Arturo Vidal ha sido seleccionado por la prensa chilena el villano de la jornada. El volante del Inter de Milán fue expulsado a los 13 minutos por una fuerte entrada sobre el defensa ecuatoriano Félix Torres, durante el partido que se disputó la noche del martes en el estadio San Carlos de Apoquindo, en Santiago.

Chile pagó las consecuencias, porque nunca logró disimular el centro del campo mermado. No obstante, la pesadilla de la Roja se agudizó en los minutos siguientes con las lesiones de Eugenio Mena y Alexis Sánchez.

King Arturo justificó su peligrosa maniobra asegurando que no vio al zaguero ecuatoriano y que no tuvo la intención de pegarle.

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La desmedida intervención de Arturo Vidal (i) al disputar el balón con el defensa ecuatoriano Félix Torres. Foto: EFE

En declaraciones al canal TNT Sports Chile, Vidal reclamó inocencia: “No vi al jugador, no tuve la intención de pegarle. Siento tristeza. Creo que lo que pasó hoy fue algo increíble. Nunca pensé que me podían expulsar. No lo vi al jugador, así que solo pedir disculpas a mis compañeros, al cuerpo técnico, a la gente que vino a apoyar”.

“Nunca lo vi, cómo le voy a pegar una patada así a alguien. Primero iba con la cabeza. Después, cuando vi que era larga, levanté el pie, pero nunca con la intención de pegarle. Me voy con mucha tristeza, aparte estaban mis hijos (en el estadio)”, insistió el jugador del Inter de Milán casi quebrándosele la voz.

El resultado de su acción fue destacado incluso por el capitán Claudio Bravo como una de las claves de la derrota de su equipo. “Cuesta competir con un hombre menos”, sostuvo el veterano golero.

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En su cuenta en Instagram Vidal también presentó sus excusas. “Aún no lo puedo creer. Solo me queda pedir disculpas a mis compañeros, al cuerpo técnico, a mi familia y a todo mi país. Seguiremos luchando hasta el final”.

La noche del martes, en la casa de Universidad Católica no fue la primera ocasión que Arturo Vidal sale expulsado de un partido contra Ecuador por eliminatorias mundialistas, ya que en octubre de 2012, en el clasificatorio para Brasil 2014, él y su compañero Pablo Contreras vieron la tarjeta roja en el estadio Olímpico Atahualpa de Quito. La Roja, entonces dirigida por Jaime Vera (Claudio Borghi suspendido y en las tribunas) perdió por 3-1 ante la Tricolor. (D)