koulibaly, y contrató a Kvaratskhelia, Raspadori, Gio Simeone… Y, por encima de todo, se quedó con Victor Osimhen, el nigeriano que a los 24 años semeja a Atila, el rey de los hunos. Arrasa las defensas, suma 25 goles, pero muchos más los genera con los desparramos que hace en el área con su potencia. Napoli lidera la Serie A con 19 puntos de ventaja sobre el Lazio. Semejante grieta puede darle el Scudetto con récord de anticipación. En los dos duelos ante el Milan por la Serie A le ganó 2 a 1 en San Siro, pero cayó 4-0 en Nápoles. Nunca fue campeón de Europa el club de Maradona, y nunca estuvo tan cerca. Hoy, en las apuestas para campeón, el Napoli está pagando 4,50 euros por cada uno apostado. Es el segundo favorito. Antes está el Manchester City (3,25) y luego el Bayern (5) y el Madrid (8). Lo más importante de todo es el funcionamiento aceitadísimo del equipo de Luciano Spalletti y su moral estratosférica. ¿Sí puede ser campeón…? Desde luego que sí.
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* Realidad. La foto de los ocho cuartofinalistas nos muestra claramente que el Paris Saint-Germain no estaba para pretender ganar la Champions. Está más abajo que la mayoría. Incluso fue segundo del Benfica en su grupo. Su desastrosa política de fichajes (habitual en el club francés) le restó competitividad. Los dos mejores futbolistas del mundo actúan en el PSG (Messi y Mbappé), pero este es un juego de once y los restantes no tienen ni remotamente el mismo nivel que ellos. Hay una idea equivocada de que es “el equipo de las estrellas” y “de los millones”. Salvo los dos nombrados, no hay estrellas. La tercera debería ser Neymar, pero Ney siempre se queda en tiempo potencial. Y millones gastan todos en este nivel. (O)