Cristiano Ronaldo se aferra con uñas y dientes al sueño de la liga saudí. Un milagro casi imposible de arrebatar el título al Al Ittihad, entrenado por Nuno Espírito Santo.

Tras el último tropiezo liguero en el Clásico de Riad ante el Al Hilal, el Al Nassr ve como se aleja el tren del campeonato en favor del club de Jeddah. Un jarro de agua fría que no hace más que empañar la aventura de Cristiano en Arabia Saudí.

El Al Nassr está en una situación delicadísima con seis puntos de desventaja y con solamente seis partidos por disputar. Difícil situación para CR7. La agónica victoria del líder ante el Al Shabab de Vicente Moreno (2-1 con el gol de la victoria en el minuto 90+16) ha caído como una losa en las aspiraciones de Cristiano de ganar la liga.

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Tras el batacazo que supuso no estar ni siquiera en la gran final de la Supercopa, se unió la desastrosa derrota en semifinales de la Copa del Rey saudí esta semana ante el Al Wehda, que jugó gran parte del segundo tiempo con diez jugadores. Ni por esas, el equipo de Cristiano consiguió pasar a la final.

 Un tropiezo que es un granito de arena más a una temporada deportivamente dura para el internacional portugués. Un malestar que se le nota en el campo a Cristiano, que se le ve por momentos sobrepasado por la mala situación. Quiere tirar del carro de su equipo pero no encuentra soluciones a la falta de juego del Al Nassr. 

En Copa se le vio a gritos con su entrenador, pidiendo explicaciones para evitar una debacle que se acabó produciendo. El Al Nassr ha sumado un punto en los dos últimos encuentros y Cristiano Ronaldo ve el sueño de ganar otro título liguero una quimera.

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Cristiano va a bronca por partido. Además, tiene por delante una diferencia de puntos amplia que solventar lo que se hace muy cuesta arriba los próximos partidos. El Al Nassr necesita un milagro para que Cristiano no acabe su primera temporada en Arabia Saudí de vacío.

Este viernes juega en su estadio ante el Al Raed, equipo de la mitad de la tabla, en una nueva oportunidad de meter presión, si cabe al Al Ittihad. Otro pinchazo significaría un adiós casi definitivo. Un varapalo inaudito para un Cristiano aconstumbrado siempre a ser competitivo hasta el final... Y a vencer la mayoría de las veces. Un triste final a los últimos suspiros de la carrera del crack portugués. (D)