Cuando peor lo estaba pasando España en su segundo partido del Mundial, contra Alemania, apareció Álvaro Morata, que entró en el terreno en el minuto 54, para adelantar a España en el marcador en el 62.

Después, cuando España acariciaba la victoria, Niclas Füllkrug (83) lograría el empate definitivo para Alemania (1-1). Pero ese resultado permite a España liderar la llave E del Mundial, con cuatro puntos, en espera de su último partido contra Japón.

Morata, que parece siempre tener una cuenta pendiente con la selección española y que no se siente mimado por los aficionados de su país, fue letal ocho minutos después de entrar, marcando en el 62.

Había sustituido a un errático Ferran Torres, que había fallado un gol a puerta vacía al final de la primera parte, para asociarse a un combativo y más brillante Dani Olmo.

Precisamente Olmo, que había lanzado un balón al larguero en el minuto 7, inició la jugada del gol abriendo a la izquierda para Jordi Alba, que colgó por bajo al área para que rematara Morata a la red.

Entre aquel disparo al larguero de Olmo y el gol de Morata, España casi no había existido, con excepción del error de Ferran, con un Alemania peligrosa de forma constante.

Solo las buenas paradas de Unai Simón y el videoarbitraje que anuló en la primera parte un gol de Antonio Rudiger para Alemania por fuera de juego, salvaban a España. (D)