Dani Alves continúa en prisión y sin fianza —a espera de su juicio— tras su presunta agresión sexual a una joven de 23 años el pasado 30 de diciembre en la discoteca Sutton, en Barcelona. Un arresto que se produjo hace ya casi una semana y que día tras día va encajando piezas del puzle contra el futbolista, pues ya no solo está el testimonio de la víctima, sino también el de las testigos, las grabaciones de las cámaras de seguridad de la discoteca, las declaraciones de trabajadores y la del chef y amigo de Alves, el informe médico y el atestado rubricado de los Mossos d’Esquadra, publica diario AS, de España.

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Todos o casi todos se habían pronunciado, pero la que ahora lo ha hecho públicamente ha sido la abogada de la víctima, Ester García López, quien en declaraciones para el medio brasileño UOL ha señalado que el jugador no usó preservativo en la presunta violación, y que su clienta tuvo que usar medicación para prevenir el riesgo de una posible infección de transmisión sexual.

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Sobre el estado de la joven de 23 años, Ester admite que ha estado siguiendo diferentes tratamientos: “Está recibiendo apoyo psicológico a través de una entidad pública especializada en el tratamiento de víctimas de violencia. El hospital le ha mandado un tratamiento completo encaminado a evitar cualquier tipo de enfermedad infectocontagiosa, pues él no utilizó preservativo. También tiene un tratamiento farmacológico con ansiolíticos para poder dormir”.

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La letrada también ha confesado a Talyta Vespa y Thiago Arantes que la unidad de delitos sexuales de Barcelona actuó muy rápido en la noche que ocurrieron los hechos, y eso ha ayudado mucho a su caso: “Por suerte, salió de la discoteca en ambulancia y fue directa a la Unidad Central de Agresiones Sexuales. Entonces, a diferencia de la mayoría de las víctimas de violencia sexual, quienes, por el trauma, lavan su ropa interior, ella no tuvo tiempo de pensar en eso. Rápidamente fue atendida, quedando ahí las evidencias”.

Aquella noche, la víctima no bebió alcohol, tal y como ha asegurado Ester al medio citado, y además “ofreció una declaración concisa, sin ninguna contradicción, y eso es raro. Muchas mujeres sufren estrés postraumático y olvidan detalles, se acuerdan después, y eso no invalida la verdad. Pero en su caso, eso no sucedió. Ella recordaba todo de principio a fin”.

Un caso ‘ejemplar’ para la abogada

Sobre el caso en sí, la abogada ha sido muy clara, y cree que “la posibilidad de fuga del señor Alves, quien tiene una condición económica favorable y doble nacionalidad, fueron determinantes para su arresto”.

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Por último, considera “ejemplar” el inicio de este caso, sobre todo por la forma de tratar al acusado. “Hay algunas figuras públicas que creen que están por encima del bien y del mal, que piensan que nadie creería jamás a una chica como mi clienta. Hay muchas mujeres que no denuncian cuando se trata de una figura pública por la dificultad a nivel emocional y judicial. Pero yo creo que en este caso, como sea que termine (espero que termine con una condena), la prisión sin fianza ya es ejemplar”, ha concluido.

Alves pasó al lado de la víctima posteriormente

Tras la presunta agresión sexual, la joven de 23 años se disponía a marcharse entre lágrimas, lo cual llamó la atención de uno de los porteros de la discoteca, quien rápidamente llamó a Robert Massanet, el jefe de la sala, quien estuvo con la víctima durante varios minutos, tal y como recoge Mayka Navarro en La Vanguardia.

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“No tenía consuelo. Yo le preguntaba: ‘¿Pero qué te ha pasado? ¡Cuéntame qué te ha pasado! Tienes que tranquilizarte’. Pero estaba muy agobiada”, señaló este a los Mossos. Pero, mientras, en ese momento, apareció por el mismo pasillo Dani Alves, quien casi les rozó para abandonar rápidamente la discoteca. Un momento en el que “la tuvo que ver llorando”, como aseguró uno de los allí presentes. (D)