El primer ministro de Baviera, el conservador Markus Söder, expresó este miércoles su escepticismo ante la posibilidad de que Múnich deba acoger los partidos de la Eurocopa con mucho público en el estadio y anunció “resistencia” en caso de que así lo imponga la UEFA.

“Sinceramente, ahora mismo no me puedo imaginar tener que maniobrar con mucho público”, indicó Söder, en declaraciones a la cadena privada RTL-ntv.

El estadio del Bayern Múnich acogerá tres partidos de la fase de grupos de la selección alemana -contra Francia, contra Portugal y contra Hungría-, además de uno de cuartos de final.

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En caso de que la UEFA exija que se disputen con un número abultado de asistentes, “deberá afrontar una fuerte resistencia del gobierno alemán”, señaló Söder.

Söder ha seguido hasta ahora una línea de máxima cautela ante el coronavirus y en Baviera se han aplicado con rigor las restricciones impuestas a la vida pública para frenar los contagios.

Desde noviembre están cerrados en toda Alemania los restaurantes, el ocio y la cultura, situación a la que se sumó en diciembre el comercio no esencial. No hay una hoja de ruta para la desescalada de estas restricciones.

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Hasta ahora, un 12,7 % de la población alemana ha recibido la primera dosis de la vacuna, mientras que un 5,5 % de los ciudadanos recibieron también la segunda.

La incidencia semanal acumulada está en 124 casos por 100.000 habitantes. A partir de los 100 casos se considera que deben activarse medidas especiales para frenar la expansión de la COVID-19. (D)