El Mundial de fútbol Qatar 2022, que se inició el 20 de noviembre, se disputa entre 32 selecciones de fútbol del mundo, divididas en ocho grupos para la etapa inicial, conocida como fase de grupos. Como en cualquier evento deportivo, y más aún en una Copa del Mundo, el país anfitrión y la FIFA han invertido en tecnología para cada partido, que sin embargo no ha estado exenta de controversia. Para muestra, el primer gol del campeonato conseguido a los 3 minutos de juego por la selección ecuatoriana fue anulado debido a la revisión arbitral en el VAR, lo que provocó la primera polémica.

Tabla de posiciones de los grupos del Mundial 2022 de Qatar

Una de estas nuevas mejoras es la implementación de una nueva tecnología para controlar el offside. La tecnología semiautomatizada para la detección del fuera de juego es una herramienta que ayuda a los equipos arbitrales de video y a los árbitros sobre el terreno de juego a adoptar decisiones más rápidas, fiables y precisas.

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¿Cómo funciona?

Primero, existen doce cámaras instaladas bajo la cubierta del estadio que captan los movimientos del balón y hasta 29 puntos de datos de cada jugador que son monitoreados mediante inteligencia artificial, 50 veces por segundo, para calcular sus posiciones exactas sobre el terreno de juego. Con ello es posible trazar una imagen tridimensional de la situación.

Asimismo, el balón oficial de Qatar 2022™, Al Rihla, de Adidas, incluye en su interior una unidad de medición inercial (IMU, por sus siglas en inglés). Este sensor, situado en el centro del balón, envía un paquete de datos 500 veces por segundo a la sala de video, lo que permite detectar con absoluta precisión el momento exacto en el que se golpea el balón, afirma la FIFA.

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Esta nueva tecnología suministra un aviso automático a la sala de video siempre que reciba un balón un atacante que se encontraba en posición antirreglamentaria en el momento en que su compañero jugó la pelota.

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La recreación de las imágenes puede estar disponible tan solo unos segundos después de haber ocurrido el suceso. De hecho, se cree que las imágenes con la determinación del posible fuera de juego llegan a la sala VAR en apenas 20-25 segundos.

La fase de pruebas se realizó durante tres años y se afirma que el sistema proporciona además una colocación coherente de las líneas de fuera de juego, especialmente cuando las definen el hombro o el extremo superior del brazo. (D)