Álex Bolívar Cevallos Villavicencio hace varias revelaciones en una charla con EL UNIVERSO de cara al Clásico del Astillero de este domingo. El exarquero de 55 años (nació en Ancón, el 3 de agosto de 1967) cuenta los mensajes, en tono de advertencia. que su compañero en Emelec, Carlos Alberto Juárez, le pedía que le dé a su hermano José Francisco, golero de Barcelona SC, antes de un Clásico del Astillero.

También confiesa que se hizo hincha eléctrico desde que lo contrató el club azul en 1993 y que esa condición la mantiene hasta hoy. Por eso espera una victoria millonaria este domingo, cuando los dos equipos más populares de Ecuador se midan por la undécima fecha de la LigaPro 2022.

No conoce, dice Álex Cevallos, de dos hermanos enfrentados en el clásico de un país desde el arco. Entre 1995 y 1998 chocó en siete ocasiones contra Barcelona SC y solo perdió una vez (cuatro veces tuvo a hermano José Francisco como adversario, con tres encuentros empatados y el restante, en el último duelo entre ambos, ganó Emelec 3-1).

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El exguardameta de 9 de Octubre (con el que llegó a primera división), Filanbanco, Valdez, El Nacional y Deportivo Cuenca, es ahora comentarista deportivo en radio La Bruja y administra un restaurante (Puerto Maralto) especializado en mariscos, en Ciudad Celeste.

¿Recuerda cuál fue el primer clásico en el que enfrentó a su hermano?

Si. Fue en 1995 (24 de marzo). Empatamos a 1 en el Monumental. Por Barcelona SC anotó Marcelo Pepo Morales. Igualamos sobre el final con un gol de Ivo Ron. En ese partido para José Francisco y yo, el resultado fue lo de menos. Lo importante fue la anécdota que nos quedó: nos enfrentamos en un estadio lleno y que todo fue una fiesta.

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¿Es decir que no había rivalidad entre hermanos en las siete veces que se encontraron en el duelo del Astillero?

Para mí fue una alegría. Muchos habrán podido suponer que a lo mejor íbamos a pelear, pero estábamos lejos, de un arco a otro de distancia. No hubo ese roce que pudimos haber tenido. Ganamos, perdimos o empatamos, pero al final de cada juego siempre terminamos dándonos un fuerte abrazo.

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¿Cómo vivía la familia Cevallos-Villavicencio en los días anteriores a los partidos cuando usted iba a atajar por Emelec y José Francisco por Barcelona SC?

Los viernes nos reunimos en la casa de mi mamá. Pancho y yo íbamos con nuestras familias. Le pedíamos la bendición a nuestra madre (Violeta Villavicencia) y disfrutábamos de un rato ameno, con alguna apuesta de por medio. Por ejemplo, el que perdía el Clásico del Astillero pagaba un asado a toda la familia. En ese primer partido en que nos enfrentamos pagamos mitad y mitad, porque fue empate). No sé si en el mundo hubo un caso como el nuestro, de dos hermanos siendo arqueros titulares en los equipos más populares de un país, jugando un clásico nacional. Esto es un orgullo.

Su madre los bendecía, pero seguramente no le agradaba mucho ver a sus dos hijos enfrentados, aunque fuera deportivamente.

A mi mamá no le gustaba ver los partidos. Nos llamaba a cada uno para preguntarnos cómo estábamos. Cuando le decíamos que estábamos bien su única respuesta era: gracias a Dios. Una anécdota se dio antes del primer Clásico del Astillero en que nos enfrentamos (1995). Pancho la invitó para que viviera esa fiesta en directo. Para otras madres tal vez habría sido espectacular ir a ver a sus hijos, pero ella se ponía nerviosa. Sin embargo aceptó y fue al Monumental. Pero cuando empezó el partido sufría si atacaban mi arco y lo mismo le sucedía cuando José Francisco era asediado. Mi mamá no soportó los nervios ¡Ni cinco minutos duró y se fue! Se quedó cerca del monumento al balón que está afuera (del lado oeste), con mi hermana, hasta que acabó el partido. No vio nada, no aguantó la tensión.

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Álex (i) y José Francisco Cevallos junto con su mamá, Violeta Villavicencio, en julio del 2008, luego de que Pancho ganara la Copa Libertadores con Liga de Quito. Foto: Archivo

¿Es cierto que su hermano José Franciso no era guardameta cuando comenzó a jugar?

Él era delantero, no arquero. Le gustaba marcar goles y jugaba muy bien. Alguna vez en un equipo que participaba en un interbarrial, o en un torneo local, faltaba un portero, entonces el entrenador le dijo: ¿te animas (a atajar)? José Francisco y respondió que sí. Entró al arco y no salió más de ahí.

¿Y usted? ¿Siempre fue arquero?

Desde muy chico me gustó el arco. Cuando ingresé a 9 de Octubre, a través de la selección del colegio José María Velasco Ibarra (de Milagro), ya era el arquero. Me vio el técnico Luis Grimaldi y me incorporó al primer plantel octubrino, en 1982; yo solo tenía 15 años. Como el equipo hacía base en Milagro, podía estudiar y entrenar. Grimaldi fue un gran maestro para mí.

¿Cómo se dio su llegada a Emelec?

Fue en 1993, por iniciativa del actual presidente del club, Nassib Neme. Con él estoy eternamente agradecido por llevarme a una institución tan grande. También soy grato con la afición y con mis compañeros. En esa época se armó un gran equipo. Ganamos el título de ese año y al siguiente fuimos bicampeones. Teníamos un equipazo, que era la base de la Selección que participó en la Copa América de Ecuador 1993. Cuando llegué a Emelec es donde se me insertó el entusiasmo de ser hincha emelecista, y eso es algo mantengo hasta el momento.

¿Alguna vez algún compañero de Emelec le preguntó sobre algún punto débil de José Francisco antes de un Clásico del Astillero?

(Sonríe) No. Más bien destacaban lo bueno que ambos hacíamos. Siempre nos decían, a él y a mi nuestros respectivos compañeros de equipo: “Es jodido hacerle un gol a tu hermano”. Lo que sí querían algunos entrenadores de Emelec es que alguien tratara de ofuscar a Pancho porque tiene un carácter es más fuerte que el mío. Por alguna situación en los clásicos se insultaba con el Cuqui Juárez. Carlos Alberto era campeón para molestarlo y sacarlo de quicio en los partidos.

Juárez solía hacer advertencias antes de los Clásicos del Astillero. ¿Hubo alguna para su hermano?

(Sonríe) El Cuqui me decía: ‘Dile a tu hermano que lo voy a romper haciéndole goles’. Yo le contestaba: díselo tú mismo. Juárez es así, bromista. Es uno de mis mejores amigos. Es una gran persona, fue un gran jugador, un tipazo y un goleador. Alguna vez mi hermano y el Cuqui tuvieron un problema en la cancha. Se insultaron, pero eso quedó ahí. Ahora son grandes amigos.

¿Por qué Emelec no gana un título desde el 2017?

Hubo una transición, en todo equipo es así. No hay plantel que pueda durar tantos años consiguiendo títulos. Se van jugadores importantes, algunos al extranjero; otros se retiran. Entonces se hacen cambios. Tal vez a Emelec se lo cuestione mucho y no se tome en cuenta que en los últimos años ha sido protagonista. Tiene un gran plantel, al igual que Barcelona SC.

¿Quién gana este domingo?

¡Ufff! ¡Está difícil! Como candidato lo pongo a Emelec, pero en los clásicos todos duplican esfuerzos. Barcelona SC también viene bien, sin embargo, es evidente qué equipo quiero que gane (sonríe). (D)