Figura en los penales ante España en octavos de final del Mundial de Qatar, el arquero marroquí Yassine Bounou, ‘Bono’ en el terreno de juego, tiene una pasión confesable: Adora el fútbol argentino, es hincha de River Plate, fanático de Ariel ‘el Burrito’ Ortega e incluso habla con marcado acento argentino.

“Habla con acento argentino por la influencia del Mono Burgos durante su etapa en Atlético de Madrid. Es hincha de River y le puso “Ariel” a su perro por Ortega, que le envió una camiseta firmada”, escribió en su cuenta de Twitter la periodista de ESPN Luciana Rubinska.

El héroe de Marruecos tiene una historia increíble que ya da la vuelta al mundo a través de los medios de habla hispana. Y ese buzo tan preciado que se puso el día más importante en su carrera deportiva podría viajar a Argentina. “Si vos querés le doy la de hoy. Arielito, para vos todo lo que quieras. Gracias”, dijo Bono a periodistas luego de la epopeya frente a España.

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El arquero de 31 años explicó antes del Mundial su pasión por el fútbol argentino en una plática con el periodista Victor Tujschinaider, quien se animó a llevarle un regalo del antiguo ‘10′ de los millonarios y un video que grabaron probablemente en suelo argentino.

Las palabras del Burrito, fueron: “Tuve la posibilidad de charlar con él, por Instagram nos contactamos. Es una alegría, un honor tener una persona de otro país que te admire; así que la verdad eso está bueno... Ojalá que en algún momento nos podamos conocer”.

Bono, ya con la camiseta de River autografiada en sus manos, reaccionó: “Gracias, Arielito. Pronto te voy a ver a Argentina y me voy a sacar una foto con vos. Muchas gracias por la buena onda. Te quiero mucho”.

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“Era muy fanático de Ariel Ortega, incluso mi perro se llama Ariel, me encantaba. Desde ahí seguí el fútbol argentino. La primera camiseta que me regaló mi padre fue la de Argentina”, explicó su fanatismo al canal TyC Sports en otra entrevista.

Con ocho equipos supervivientes en Qatar, Marruecos y Argentina solo podrían verse las caras en la final. “Ojalá, pero pasaría muchos nervios”, señaló el martes con una gran sonrisa sobre lo que podría ocurrir el 18 de diciembre.

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En una selección en la que sobresalen el mediático Achraf Hakimi y el fogoso Hakim Ziyech, la poderosa silueta de Bono (1,92 metros) aporta sensatez y bonhomía a los ‘Leones del Atlas’.

Como Hakimi, que nació en España, y Ziyech, en Países Bajos, Bono vio la luz lejos de Marruecos, en Montreal (Canadá), pero regresó al país norteafricano con siete años.

En 2012, ya con 21 años, ingresó en el filial del Atlético de Madrid y pasó por el Zaragoza y el Girona hasta que en 2019 se enroló en el Sevilla, donde por fin explotó al más alto nivel, conquistando la Europa League (2020) y el trofeo Zamora (2021) al arquero menos goleado del campeonato español.

“Es una noche histórica, estamos disfrutando al máximo. Es difícil de describir, hicimos un partido a lo ‘Cholo’ Simeone”, había señalado entre risas haciendo referencia al técnico con el que coincidió cuando estaba en las inferiores del Atleti.

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Precisamente su conocimiento de LaLiga de España le ayudó en los penales. “Son chicos con los que he jugado más de una vez, pero como ya he dicho, los penales son una mezcla de suerte e intuición”, señaló con modestia tras su exhibición del martes.

En la tanda arrancó Pablo Sarabia tirando al poste y luego emergió la figura de Bono para atajar, a lados diferentes, los lanzamientos de un experto como Carlos Soler y del capitán de la Roja Sergio Busquets.

(D)