Resultó infructuosa la apuesta del doble 9 de Fabián Bustos, director técnico de Barcelona Sporting Club, la noche de este miércoles, en la semifinal de vuelta de la Copa Libertadores, frente al brasileño Flamengo. Ningún gol –cuando el equipo canario necesitaba al menos un par en su ilusión de avanzar a la final– y apenas dos tibios tiros al arco fue el saldo que dejó el contar de inicio, y durante una hora, en el estadio Monumental Banco Pichincha con los centrodelanteros Gonzalo Mastriani, uruguayo, y Carlos Garcés en cancha, estrategia inusual en el elenco torero.

Sorprendió Bustos. Y no solo por dejar en el banquillo de entrada a Damián Díaz, principal figura del mediocampo de Barcelona y uno de los capitanes del plantel a sus 35 años, renovado además hasta 2023 la semana anterior. Con el objetivo de remontar el 2-0 sufrido en el Maracaná en el encuentro de ida, el entrenador de los amarillos alineó desde el pitazo inicial a Mastriani y Garcés, goleadores según su carta de presentación, pero que solamente habían arrancado juntos en un partido esta temporada. Por lo general, el Toro solo hace uso de uno de ellos a la vez en un esquema conocido de un punta.

Este miércoles, el club guayaquileño se despidió de la Libertadores en semifinales, perdiendo 2-0 en casa y arrojando un marcador global de 4-0. Los cuatro tantos del Mengao en la serie los marcó el imparable Bruno Henrique.

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La impresión era que dos centrodelanteros en la planilla de juego no producían en la práctica siquiera lo que uno solo. El charrúa Mastriani, quien le arrebató la titularidad a Garcés a medida que avanzaba la temporada, tuvo su primera oportunidad al minuto 7, cuando, tras centro de Byron Castillo por derecha, cabeceó débil a las manos del experimentado guardameta Diego Alves. El atacante volvió a probar a los 45 minutos, nuevamente con tibieza, con un disparo al pórtico tras pase de Emmanuel Martínez. Garcés, prácticamente inexistente ante la nula búsqueda de sus compañeros.

Por lo demás, el elenco dueño de casa se valía mayormente de los intentos directos del mediocampista argentino Martínez y los carrileros Castillo y Mario Pineida; en suma, los tres con mayor presencia en los cinco tiros al arco que registró Barcelona en la primera mitad. Poco buscaron a los dos arietes para la definición.

Carlos Garcés (der.) observa una acción por aire del choque entre Barcelona y Flamengo. Foto: -- FRANKLIN JACOME

Hasta el minuto 56, cuando Bustos decidió sustituir a Garcés para apostar por el volante Gabriel Cortez, dejando como único centrodelantero a Mastriani, el exatacante del Delfín de Manta (2017-2020) registró cinco pases al pie, la mayoría de estos desde el minuto 46 y gracias a la colaboración del ingresado Díaz; un centro y dos bolas perdidas. Entre tanto, el uruguayo dejó para las estadísticas tres tiros (dos al arco), un pase largo y siete balones perdidos, pases equivocados inclusive.

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La única ocasión este año en que Garcés y Mastriani habían actuado juntos de inicio fue en Ambato contra Técnico Universitario, el 31 de julio, por la segunda ronda de la LigaPro Serie A. Aquella vez, Barcelona perdía por la mínima, el ariete de 31 años fue sustituido al minuto 59 y los canarios lograron remontar para imponerse (1-2).

De acuerdo con datos en el sitio web de la Liga Profesional, Mastriani lleva cinco goles en el torneo doméstico este año, mientras que Garcés ha marcado tres. El charrúa ha jugado 21 partidos, nueve de estos como titular, en tanto que el manabita registra 20 apariciones, 14 desde el pitazo inicial.

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En la Libertadores 2021, Garcés anotó tres dianas; Mastriani, una. (D)