Lionel Messi lo hizo de nuevo. En su partido 1.000 como profesional, volvió a ser el desatascador del juego de Argentina, logrando el primer gol en la victoria contra Australia (2-1) que dio a la Albiceleste la clasificación para los cuartos de final de Qatar 2022.

Es la tercera ocasión en cuatro partidos disputados en este Mundial que la Pulga marca el primer gol del partido, ese que los expertos consideran el más decisivo, sobre todo en eliminatorias directas.

Lionel Messi llega a los 1.000 partidos y clasifica a Argentina a los cuartos de final

Y salvo en el accidente contra Arabia Saudita en el debut (derrota por 2-1), en los otros dos casos Argentina se llevó la victoria, en el decisivo frente a México (2-0), y este sábado contra Australia.

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Incluso tuvo la ocasión para hacer el pleno y marcar el primer gol contra Polonia (2-0), pero Wojciech Szczesny le atajó un penal con el marcador 0-0.

Este papel de “abrelatas” le está viniendo fantástico a Argentina, que en cuartos se medirá a Países Bajos, más dependiente que nunca del astro albiceleste.

El encuentro contra los Socceroos permitió a Messi, a sus 35 años, poner fin a una “maldición”, la de no marcar goles en la fase mundialista de eliminatoria directa, en esos partidos que los sudamericanos denominan “mata-mata”.

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En efecto, en sus cuatro anteriores participaciones en Copa del Mundo, Messi no había logrado marcar más que en la fase de grupos. Otra barrera más que ha superado en su “milenaria” y exitosa carrera, algo ciertamente extraño en Messi, que con el de este sábado suma 789 goles en 1.000 partidos como profesional.

El de este sábado fue el noveno tanto de Messi en el total de los cinco Mundiales que lleva disputados, superando los 8 de Diego Maradona y quedando a solo uno de Gabriel Batistuta como el máximo goleador argentino en la historia de la Copa del Mundo.

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Contra Países Bajos, el próximo viernes 9 de diciembre, Messi tendrá la ocasión de ampliar sus registros y hacer un poco más grande aún su leyenda, pero sobre todo, seguir haciendo soñar a los argentinos con una tercera estrella. (D)