La sexta estrella se ha hecho inalcanzable. Brasil cayó ante Croacia este viernes por penales en cuartos de final del Mundial de Qatar, poniendo fin al ciclo de Tite y dando una estocada a la generación de Neymar, que no ha podido acercarse a sus ilustres predecesores.

La Seleção llegó a Qatar con todo el viento a favor para poner fin a veinte años sin ganar el máximo trofeo del fútbol: una defensa sólida, un ataque arrasador con un ‘Ney’ en gran forma y un técnico de pergaminos respetado por el grupo.

El buen comienzo del equipo en el torneo despertó esperanzas, pero también marcó el inicio de una tendencia negativa que afectó a piezas clave: Neymar y el lateral Danilo, titularísimo de Tite, se lastimaron sus tobillos y solo regresaron hasta el juego contra Corea del Sur en octavos.

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Les siguieron los laterales izquierdos Alex Sandro y Alex Telles y el ariete Gabriel Jesús. Los dos últimos salieron de manera definitiva.

Para mayor dolor, al caer en cuartos contra Croacia, el equipo de Neymar no pudo superar su actuación en Rusia 2018. Y su mejor presentación en los últimos tiempos, la semifinal de 2014 en casa, quedó marcada por la humillación sufrida ante la campeona Alemania (7-1).

Cargar el peso

Tantos años de sequía para una selección que solo acepta vencer acumuló una inmensa expectativa sobre los hombros de unos jugadores que brillan en Europa, pero que hace año y medio ya habían recibido un mazazo: derrota en la final de la Copa América ante la Argentina (1-0) de Lionel Messi, nada menos que en el Maracaná.

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El tres veces campeón del mundo, Pelé, se unió al coro que demandaba el título en el país árabe: “¡Traigan el trofeo a casa!”, lanzó el exdelantero antes del debut.

En los entrenamientos en Doha se percibía el ánimo y la comunión en torno a ganar el ‘hexa’. La ‘garotada’ y los jugadores más experimentados se fundían en abrazos y risas ante los ojos de los periodistas.

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El trofeo de la Copa del Mundo fue la imagen predilecta en el fondo de pantalla de los celulares de algunos, incluido ‘Ney’. La decoración de la sede de entrenamientos les recordó las conquistas de Pelé (1958, 1962, 1970), Romario (1994) o Ronaldo (2002).

“Llevamos este peso como todos los brasileños”, afirmó el extremo Raphinha antes del estreno. “Desde 2006 todos quieren que Brasil gane la sexta estrella”.

Pero la cita ahora se posterga para 2026, cuando Estados Unidos, México y Canadá albergarán el torneo.

Para entonces, al menos sobre el papel, ya no estarán los defensas Thiago Silva (38 años) y Dani Alves (39), y la sombra planea encima de Neymar, quien en octubre pasado aseguró que el de Qatar sería su último Mundial.

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“No sé si tengo la fuerza mental para seguir jugando al fútbol”, deslizó en un documental.

‘Ney’ todavía puede cambiar de opinión, sobre todo porque solo tiene 30 años y un contrato largo con el Paris Saint Germain. Pero el fracaso en su tercera Copa del Mundo puede acabar por imponerse: humillado en 2014, decepcionado en 2018 y sorprendido en 2022.

El astro corre el riesgo de terminar su carrera con solo la desaparecida Copa Confederaciones (2013) y el oro olímpico (2016) en su palmarés internacional, ya que se lesionó en 2019 cuando el Brasil de Tite ganó la Copa América.

La sangre fresca

Su relación con la ‘Canarinha’ (77 goles en 124 juegos) estuvo alterada por sus numerosas lesiones y polémicas dentro y fuera del campo, que hicieron difícil que muchos brasileños cerraran filas en torno a su figura.

En el corto plazo, de seguir con el equipo nacional, le queda el bálsamo de haber igualado a Pelé (77 tantos) y poder superarlo como máximo goleador de la historia de Brasil.

Pero el balance negativo no solamente oscila hacia el lado del ‘10′. También apunta al técnico Tite, de 61 años y quien antes del torneo anunció que dejaría el cargo tras el Mundial.

“Sé que el fútbol está hecho de ciclos y tuve una oportunidad única de encontrarme en esta posición”, dijo hace unos meses el DT, al mando desde junio de 2016 tras la destitución de Dunga.

Adenor Leonardo Bachi, apodado Tite, supo enderezar a la ‘Seleção’, a la que clasificó sin problemas a dos Mundiales consecutivos y guió a la coronación sudamericana en 2019.

Pero el técnico fue criticado regularmente por su juego, a veces considerado defensivo, por una afición cuyo paladar aún saborea el fútbol deslumbrante de leyendas como Pelé, Ronaldo o Ronaldinho.

Con su inagotable cantera de talento, como los jóvenes Vinicius Jr, Rodrygo, Antony o Gabriel Martinelli, los pentacampeones podrán reinventarse, sin importar el nuevo entrenador.

La presión para volver a ganar, sin embargo, será más asfixiante. (D)