Con un gol de su figura Christian Pulisic, Estados Unidos logró el martes una angustiosa victoria 1-0 ante Irán en un duelo de alta tensión que le brindó un boleto para jugar los octavos de final del Mundial ante Países Bajos.

Pulisic, delantero del Chelsea, dio en el minuto 38 una victoria imprescindible a Estados Unidos para concluir en el segundo lugar del Grupo B y avanzar a los octavos del sábado.

Pulisic anotó el gol de la victoria en su último partido de grupo contra Irán para asegurar el pase, antes de sucumbir a una lesión abdominal que se produjo en el acto de anotar. Tras su sustitución, fue trasladado al hospital. En medio de los temores sobre su condición, lo que parece ser una foto de Snapchat de Pulisic desde su cama de hospital apareció en las redes sociales, retuiteada por la cuenta oficial del equipo de Estados Unidos que lo muestra animando.

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US Soccer reveló más tarde el martes que Pulisic sufrió una contusión pélvica y está en el día a día, pero ya se había reunido con el equipo en el hotel del equipo cuando regresaron del juego.

Inglaterra (7 puntos), que venció 3-0 a Gales (1), finalizó en la primera posición del grupo, seguida de Estados Unidos (5), Irán (3) y Gales (1).

Pulisic sufrió una fuerte colisión con el arquero iraní en la acción del gol y fue trasladado a un hospital para ser evaluado.

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“Fue llevado al hospital, creo que por precaución, se sentía un poco mareado. Fue un golpe en el abdomen”, dijo el seleccionador Gregg Berhalter en la conferencia de prensa en el estadio Al Thumama de Doha.

Christian Pulisic de EE. UU. (c) choca con la portera Alireza Beiranvand de Irán al marcar el 1-0 durante el partido de fútbol del grupo B de la Copa Mundial de la FIFA 2022 entre Irán y EE. Estadio Al Thumama en Doha, Qatar, 29 de noviembre de 2022. Foto: Neil Hall

Pulisic, líder de la nueva y prometedora generación del fútbol estadounidense, resolvió un partido envuelto en una fuerte carga política pero que se desarrolló sin incidentes entre los futbolistas, que se saludaron amistosamente antes del pitido inicial.

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“Felicidades a Estados Unidos y buena suerte para ellos en los octavos de final del Mundial”, declaró Carlos Queiroz, seleccionador de Irán, que lamentó las ocasiones perdidas por su equipo.

Con 42.127 aficionados en las gradas, el estadio Al Thumama fue una olla a presión con un ambiente mezcla de tensión mundialista y de décadas de enemistad política.

La política también comparte protagonismo en los mundiales de fútbol

Además de su trascendencia futbolística, el partido estaba rodeado de tensión por el conflictivo historial entre ambos países, que rompieron relaciones diplomáticas después de la Revolución Islámica en Irán de 1979, y por las actuales protestas contra el régimen de Teherán motivadas por la muerte de una joven en custodia policial.

Los jugadores iraníes volvieron a entonar sin entusiasmo su himno nacional, como ya hicieron en su segundo partido. En su estreno frente a Inglaterra se negaron a hacerlo, en un gesto interpretado como de solidaridad con las manifestaciones duramente reprimidas en su país.

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Para Estados Unidos, esta clasificación tenía una enorme importancia en su objetivo inyectar ilusión al país de cara al Mundial que coorganizará en 2026. (D)