Uno de los equipos más famosos de los tiempos heroicos del fútbol guayaquileño fue el Racing Club, fundado el 30 de septiembre de 1916 en el local de la Compañía Salamandra, del Cuerpo de Bomberos. A su creación concurrieron Alberto Roca Boloña, Eduardo Puig Arosemena, Federico Cornejo, José Luís Tamayo (poco más tarde presidente de la República), Jorge Swett, Carlos Puig Arosemena, Miguel Rivas Vergara, Guillermo Cornejo, Bolívar Sierra, Abigail Valero y Alberto Puig Arosemena. Roca Boloña fue designado primer presidente y empezó con él un ciclo brillante del elenco racinguista. A insinuación de Carlos Puig se resolvió que el uniforme del club sea camiseta blanca con franja azul en el centro, medias negras, pantaloneta negra y boina azul, colores que se usaron hasta 1931 en que el club hizo mutis.

Sus primeros años fueron triunfales en los torneos de la Asociación de Foot Ball y hace 100 años participó en la fundación de la Federación Deportiva Guayaquil, más tarde Federación Deportiva del Guayas. Fue en ese año en que alcanzó el honor de ser el primer campeón federativo. Le cupo la satisfacción de inaugurar el estadio que la Federación levantó en los terrenos del polígono de tiro del Regimiento Sucre No. 2, en Puerto Duarte, donde hasta hace poco estuvieron el estadio Ramón Unamuno, el coliseo Abel Jiménez, el gimnasio César Salazar y el diamante Yeyo Uraga, que es el único que supervive luego del paso de algún émulo de Atila.

El 24 de septiembre de 1922 saltó al campo de juego para hacer el cotejo de fondo frente al poderoso Washington. Con la deliciosa retórica de entonces, la crónica de El Telégrafo del día 25, firmada por el periodista que usaba el seudónimo Federador Fulano de Tal, decía: “(..) Del oeste del campo de juego salió el Racing, valeroso team que tuvo gallardías de sultán en tiempos que ¡ay! se fueron”.

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Rocafuerte, Washington, Liga Deportiva Universitaria, Guayaquil Sporting y 9 de Octubre fueron cayendo ante el poderoso Racing, que llegó a la final con una sola pérdida para enfrentar el 11 de diciembre de 1922 al Oriente, gran favorito. Racing alineó a sus estrellas: Lombeida; Miguel Rivas y Millán; Dresner, Arturo Puig y Pedro Pombar; Eduardo Mamitica Tamayo, Antonio Vallejo, Carlos Puig, Guillermo Landívar y Pedro Cucalón. Ante impresionante marco de público Racing venció en la final por 3-0 al famoso Oriente de Galecio, Chávez, León, Von Buchwald y Arenas, llevándose la primera diadema del balompié federativo con anotaciones de Cucalón, Arturo Puig y el implacable artillero que fue Carlos Puig.

Sobre ese Racing Club existe una anécdota. No fue el brasileño Severino el primer Vasconcellos en el fútbol porteño. Para el torneo de 1923 Racing fue armando lo que sería luego su equipo sensación. Ya estaba con su nueva divisa el jugador más completo de la historia del fútbol ecuatoriano: Raymundo Ycaza, estrella en los once puestos. Había llegado también su hermano, Eduardo, a quien llamaban Buche, un jugador de exquisita técnica. Con ellos, el 24 de septiembre de 1923, jugando ante LDU, debutó un espigado y vigoroso futbolista guayaquileño que calzaba botines 45 que los hacía sentir en la marca desde su puesto de half derecho: José Vasconcellos Cornejo.

José Vasconcellos, de Racing Club. Foto: Cortesía

El 29 de septiembre la revista Los Deportes dijo así al comentar la actuación de cada jugador: “Vasconcellos: debutaba en este juego en el primer equipo y nosotros, haciendo estricta justicia, diremos que su desempeño fue admirable. Certeza en el shoot, oportunidad innegable y valentía sin límites nos demostraron que es todo un jugador y que el hombre es para el puesto como pedrada en ojo de boticario”. Al lesionarse Arturo Puig, el gran capitán de Racing y la selección de Guayaquil, llegó al equipo el ya renombrado Guillermo Muñeco Ycaza. Se formó entonces la línea media que sería la llave del éxito de Racing: Pepe Vasconcellos, el Muñeco Ycaza y el Buche Ycaza. Para el certamen de 1924 los disidentes de la Federación de Foot Ball que jugaban en la Plaza de la Concordia decidieron ingresar a la Federación Deportiva del Guayas. La disputa se hizo entonces una epopeya pues participaban nada menos que 16 equipos: Oriente, LDU, Patria, Racing, Colón, Rocafuerte, Washington, Guayaquil Sporting, Packard, Baquedano, Libertad, Norteamérica, Córdova, Auto Repair, Libertador y Nacional. La directiva de Racing incorporó esta vez a un elegante defensor como Pedro Gallardo, a quien apodaban el Hombre Elástico y un ala izquierda formidable que daría grandes réditos: Pepino Campodónico y Carlos Chérrez Gómez, excadete militar, atleta, gimnasta y boxeador, convertido en un puntero zurdo magistral y más tarde brillante periodista de Diario EL UNIVERSO.

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Fue el gran año del Racing Club. Creció como institución, tuvo cancha propia en el American Park, llegó a formar equipos de fútbol en ocho categorías, practicó natación, atletismo y básquetbol y se ganó el título de Academia del fútbol por su juego atildado, fino, elegante, que utilizaba por primera vez sistemas. En ese 1924 se llevó el cetro federativo cuando faltaban dos fechas para la conclusión del torneo. Ganó 12 encuentros, empató 2 y perdió uno, y se dio el lujo de golear el 11 de noviembre a Oriente, campeón de 1923, por 7-0, destacando en el centro del campo los medios Raymundo, Guillermo y Eduardo Ycaza, bautizados desde aquel día como La muralla Ycaza. Usó en su alineación habitual a Raymundo Ycaza en el arco; Pedro Gallardo y Miguel Rivas en la defensa; Pepe Vasconcellos, Muñeco Ycaza y Buche Ycaza en la media, y a Mamitica Tamayo, Antonio Pibe Vallejo, Carlos Puig, José Campodónico y Carlos Chérrez en la delantera. Alternaron, con la misma calidad de los titulares, Alberto March, Luís Nieto, Juan Chérrez Gómez, J. Chávez, Pedro Pombar, Carlos Swett, Pedro Medina, Guillermo Landívar y Julio Morán.Con los años fue declinando el poderío de Racing, pero se recuerda siempre su gran técnica y pundonor. Fue el primer equipo federativo en viajar fuera de Guayaquil. En noches de deliciosa bohemia Carlitos Chérrez Gómez nos narraba sus hazañas de gran puntero zurdo y la odisea del viaje a Cuenca realizado por Racing en octubre de 1926. Contaba Carlitos que salieron el 29 de octubre en tren hacia Huigra para tomar de allí sendas cabalgaduras que, jinetes o no, debían llevarlos hasta Biblián, donde fueron recibidos por los cuencanos para conducirlos hasta la capital morlaca.

Estropeados, jugaron y mostraron sus enormes condiciones en tres victoriosos cotejos. Fueron actores de esa jornada Raymundo Ycaza, Efraín Pantera Blanca Llona, Pedro Gallardo, Pepe Vasconcellos, Arturo Puig, Eduardo Ycaza, Pedro Medina, Luís Rangel, Alberto March, Pepe Campodónico, Carlos Chérrez y José Mendoza. Fueron bellas historias, para rememorarlas cuando se acerca el centenario de Fedeguayas y del honor de Racing Club de haber sido el primer campeón de hace casi un siglo. Aunque desapareció hace mucho, hoy es solo un recuerdo de los auténticos investigadores de la historia de nuestro deporte y de quienes escuchamos las vivencias alojadas en la siempre chispeante memoria del recordado Carlitos Chérrez Gómez. (O)