“No me gusta el discurso según el cual si nos clasificamos (a octavos de final) somos bárbaros y si no todo lo que hicimos es malo. El resultado no determina tanto. Para mí hicimos todo lo que Ecuador debía hacer. Ojalá mañana (martes, contra Senegal) tengamos el fútbol y el rendimiento que permita seguir adelante. Hasta aquí los méritos los hemos acumulado”, comentó este lunes Gustavo Alfaro, entrenador de la Tricolor.

Esa postura del entrenador argentino, de 60 años, se puede entender como una declaración de principios. La mesura y la precaución en sus expresiones públicas han distinguido al técnico oriundo de Rafaela.

Ese duelo ante Senegal, con el que Ecuador cierra su participación en la fase de grupos en Qatar 2022 es el más trascendente para el DT en toda su trayectoria. Ganador de la Copa Sudamericana con Arsenal de Sarandí, en el 2007, lo que puede conseguir en un escenario de connotación universal no tiene parangón: ubicarse entre los 16 mejores de la Copa del Mundo.

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Pero más allá de que se concrete o no aquella aspiración el saldo de la participación de Ecuador en el Mundial es altamente favorable. Por juego, por personalidad, funcionamiento colectivo, rendimiento individual la Tricolor de Alfaro ha obtenido reconocimiento y respeto.

“Después de tres décadas, el director técnico argentino afronta el desafío de su vida. Cómo se preparó para la máxima cita del fútbol”, dice la página web de la FIFA sobre el capítulo profesional de mayor importancia en la vida de Alfaro. Por eso le dedica una amplia nota en la que el DT habla de los estrategas que más influyeron en su formación y estilo.

Dice la FIFA: “La construcción de cada entrenador es singular y la de Gustavo Alfaro, que recorrió todos los estamentos del fútbol local antes de aterrizar en el mando de la selección de Ecuador, tiene cuatro escenas que marcaron a fuego su identidad”.

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‘No tuve padrino’

El adiestrador de la Tricolor habla en esa nota de sus referentes en la conducción. “Alfaro le escapa a las etiquetas prejuiciosas que suelen estampársele a los técnicos en el fútbol. Su gestión en Ecuador es una prueba más de que dentro de un mismo entrenador puede caber un mundo de ideas y filosofías”

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“Yo no tuve un padrino, no tuve un entrenador que me marcara. Para mí fue todo cuesta arriba. Siempre fue una búsqueda solitaria. Me reunía con entrenadores y buscaba la receta mágica que te garantice el éxito, que es lo que todos buscamos. Y ahí fui moldeando mi perfil. Todos me fueron marcando el camino y cada uno te daba un tip, algo determinante”.

Alfaro se detuvo en los cuatro estrategas que más influyeron su idea futbolística. Estos son a los que cita en la FIFA.com.

1) Carlos Timoteo Griguol (1934-2021): “Un día estaba en Quilmes. Tenía 34 años. En Gimnasia estaba Griguol, en un buen momento de Gimnasia. Yo había terminado la competencia en el Nacional B, tenía que subir a primera, y le pedí cinco o seis jugadores. Carlos me preguntó por qué le pedía esos futbolistas, y yo le dije que era porque veía que no tenían continuidad. Me preguntó si tenía tiempo para ir a los entrenamientos, y me invitó 30 días a verlos. Y me dijo que los viera, y que después de 30 días le dijera si los quería o no. Terminaron los 30 días y me preguntó a quiénes quería… y yo quería a dos. Y me dijo: ‘¿Vio? Imagínese si yo le daba a los seis. ¿Sabe la cantidad de veces que yo tenía a un futbolista, lo enfrenté en un partido y la rompió y yo lo quería traer? Y cuando lo tenés adentro ahí lo conocés. Todos vemos lo que el futbolista tiene. Pero no lo que no tiene. A los jugadores hay que verlos por lo que no tienen, que es más relevante que lo que tiene’. Ahí hicimos una relación hermosa”.

Griguol ganó tres títulos como entrenador con Rosario Central (1973) y Ferrocarril Oeste (1982 y 1984).

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2) César Luis Menotti (1938): “Estuvimos varias veces, pero una nos dijo: ‘¿Saben por qué la gente duerme de noche? Porque tiene sueños. Y dice: ¿saben por qué no duermo de noche? Porque tengo sueños’. Y así definía el valor de los sueños desde el sentido romántico del trabajo puesta en esos lugares, porque los sueños te impulsan, y el valor que le damos a los sueños. Tengo una relación muy linda con él”.

Menotti fue campeón mundial con Argentina en 1978 y con la selección juvenil en 1979.

3) Carlos Salvador Bilardo (1938): “Tuvimos una reunión de dos horas de fútbol donde yo estaba empezando e iba a los entrenamientos suyos en Boca donde estaba Diego Maradona. Él hablaba de los procesos de selección, decía que las Eliminatorias son muy difíciles y que hay que llegar aunque sea en muletas porque cuando llegás al Mundial es una cosa totalmente diferente. Y cuando veías desde la percepción que tenía, del sentido futbolístico que tenía, tenía diferencias de vida con Menotti, pero no de concepción. Esa posibilidad te va marcando todo”.

Bilardo fue campeón del mundo en 1986 y finalista en Italia 1990.

4) Alejandro Sabella (1954-2020): “Siendo Sabella entrenador de Argentina me llamó por Lisandro López, un defensor que tuve en Arsenal. Estaba haciendo una selección local y quería ver la práctica. Terminó el entrenamiento y bajó a saludar. Nos quedamos hablando una hora y media de fútbol, me preguntó por cómo veía a la selección, y yo dije ‘pucha, qué humildad este hombre’. En Argentina siempre tuvimos a los entrenadores como inalcanzables. Y Alejandro volvió a la selección terrenal: la puso al servicio de todos. Y yo decía que si el día de mañana me tocaba ser seleccionador, quería ser como Alejandro. Estaba con todo el mundo, hablaba con todos. Ahí dije que quería ser como él. Y hoy yo hago eso: hablo con los entrenadores de los clubes, les pido sus opiniones. Uno a veces en ese lugar piensa que lo importante es uno, y lo importante es el cargo que uno representa. Hay que representar el cargo y punto. Esos ejemplos marcaron mi carrera y mi rumbo”.

Sabella fue finalista con Argentina en el Mundial 2014. (D)