Cuartos de final de la Copa Libertadores. Quedó conformado el cuadro: cinco clubes brasileños, tres argentinos. Afuera Boca y River, afuera uruguayos, colombianos, paraguayos, chilenos, ecuatorianos… El año anterior, el fútbol de Brasil había logrado el récord de clasificar cinco representantes en cuartos, esta vez estuvo cerca de colocar seis, finalmente Fortaleza cayó frente a Estudiantes. ¿Otra vez el campeón será brasileño como en los últimos tres años…? Desde el comienzo del nuevo milenio van 22 ediciones de Libertadores con este reparto: 10 conquistó Brasil (el 45,45%), 8 Argentina (36,36%), 2 Colombia (9%) y una cada uno Paraguay (4,5%) y Ecuador (4,5%). Los otros, ni las migas.

En la Copa Sudamericana “apenas” aparecen cuatro brasileños entre los ocho finalistas. En esta competición los hijos de Pelé no eran dominadores, no está claro si porque no podían o porque no les interesaba. Ahora también la dominan y comenzaron a dar vueltas olímpicas. El fútbol argentino sigue estando arriba en el historial de ambos torneos (25 a 21 en Libertadores), la pregunta es ¿hasta cuándo…?

La supremacía de los pentacampeones del mundo se viene acentuando año a año y el resto del continente mira como asustado: ¿Cuándo parará esto…? ¿Tendremos chance de ganar una Copa en un tiempo cercano…? Palmeiras viene de ser bicampeón y se aproxima a otra corona, en ocho presentaciones logró ocho victorias con 33 goles a favor y 3 en contra. Hasta la palabra impresionante queda chica. Flamengo le hace siete goles al Tolima, considerado el mejor equipo colombiano del último lustro. En Sudamericana, el modesto Ceará ganó los 8 encuentros disputados, con 22 goles a favor y 2 en contra. Y entre esas victorias están dos sobre el Rey de Copas, Independiente.

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Si los conjuntos brasileños vuelven a coronarse en ambos certámenes, el año próximo tendrán otra vez 9 cupos en Libertadores y nuevamente será muy difícil batirlos. Porque al poderío debe sumársele el número. Uno puede caer, dos, tres, nueve ya parece imposible. Debe recordarse siempre que, mientras en otras naciones hay dos o tres cuadros grandes (Peñarol y Nacional, Olimpia y Cerro, Colo Colo, Universidad de Chile y Católica), en Brasil son doce los históricos: Flamengo, Fluminense, Vasco y Botafogo por Río, Corinthians, Palmeiras, São Paulo y Santos entre los paulistas, Gremio e Inter en Porto Alegre, Cruzeiro y Atlético en Belo Horizonte. Y siempre están los emergentes, los Athletico Paranaense, los Ceará, los Bahía… Los clubes brasileños durmieron durante décadas en el campo internacional y dejaron hacer a los otros, ahora se muestran voraces por las copas.

¿Cuál es la razón de tal superioridad…? Primero: nunca olvidar lo futbolístico, hablamos del país número del mundo en fútbol a través de la historia. Tuvo, tiene y tendrá siempre calidad y cantidad de jugadores (acaso no ha generado entrenadores de tanta clase como los futbolistas). Luego hay una fuerte razón económica: los presupuestos que se manejan en la patria de Jorge Amado son infinitamente superiores a los de sus vecinos. “La Copa do Brasil, segundo torneo más importante del país, reporta 14 millones de dólares al campeón”, informa Jorge Luiz Rodrigues, jornalista carioca que ha cubierto varios Mundiales. Y añade: “A su vez, el Campeonato Brasilero de Serie A reparte muchísimo dinero. Los derechos de televisivos se venden por tres vías: TV abierta, que los tiene Globo; por cable, que son de SporTV, y el sistema de pagar para ver, cuyo contrato es con Premiere. Por los tres conceptos, Flamengo y Corinthians, los dos más populares, reciben unos 200 millones de reales por cada edición, casi 40 millones de dólares”.

Luego están las regalías internacionales por los países del exterior que reciben los partidos del Brasileirão. Y, por último, los estaduales. “El Paulista es el más fuerte, luego el Carioca. TV Record detenta los derechos por sistema abierto y también se pasan los juegos por Youtube, Facebook, Twitter e Instagram. Antes de entrar Record, la Globo pagaba casi 25 millones de dólares por todo el torneo Paulista. En los demás estaduales, menos”.

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Y aunque Jorge Luiz no lo mencione, están los ingresos por las copas de Conmebol. Palmeiras percibió 28.550.000 dólares por obtener la Libertadores 2021. Y a esos conceptos deben agregarse los patrocinios. Crefisa, entidad financiera, paga alrededor de 20 millones de dólares a Palmeiras por poner su nombre en la camiseta. Y, además, el mercadeo, las cuotas societarias, las taquillas…

“Flamengo y Palmeiras tienen muchos socios cotizantes, no tanto como Boca (N. del A.: el club argentino pasó los 300.000), pero ambos superan los 130.000 -informa Jorge Luiz-. Y las recaudaciones son otro factor importante de recursos. Flamengo registra un promedio de asistencia de 50.000 espectadores, muy alto. Con Corinthians pasa igual”. El viernes justamente, Globoesporte publicó un artículo de Guilherme Maniaudet y Leandro Silva en el que dicen: “Corinthians es el de mayor billetería hasta ahora en 2022. En sus primeros veinte partidos como local embolsó más de 48 millones de reales (US$ 9,2 millones)”.

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“Pero hay otro elemento de peso en este auge del fútbol brasileño: el trabajo en las divisiones formativas. Es muy bueno -cuenta Rodrigues-. En la reciente Copa São Paulo de Fútbol Junior, categoría Sub-20, Palmeiras fue campeón mostrando algunos juveniles fantásticos, como Endrick”. Endrick, de 15 años, ya tiene una lista de pretendientes europeos, entre ellos -el principal-, el Real Madrid.

Para ejemplificar: Boca ganó en diciembre la Copa Argentina 2021 y recibió, por esa instancia, un cheque de 7,5 millones de pesos, unos 37.878 dólares al cambio del día. Atlético Mineiro, vencedor de la Copa do Brasil 2021, obtuvo 11 millones de dólares (en total por las cinco instancias). Independiente Petrolero ganó el campeonato boliviano 2021 con un presupuesto de 970.000 dólares para toda la temporada. Las diferencias son abismales. Una estimación refleja que Palmeiras rebasó largamente los cien millones de dólares de ingresos el año anterior. Semejante volumen de dinero les permite fichar o mantener los mejores futbolistas del continente, lo que se traduce en un dominio casi insultante en el campo internacional. Y sumado a los otros factores antedichos hacen un combo casi imposible de superar. Los únicos que han logrado salirles al cruce y arrebatarles algunos laureles, con ingenio, garra y no poca capacidad, han sido los equipos argentinos. Boca mereció mucha mejor suerte ante Corinthians. Fuera de ellos, valga remarcarlo, Emelec compitió muy dignamente ante Atlético Mineiro.

No hay ningún indicio de que esta radiografía se vea diferente en un futuro cercano. (O)