Ya es una costumbre en Barcelona SC, reforzada desde que asumió la presidencia Carlos Alfaro Moreno, cada vez que una delegación canaria viaje fuera del país para competir en las copas Libertadores o Sudamericana, que la dirigencia reciba en el hotel de concentración a futbolistas extranjeros que jugaron en el club para hacerles reconocimientos.

Este martes, antes del duelo contra el Bolívar (19:00 de Ecuador) por la cuarta fecha del Grupo C de la Libertadores, el turno de los homenajes para dos notables exvolantes bolivianos: Marco Antonio Etcheverry y Julio César Baldivieso, el Diablo y El Emperador, ambos de recordados pasos por Barcelona SC a finales del siglo anterior.

Como ha sucedido en la mayoría de países de Sudamérica que visitan los toreros en sus incursiones en los torneos de la Conmebol, la entrega de camisetas actuales del equipo alcanzó a Etcheverry y Baldivieso, cuyos respectivos nombres fueron estampados en la vestimenta que les obsequió Alfaro Moreno, quein fue compañero del Emperador en Barcelona SC.

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En Brasil ocurrieron los que son, hasta ahora, los reencuentros más emotivos entre exfutbolistas canarios organizados por los dirigentes, en el 2017 y en el 2020. Gerson Teixeira (fallecido en el 2019), Pepe Paes, Toninho Vieira, Víctor Ephanor, y Magú (nueve campeonatos, entre todos) cenaron con los directivos barcelonistas y también fueron obsequiados con camisetas amarillas.

Intercambio de camisetas

Etcheverry y Baldivieso compartieron un almuerzo con la directiva barcelonista en Santa Cruz de la Sierra, donde el plantel que comanda Fabián Bustos hizo base antes de desplazarse hasta la altura de La Paz (416 metros sobre el nivel del mar, la primera; 3.604 metros, la segunda).

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El Diablo también entregó a Alfaro Moreno una camiseta de la selección boliviana de 1994 firmada por todos los miembros del histórico equipo que clasificó al Mundial de Estados Unidos, entre ellos Gustavo Quinteros, antiguo entrenador de Emelec.

Etcheverry ganó con Barcelona el título nacional de 1997 y Baldivieso se unió al conjunto del Astillero en 1999. Ambos regresaron a Ecuador, posteriormente; el Diablo para enrolarse brevemente en Emelec, en 1998, y como entrenador de Aucas, en el 2009. El Emperador tuvo un paso fugaz como mediocampista del Deportivo Quevedo, en el 2005. (D)