La segunda temporada de Soy Georgina sigue dando de qué hablar cinco días después de su estreno. Como ya sucedió con la primera entrega, la docuserie de Netflix está llena de todo tipo de confesiones íntimas personales y de su familia. Algunas las ha ido contando ella y otras las hemos podido conocer gracias a sus amigos, publica diario AS de España.

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La última de ellas es, sin duda, una de las más curiosas. Y es que en el capítulo 5, en una conversación con sus “queridas”, como llama a sus amigas, reveló uno de los lugares más extravagantes en los que había mantenido relaciones sexuales con su pareja, Cristiano Ronaldo.

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Un tatuaje, el desencadenante de la situación

La protagonista del documental le estaba enseñando a sus amigos el resultado de la obra que la pareja está realizando en su casa de Madrid cuando empezó a contarles la historia. La influencer se había hecho un tatuaje en los brazos y no podía mojárselos. “No nos metimos en la playa y me forré los brazos de esparadrapo el primer día”.

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La cosa cambió cuando llegó a casa. “Me dijo Cris que fuéramos al spa. Pues vamos. Estaba superrayada y la primera vez que me metí en el jacuzzi entré con los brazos así levantados”, prosiguió. La profundidad de las aguas hizo que la de Jaca terminase rindiéndose y disfrutase del baño.

“Ya podíais haberlo hecho en la cama y no en el spa”, le espetó de repente Iván García, colaborador televisivo en Telecinco.

“No, lo hicimos…”, respondió Rodríguez sin terminar la frase pero dando a entender que sí habían mantenido relaciones ahí. “¿Hicisteis el amor en el spa?”, preguntó inmediatamente su hermana Ivana.

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Una sonrisa nerviosa se intuía en el rostro de Georgina, que intentaba escurrir el bulto recalcando que estaban hablando de tatuajes. “¿Y esa risa?”, “se ha puesto nerviosa” bromeaban algunos de los presentes en la mesa. “Que no lo oiga Cristiano”, zanjó delante de la cámara García. (D)