“Pancho (Cevallos) me había advertido que había jugadores que se vendieron”. Con esta frase, el uruguayo Leonardo Ramos, extécnico de Barcelona, puso en duda el rendimiento de varios jugadores en la semifinal de la Copa Ecuador que se jugó el 30 de octubre del 2019 en Manta, donde Delfín eliminó, al vencer por 3-0, a los toreros, que llegaron a ese duelo con una ventaja de 4-1 de la ida.

‘No nos consta que jugadores se hayan vendido’, la respuesta de José Francisco Cevallos a la denuncia de Leonardo Ramos, ex-DT de Barcelona SC

En aquel compromiso, Ramos envió la siguiente formación: Máximo Banguera; Pedro Velasco, Darío Aimar, Frickson Erazo, Mario Pineida; Gabriel Marques, Sebastián Pérez, Marcos Caicedo (Richard Calderón, 70 min), Damián Díaz; Fidel Martínez (Byron Castillo, 50 min), Leonardo Campana (Jonatan Álvez, 46 min).

Durante una conversación de este jueves con el programa Tirando Paredes, de Uruguay, el adiestrador charrúa comentó que se dieron cosas “raras” en los días previos a la revancha con los cetáceos, que en aquel entonces eran dirigidos por Fabián Bustos.

Publicidad

“De local ganamos 4-1 e hicimos un paseo bárbaro. Y vamos a jugar a donde Delfín (a Manta) y, con empatar o hacer un gol, ya estábamos (en la final); ellos tenían que hacernos más de tres goles. En la semana previa, viene Pancho (Cevallos) a decirme que hay el rumor de jugadores que se vendieron, y le dije: ‘Los tienes que sacar, Pancho’, y me respondió: ‘No los puedo sacar’, porque se jugaba la reelección (presidencial); y le insistí que no los podíamos tener acá”, expresó el uruguayo, de 52 años.

“En el primer tiempo, era para ir ganando al menos 3-0 fácilmente. En el segundo, un jugador (cetáceo) va a levantar un centro por la punta derecha, y hubo una mano del lateral (de Mario Pineida); lo tomé como algo interno, y veía algo raro, y no dije nada. Llegó el otro gol. Y los jugadores que nos habían dicho (que aparentemente se vendieron) fueron todo el sector izquierdo y el arquero; eso fue lo que me dijeron”, agregó.

Delfín goleó 3-0 a Barcelona y es finalista de la Copa Ecuador

Publicidad

Ramos enfiló sus cañones al portero de aquella vez: Máximo Banguera, que en la actualidad está en el conjunto manabita.

“El tercer gol fue la máxima de todas: (se cobró) una falta un poquito más adelante de la mitad de cancha. Normalmente se pone a los jugadores (a marcar) en la línea del área grande, para cuando se tire el centro. Yo le gritaba que se meta más atrás (a Banguera), o sea, sobre la línea del área grande. Se dio una pelota filtrada por delante y el arquero no salió, y llegó el gol (local)”, explicó.

Publicidad

“Ahí me di vuelta y dije: ‘Se terminó’. En el túnel (del Jocay), Pancho venía llorando, porque se jugaba su reelección, y le manifesté que no seguimos más. Luego (al ingresar al camerino) me paró nuestro psicólogo, que me expresó: ‘No armes lío’, porque iba a ser un descontrol, una lucha libre, y nos matamos”, añadió el adiestrador.

Ramos confesó que luego, en el hotel donde se hospedaron en Manta, le comentó al plantel que se iría, y que Damián Díaz y Matías Oyola (quien en la actualidad está en Guayaquil City) le pidieron que no se fuera.

“Les dije: ‘Muchachos, hasta acá llego, porque hay un par de jugadores que han cometido errores’. Fueron a mi dormitorio para tratar de convencerme. Hoy digo que fue un error haberme ido; no debí hacerlo”, concluyó Ramos. (D)