Al Rayyan volvió a ver la cara de la derrota en el fútbol catarí tras caer 2-3 en casa ante Umm Salal y de nuevo se preocupa por los puestos de descenso. James Rodríguez volvió a ser titular constante del equipo tras un mes sin actividad, pero se le ve deambulando en un fútbol que no se le acomoda y donde no hay un proyecto claro, publica diario Marca de España.

James se fue a Catar a cambio de una millonada y la historia ya conocida en Everton. Al parecer iba a ser la piedra angular de un proyecto sólido de Al Rayyan, pero nada de eso se ve: el colombiano porta el número 10 en la camiseta, pero sus funciones no se notan y futbolísticamente se lo ve cada vez más perdido al igual que su equipo.

El cafetero juega en ocasiones como un volante creativo neto y en otras se recuesta sobre los costados como una especie de extremo. La mayor responsabilidad ofensiva del equipo se recarga sobre los pies y hace lo que su actual performance le permite, pero no es suficiente y tampoco se ve conexión con sus compañeros.

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Brahimi (iraní) y Nzonzi (francés) son los únicos que parecen estar más o menos a la altura de su calidad, porque el resto de compañeros suelen ‘devolverle un ladrillo’ cuando él les tira un balón de cara a portería. Y a esto se le suma la imprecisión de James en sus remates de media distancia que en conjunto son malos resultados para Al Rayyan.

Laurent Blanc estuvo al borde de ser despedido, pero la Copa de Catar (en la que James no jugó porque increíblemente no estaba inscrito por cuestión de plazos) le salvó el puesto. Sin embargo, su equipo no sabe a qué juega y la defensa es un desconcierto. No hay un buen mediocampo que le dé una mano a James en la generación y el colombiano siempre debe retroceder varios metros para buscar el esférico y así le facilita el trabajo a la zaga rival.

Para rematar, la pierna fuerte es un común denominador y a James lo castigan constantemente con infracciones vehementes en la mitad de la cancha (donde no representa peligro para el rival y sí para su físico). Y en la pelota quieta es el único factor donde él puede destacarse con buenos centros al área para sus compañeros que suelen errar de cara al arco.

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Se prevé que Al Rayyan buscará salvar la temporada evitando el descenso y no hará mucho más en estas diez jornadas que restan de la liga de Catar. Después habrá que ver qué pasa con Rodríguez y su futuro pensando en la posible participación del Mundial y una huida futbolística de una debacle previsible en este destino asiático donde hay de todo, menos fútbol. (D)