En una extensa nota con el portal FIFA Plus se recuerdan los inicios del centrocampista Moisés Caicedo, bajo la batuta de su mentor en Independiente del Valle, el técnico español Miguel Ángel Ramírez, su debut en la selección de Ecuador, bajo el mando del DT argentino Gustavo Alfaro, y su despunte en el Brighton & Hove Albion de la Premier League.

A continuación la nota:

Como siempre en la carrera de Moisés Caicedo, su impacto fue inmediato. Su Brighton arrastraba una sequía de siete partidos sin victorias y había marcado apenas un gol en 630 minutos de Premier League cuando el entrenador Graham Potter decidió incluirlo por primera vez en su formación.

Titular en la peligrosa travesía ante el poderoso Arsenal en Emirates Stadium, consumó su estelar presentación con una promisoria actuación: fue una de las figuras del partido y coronó su estreno con la asistencia para su compañero Enock Mwepu, quien marcó el segundo gol en la sorprendente victoria a domicilio ante unos Gunners que luchaban por ingresar a la Champions League.

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Desde aquella tarde inicial en Londres, Caicedo nunca más salió del once inicial y Brighton hilvanó una racha de grandes resultados con el ecuatoriano como actor protagónico: derrotó al Tottenham de Antonio Conte, vapuleó al siempre competitivo Wolverhampton y humilló al Manchester United en uno de los rendimientos más impactantes en la historia de las Gaviotas, un club que regresó a la Premier League en 2017-18 después de 34 años de ausencia y que un lustro más tarde registró la mejor temporada de su historia al remontar ante el West Ham en la última jornada para cerrar su campaña en la novena posición. Su única derrota en ocho partidos fue ante el imparable Manchester City de Pep Guardiola, una inevitable caída por 3-0 en la que, incluso en la más absoluta de las adversidades, Moi consiguió brillar.

Caicedo acumula apenas ocho encuentros en una de las ligas más competitivas de Europa pero parece toda una vida. Su nombre resuena en cada rincón del fútbol inglés, pero en ninguno más fuerte que en la puerta del Falmer Stadium donde los hinchas, hinchas que ya lo aman, entonan a los gritos la canción que le dedicaron al ritmo de Voulez-Vous de ABBA: “¡Caicedooo! Él vino de Ecuador, para ganar el Balón de Oro, su nombre es Moisés Caicedo”.

Descubriendo a Moisés

Caicedo fue una incorporación tardía en las inferiores de Independiente del Valle: abandonó su Santo Domingo de las Tsáchilas natal y recorrió los 200 kilómetros que separan ambas ciudades para aterrizar en Sangolquí a los 15 años. El menor de los diez hermanos ingresó a las fuerzas básicas con un objetivo que inmortalizó en su Instagram: “Padres algún día estarán orgullosos de mí, se los prometo”. Todavía adolescente, más de una vez pensó en volver a casa: “Al principio fue muy duro porque uno no tiene amigos ni conocidos, es muy duro, se me hizo muy duro. La verdad, quería regresarme, estaba decidido a regresarme, fue duro estar lejos de mi familia”. Pero Moisés no abdicó.

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El español Miguel Ángel Ramírez había integrado durante seis años el proyecto de la Academia Aspire que moldeó a la generación que representará al anfitrión Catar en la inminente Copa Mundial. En busca de nuevos desafíos, con las valijas siempre preparadas para emprender un nuevo viaje, escribió otro capítulo en su nómade travesía lejos de la Península Ibérica: en junio de 2018 asumió como jefe de formativas del modélico Independiente del Valle.

Fue entonces cuando las vidas de Ramírez y Caicedo se cruzaron.

“Estaba lesionado cuando llegué, lo habían operado varias veces y estaba en el proceso de recuperación. Empezó a tener minutos en el Sub 18, que era su categoría, y me hablaban bien de él. No se si fue un punto de inflexión pero un momento muy importante fue un torneo al que fuimos a España, invitados por la Real Sociedad, con la generación 2002 pero al que podían ir hasta cinco 2001. Moisés era uno de ellos. El equipo en general fascinó a la gente de España, fuimos capaces de vencer a las mejores canteras del país y perdimos la final. Ahí vimos en Moisés una capacidad de competir muy fiable. Ahí vimos su capacidad”.

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Miguel Ángel Ramírez, en su paso como técnico de Independiente del Valle. Foto: Archivo

Ramírez recuerda desde su casa en Charlotte los días del descubrimiento de Moisés. Después de haber liderado a Independiente del Valle a la gloria continental con la conquista de la Copa Sudamericana en 2019 y tras una experiencia fallida en el Inter de Brasil, el entrenador español de 37 años se mudó a la ascendente MLS para conducir al Charlotte F.C. que encabeza la revolución futbolística en Estados Unidos: el último 5 de marzo pulverizó los récords de asistencia con 74.479 fanáticos en las gradas.

Caicedo, protagonista de un desarrollo relampagueante, no pasó desapercibido en aquella Sub 17 pese a la derrota en la final ante su par de Celta de Vigo. La Máquina del Valle era un club en franco crecimiento, subcampeón de la Copa Libertadores en 2016 tras eliminar a River y a Boca antes de caer ante Atlético Nacional. Competitivo tanto en Ecuador como en el plano internacional, tres años después coronó su estirpe sudamericana en la definición ante Colón en Asunción. Su protagonismo permanente no es casualidad: es la consecuencia de una de las mejores canteras del mapa futbolístico. Usina de talento y cuna de gran parte de la generación dorada que ilusiona a Ecuador, el éxito de Independiente del Valle también se refleja en los resultados de sus juveniles.

Caicedo fue uno de los pilares de la consagración de la Sub 20 en la edición 2020 de la Copa Libertadores. Autor del agónico gol del empate en las semifinales frente a Flamengo, el mediocentro y capitán fue una de las figuras en la victoria frente a River en el duelo culmine. Ramírez, quien lo había hecho debutar en el primer equipo el 1 de octubre de 2019 ante Liga de Quito, había seguido atentamente su progresión: tras su retorno lo convirtió en un refuerzo de lujo para su formación: “Siempre íbamos tirando de los chicos de las formativas y en cuanto hubo un espacio le tocó a él”.

Ramírez se convirtió en uno de los principales mentores en la carrera de Caicedo, aunque el propio técnico español se saca méritos: “Moisés hubiera llegado a pesar de nosotros. Hay una frase de Juan Manuel Lillo -técnico español que actualmente ejerce como asistente de Pep Guardiola en el Manchester City- que dice que ‘hay flores que nacen en la carretera’. Moisés podría haber llegado incluso en un contexto más complicado”.

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Si bien la reflexión resulta lógica, lo cierto es que el joven Moi encontró en Independiente del Valle y en Ramírez a un contexto ideal y a un aliado indispensable para su crecimiento. Caicedo se incorporó al primer equipo y rápidamente se ganó un lugar, aunque durante el proceso descubrió su nueva posición: “Él jugaba de cinco, de mediocentro. Digamos que en un 4-3-3 jugaba de mediocentro único. Al primer equipo llegó en esa posición y los primeros partidos conmigo los jugó reemplazando a (Cristian) Pellerano. Pero el día que debuta en la Libertadores lo ponemos de ocho y hace un gol contra Junior de Barranquilla. Ahí vimos que de ocho él tenía un impacto mayor en el equipo”.

Aquel 11 de marzo de 2020 en el Estadio Olímpico Atahualpa, Caicedo ingresó a los 77′ por el experimentado Efrén Mera y siete minutos después recibió en tres cuartos, encaró a su defensor y con un remate desde media distancia marcó el segundo de los tres goles de su equipo con un disparo inatajable para el uruguayo Sebastián Viera: “Veíamos que como cinco su punto más débil eran los lanzamientos en largo y en su puesto muchas veces tenía que recurrir a eso. El golpeo no era del todo limpio, para que fuera más rápido y más plano. Pero en posiciones más adelantadas, ese pase no iba a ser tan recurrente, sino más bien corto y medio. Paradójicamente tiene una capacidad de disparo muy fuerte para poder finalizar desde afuera del área o desde el borde del área. La altura estimula a los chicos a finalizar desde afuera porque saben que la velocidad y el efecto que le van a dar al balón es mayor, entonces fue educado solo para que busque el arco en cuanto tenga un espacio”.

Fue esa noche cuando Ramírez descifró la nueva posición de Caicedo: “De ocho nos daba un impacto que no teníamos en otro jugador. Era un box to box que nos daba defensivamente mucho recorrido, mucha repetición, pero que además tenía último pase, tenía gol, estaba pisando el área. Él veía que tenía un protagonismo mayor en el partido, sobre todo en la fase ofensiva. Llegó un día en el que me dijo que él prefería jugar de ocho. Además nos permitía colocarlo en la primera línea de presión junto a nuestro delantero, en ese momento Gabriel Torres, y con esas patas que tiene provocaba muchos errores desde la salida del rival. Aquel que se atreviera a iniciar desde atrás, con nuestra presión y teniendo a Moisés en esa primera línea, nos ahorrábamos mucho trabajo atrás porque provocaba el error del contrario”.

Así fue como Caicedo se adueñó del puesto de interior derecho en el 4-3-3 de Ramírez en un mediocampo que compartía con los argentinos Cristian Pellerano y Lorenzo Faravelli. Con ese dispositivo táctico, Independiente del Valle goleó a Flamengo por 5-0 en la altura de Quito en una actuación histórica ante el por entonces vigente rey de América: Moi inauguró la cuenta a los 40 minutos en una jugada que evidenció los beneficios de su nueva posición.

Estrella de un equipo que había accedido a los octavos de final de la Libertadores y que había finalizado en segunda posición en la primera fase de la Serie A ecuatoriana, Moisés fue convocado por Gustavo Alfaro a la Selección de Ecuador para disputar la doble fecha de Eliminatorias que inauguró el recorrido sudamericano rumbo al Mundial de Catar 2022. Su debut fue como titular en la caída ante Argentina en La Bombonera y en su segundo juego marcó el 1-0 en el triunfo ante Uruguay por la segunda fecha. En la cuarta jornada, en una histórica goleada por 6-1 ante Colombia, sufrió una rotura fibrilar que le impidió participar de la recta final de la temporada de su club.

En retrospectiva, Ramírez está convencido de que su presencia le hubiera permitido escribir un desenlace diferente a su equipo: Independiente del Valle quedó eliminado por penales ante Nacional de Uruguay en los octavos de final de la Libertadores y finalizó en la sexta posición de la segunda etapa del certamen local, puesto que lo dejó fuera de la final por el título que finalmente dirimieron Barcelona y Liga Deportiva Universitaria de Quito: “Le echamos de menos en los octavos de Libertadores. Con Moisés creo que hubiéramos podido llegar muy lejos”.

Eran las últimas funciones de Caicedo en su país. Pieza clave en Independiente y en su Selección, los ojeadores que recorren el mundo en busca de la próxima gema marcaron con resaltador su nombre. Múltiples equipos planeaban llevarse al diamante ecuatoriano, una pugna en la que el Manchester United parecía adelantarse a todos sus rivales. Los Diablos Rojos mantienen un fuerte vínculo con Ecuador gracias al fabuloso rendimiento de Antonio Valencia durante una década en la que se transformó en uno de sus referentes, un ciclo que Moisés creció admirando: “Me gusta el fútbol inglés, el ritmo es muy alto. Mi sueño siempre ha sido jugar en el Manchester United. Antonio Valencia es un ejemplo a seguir. Con su fuerza y dedicación fue capaz de llegar a ese nivel. Eso me motiva a seguir trabajando duro y a hacer las cosas correctas”, confesó en más de una entrevista.

Los Diablos Rojos finalmente descartaron su incorporación. Chelsea, West Ham, Everton, Brujas, Newcastle, Milan y RB Leipzig tampoco aceleraron. Brighton, en cambio, fue a fondo. Ambos clubes compartían un antecedente: el traspaso de Billy Arce en agosto de 2018, un extremo que fue cedido continuamente y que nunca llegó a usar la camiseta del elenco inglés antes de volver a Sangolquí. Paul Winstanley, jefe de ojeadores de Las Gaviotas, viajó especialmente a Ecuador para la negociación que se concretó en 4.5 millones de libras esterlinas en febrero de 2021. “Es un jugador joven, un mediocentro atlético, algo distinto a lo que teníamos”, lo recibió el entrenador Graham Potter.

En el aeropuerto, con tan solo 19 años, se despidió entre besos, abrazos y lágrimas de su familia, una familia por la que también había llorado el 2 de noviembre: “Venía su cumpleaños y le pide permiso al fisio para ir a celebrarlo a casa. El fisio me pregunta y le digo que no, que no puede ir a casa, porque para el jugador lesionado no hay días libres. Se atrevió y me vino a hablar para pedirme permiso. Le dije: ‘No Moisés, no puedes irte a casa, estás lesionado. Tienes que seguir trabajando, no te puedes perder ni un día de tu recuperación, porque un día que pierdes es un día que vas a incorporarte tarde’. Era una forma de educarlo en lo que se le iba a venir, lo que le iba a esperar en el mundo profesional porque en cuanto se marchara de Ecuador, el cumpleaños lo iba a vivir solo porque su familia está en Ecuador. Fui muy inflexible, pero pensaba que era una manera de educarlo en lo que le estaba por llegar. Cinco minutos más tarde, estaba en la bici del gimnasio, llorando. Ahí quedó. Sin decirme nada, se fue por la noche a la casa a celebrar su cumpleaños, pero volvió por la mañana para el tratamiento. Consiguió lo que él quería, yo conseguí lo que quería, condujo durante varias horas, celebró su cumpleaños por la noche y al día siguiente estuvo para trabajar con el fisio. Se enfadó de verdad, estuvo enfadado mucho tiempo. Hasta que nos reunimos, fuimos a pasear, le pregunté cuánto le iba a durar el enfado, que yo lo que quería era que aprendiera lo que le iba a venir el año siguiente. Y él me respondió: ‘Yo quería viajar porque sabía que iba a ser el último cumpleaños que iba a celebrar con mi familia’”.

Un romance instantáneo

Elegido como uno de los cincuenta mejores jugadores sub 20 del mundo por el diario francés L’Equipe, Caicedo comenzó con su proceso de adaptación con minutos en el equipo Sub 23 antes de ser cedido al Beerschot de Bélgica hasta junio de 2022. Ramírez, quien suele forjar un lazo inquebrantable con sus dirigidos, mantuvo intacto su vínculo con Moi: “Hablamos cuando siento que necesita él o cuando soy yo quien necesita estar más cerca. Cuando se fue a Bélgica, se frustró y estaba triste por no poder demostrar lo que él creía que podía hacer ya. Obviamente la Premier es muy exigente y había que tener huevos para poner en ese momento a un chico tan joven y sin experiencia”.

El préstamo fue efímero. Después de doce partidos y un gol en la Jupiler Pro League, Brighton interrumpió la transferencia en enero de 2022 ante la lesión del zambiano Enock Mwepu y la participación de Yves Bissouma con la selección de Malí en la Copa Africana de Naciones. Aunque regresó como relevo de urgencia ante las necesidades de un mediocampo desguarnecido, cuatro meses y ocho partidos de Premier League después Caicedo se convirtió en un indiscutible y fue votado como el mejor jugador del club en el mes de abril: “Creo que debe pensar que la Premier League es fácil debido a sus resultados, y hemos sido fantásticos desde que está en la cancha. Es un tipo humilde, un chico fantástico, y estamos muy felices por él”, reflexionó el entrenador Graham Potter.

El director técnico inglés de 47 años que convirtió al Brighton en uno de los equipos más atractivos de la Premier League decidió incluirlo en su formación inicial ante el Arsenal como interior izquierdo con Bissouma como mediocentro defensivo y Mwepu por derecha en su flexible y dinámico 5-3-2 que muta permanentemente gracias a la polifuncionalidad de la mayoría de sus piezas. Aunque en principio lo habían incorporado como un posible reemplazo para el centrocampista maliense que despertó el interés de varios clubes europeos rumbo a su último año de contrato, Potter decidió darle carta blanca para exprimir la singular combinación de sus virtudes.

Caicedo da la sensación de ser omnipresente: está en todos lados, todo el tiempo. Ramírez lo explica: “Eso también se da por el modelo de juego de Brighton, está jugando un fútbol menos posicional que conmigo donde tenía que respetar más la estructura y repartirse mejor los espacios. Ahora, igual que en Bélgica, siente que tiene que darle la solución a sus compañeros para progresar. Lo ves en todos lados, atacando y defendiendo, porque llega, tiene pierna para llegar a todos lados, para realizar coberturas y ayudas, para pisar el área. Tiene deseo, generosidad y una capacidad de repetición desde el punto de vista físico que le permite estar en todos lados”.

El ecuatoriano registra un arsenal de capacidades que, amalgamadas, lo encumbran como biotipo de box to box gracias a su potencia física, su riqueza técnica, sus fundamentos y su lectura para recuperar en defensa y construir ventajas en ataque para sus compañeros en el último tercio, para rematar desde media distancia o para llegar con constancia al área rival.

“En una liga en la que tienes menos espacios para tomar decisiones, Moisés demostró -lo elogia Ramírez- que sus ejecuciones son lo suficientemente rápidas para poder resolver en situaciones de dificultad y de poco espacio. Se comunica muy bien a través del pase y de los movimientos con sus compañeros. Es muy sencillo encontrarlo y que él encuentre. Es un jugador de mucha repetición, que entiende los espacios, tiene la referencia del rival, del compañero y del espacio. Eso lo domina y lo domina rápido. Piensa rápido, ejecuta bien porque tiene buenos primeros contactos y pase. Lo que más se está destacando es su capacidad de asociarse y ser dinámico. Eso en la Premier es fundamental, sino no juegas”.

Sus highlights en los ocho partidos que disputó en la Premier League plasman su versatilidad todoterreno: anotó ante el Manchester United, asistió ante el Arsenal y registró una recuperación inolvidable ante Kevin De Bruyne en la única derrota de su campaña en la máxima categoría del fútbol inglés. En su visita al flamante campeón en el Etihad Stadium, Caicedo ocupó el rol de mediocampista defensivo ante la suspensión de Bissouma tras recibir su décima amarilla ante Tottenham.

“Es un jugador joven con un gran potencial. No hay duda de que será un jugador de primer nivel”, evaluó Potter. El entramado que edificó el entrenador inglés precisaba de un mediocampista de las características de Caicedo, capaz de cumplir con excelencia la doble función de compensar las proyecciones ofensivas de los laterales -especialmente del genial Marc Cucurella- y de detectar los espacios en ataque en un equipo que hace del movimiento constante su bandera. “El mayor reto que tendrá -advierte Ramírez- es ser consistente. Poder demostrar jornada a jornada que puede ser un jugador fiable, que no fue cuestión de un momento puntual. Estoy seguro que lo va a poder demostrar”.

El sueño catarí

Piero Hincapié, otra de las gemas del fútbol ecuatoriano que se forjó en las inferiores de Independiente del Valle antes de convertirse en una de las figuras de Talleres de Córdoba, expuso las motivaciones detrás de la ilusionante camada que afrontará su primera función mundialista en Catar: “Ecuador debe aprender que está para ser campeón en la Copa del Mundo y que no solo va a competir como uno más, así lo tenemos que ver, esa es la mentalidad si queremos ir al Mundial a poner el nombre de Ecuador en lo más alto”.

La Selección liderada por Gustavo Alfaro registró una campaña histórica en las Eliminatorias con la formación más joven del continente. Además de disputar la Copa América de Brasil, Caicedo participó en 15 de las 18 fechas, un bastión en el armado del profesor argentino que revolucionó al país y devolvió a su Selección al certamen más importante del calendario futbolístico. “En la Selección tuvo el mismo impacto que con nosotros en Independiente: le dio un salto de calidad. Lo rodeamos de una estructura que lo potenció con jugadores como Pellerano y Faravelli. Aunque son muchos los jugadores que tiene la Selección, Moisés es fundamental en el juego y en la estructura. Casi todo pasa por él, lo ofensivo y defensivo”.

Moisés fue indiscutido desde el primer encuentro ante Argentina en La Bombonera, ubicado como interior junto a Alan Franco por delante de Carlos Gruezo. Fue el cerebro y el motor de Ecuador independientemente de los ajustes en la formación entre el 4-4-2, 4-2-3-1 o 4-3-3, dejando su marca en todos los rubros: completó el 86.8% de sus pases y el 85.3% en el último tercio, fue el tercero que más chances generó, el máximo asistidor de su equipo con cuatro pases gol, anotó dos goles y fue el tercero en recuperaciones.

Alfaro respaldó a Moisés en los altibajos por su falta de continuidad en el Brighton: “Está pasando por un proceso de adaptación por la inactividad, está cada vez evolucionando mejor. Estamos viendo su rendimiento, cómo está en lo físico y está yendo para arriba, hay partidos donde ha cumplido varias funciones”. Con mayor continuidad, Caicedo recuperó su nivel habitual y cerró su participación en Eliminatorias con un despliegue formidable en el empate ante Argentina en la última jornada.

Tras encandilar a la Premier League, Caicedo está llamado a ser uno de los jugadores jóvenes más determinantes en la próxima Copa Mundial aunque su influencia será silenciosa según Ramírez: “Moisés lidera desde su trabajo, desde el juego, desde su agresividad en el juego. No es un tipo de líder que, aún siendo joven, va y habla. No es ese tipo de chico, es muy callado, no va a tirar de Ecuador a gritos pero lo va a hacer desde el juego porque es fundamental para la Tri”.

Ecuador hará su presentación en el Mundial ante Catar el 21 de noviembre en el Estadio Al Bayt con Caicedo como uno de los pilares en la estructura de Alfaro, días después de celebrar sus 21 años. Como en América y en la Premier League, Moi intentará causar un impacto inmediato en la Copa del Mundo en busca de otro sueño que expuso en una entrevista en la radio MachDeportes: “Sueño con hacer historia en el Mundial de Qatar con Ecuador. No sólo con pasar una fase sino seguir, sólo tenemos que creer y trabajar para cumplir nuestro sueño. Nos estamos esforzando mucho en nuestros clubes para dejar en alto el nombre de Ecuador en el Mundial de Qatar”. (D)