Pese a no haber dado la medida de su genio en este 2021, primero en el Barcelona y después en el PSG, Lionel Messi recibió su séptimo Balón de Oro este lunes en París, donde poco a poco se aclimata a su nueva vida.

La Copa América conquistada en julio, ¡al fin su primer título con Argentina!, ha decantado la balanza de las votaciones a su favor para este prestigioso galardón con el que se distingue al mejor futbolista de un año natural.

La ‘Albiceleste’, que conquistó el título continental en casa de su gran rival Brasil, llevaba esperando 28 años para festejar un gran título y la ‘Pulga’... ¡toda una vida!.

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Derrotado tres veces en final del torneo sudamericano (2007, 2015 y 2016), batido en la final del Mundial-2014 (en la prórroga contra Alemania por 1-0), Messi se creía maldito con su país, con el que no había podido tener el mismo éxito que sí había vivido en el Barcelona.

Esos fiascos a repetición le llevaron en 2016, tras volver a perder la final en los penales contra Chile, en una tanda en la que falló su lanzamiento, llevaron incluso a Messi a anunciar su retirada de la selección... antes de volverse atrás en su decisión unos meses después.

En la Copa América-2021 en Brasil, que había sido aplazada un año por la pandemia, Messi lideró a la ‘Albiceleste’ al título, derrotando por 1-0 a la Seleçao en la final. Un éxito sobre el que se ha cimentado su séptimo Balón de Oro.

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En esta ocasión, no ha sido su desempeño a nivel de clubes lo que ha acabado decidiendo el voto de los periodistas. Su primera parte del año en el Barcelona, con el que solo ganó la Copa del Rey, no estuvo a la altura de temporadas anteriores y sus comienzos en París, tras firmar por el PSG en agosto, han sido más difíciles de lo esperado.

“Solo tiene que reencontrar la sonrisa”

Aunque aquellos que le conocen bien tratan de justificarlo. “Sólo tiene que reencontrar la sonrisa, la felicidad, para recuperar su mejor fútbol2, explicaba el pasado viernes Jorge Sampaoli, quien sin embargo no vivió una relación fácil con la ‘Pulga’ cuando dirigió a Argentina durante la Copa del Mundo de 2018.

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“Ha pasado toda su vida en un club. Luego ha cambiado, por otro idioma, por otro fútbol. Siempre será el mejor del mundo”, insistió el actual entrenador del Marsella.

“ES un lujo tener a Leo aquí y verle todos los domingos. Hay que entender su situación. El tiempo demostrará lo diferente que es con respecto a los otros jugadores. Ha dado otro nivel a la Ligue 1″, reiteró Sampaoli.

En el París SG, su también compatriota Mauricio Pochettino, defiende igualmente a su estrella. “Estamos hablando del mejor jugador del mundo”, recordaba recientemente el entrenador rosarino.

“Una vez dicho esto, hay que entender que es un hombre, como nosotros, que tiene que adaptarse a su nuevo club, que la familia se adapte a una nueva cultura”, recordó Pochettino.

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“Dejemos a la gente trabajar, a los jugadores adaptarse; ha pasado veinte años en Barcelona, normal que se siente más en casa en Barcelona. Aquí todo es nuevo”, había advertido ya ‘Poche’ a finales de septiembre. “Con tiempo, trabajo y conociendo a sus compañeros, seguro que tendrá éxito”.

Pese a su difícil comienzo en París, Messi anotó su primer gol con la camiseta del PSG en Champions contra el Manchester City y el pasado domingo fue decisivo dando las tres asistencias en la victoria contra el Saint Etienne (3-1).

La familia se aclimata

“Lo vimos en el pasado: Raí tardó un año en explotar”, recuerda a la AFP el excapitán del PSG Dominique Bathenay en referencia al antiguo ídolo brasileño del Parque de los Príncipes.

En cuanto a su complicidad con Neymar y Kylian Mbappé en el llamado ‘MNM’, “siempre se necesita tiempo, independientemente de la calidad de los jugadores”, destaca Bathenay.

En todo caso, su aclimatación debería ir cada vez mejor, sobre todo ahora que está ultimando instalarse en su casa de Neuilly-sur-Seine, una selecta ciudad de la periferia parisina.

Y su familia también se aclimata a su nueva vida. Su esposa, Antonela Roccuzzo, está muy feliz de encontrarse en París, más glamurosa que Barcelona, donde puede disfrutar de la Ciudad de la Luz, según su entorno. En Cataluña, los Messi vivían muy alejados del centro de Barcelona.

Leo, enamorado de Antonela desde los 9 años, deberá pasar la Navidad sin su familia, ya que su esposa y sus tres hijos tienen pensado pasar un mes en Argentina coincidiendo con las vacaciones.

Si bien Messi ya no tiene que demostrar su genio, solo tiene que confirmar su estado físico, ahora que ha cumplido ya 34 años.

Y el haber roto su supuesto maleficio con Argentina puede liberarle en sus últimos años en activo y concentrarse en llevar al PSG a ganar la deseada Champions y, sobre todo, la conquista del único gran título que le falta: la Copa del Mundo.