Barcelona Sporting Club debe ser, entre los equipos del balompié ecuatoriano, el que registra en su historia los sucesos más pintorescos en los capítulos relacionados con entrenadores. Es complicado rastrear en otras instituciones del país la cantidad y variedad de rarezas que se han producido en la escuadra canaria con algunos de sus técnicos.

Posiblemente han sucedido determinados hechos anecdóticos con los estrategas de otras instituciones que compiten en el campeonato nacional, pero esos casos pasaron inadvertidos, fueron rápidamente olvidados, o no tuvieron una repercusión mediática mayor al no gozar esas entidades de fútbol -excepto Emelec- de la masiva popularidad, el impacto, y la trascendencia que tienen los toreros.

La recontratación de Fabián Bustos, para lo que resta de la temporada 2022 de la LigaPro, transforma al argentino en el único adiestrador que después de renunciar a su cargo en Barcelona SC regresa al club para asumir el mando nuevamente, en el mismo año de su dimisión. Tal coyuntura propicia la revisión de diversos acontecimientos peculiares protagonizados por algunos timoneles amarillos (obviamente por decisión de los directivos). Ciertas maniobras fueron un acierto, otras significaron fracasos rotundos.

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Julio Kellman se esfumó

Entre los personajes que han ‘goleado’ económicamente a Barcelona SC el primer lugar lo ocupa, por orden cronológico, Julio Kellman. Con este entrenador los canarios consiguieron su primer galardón nacional el 27 de noviembre de 1960, en Quito. Dos meses después, del uruguayo no se supo más. Se esfumó de Ecuador con dinero que le pertenecía al club.

De cara al estreno en la Copa Libertadores de 1961 el charrúa planteó que era urgente reforzar al plantel y también jugar amistosos en el exterior. Eso sí, Kellman dejó claro que él mismo debía ejecutar esas gestiones. La directiva aceptó y le dio dinero para que cumpla su misión (30.000 sucres de la época). Voló rumbo a Colombia el 29 de enero de 1961.

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El 9 de febrero la Conmebol le notificó a Barcelona SC que en abril de 1961 enfrentaría al Independiente Santa Fe de Bogotá en la Copa, en duelos de ida y vuelta. Pero un asunto preocupaba: de Kellman no se sabía nada. “No se tienen noticias. Debe justificar su prolongado silencio con datos referentes a partidos concertados”, publicó EL UNIVERSO. La sospecha del cometimiento de una estafa se afianzó al “desaparecer (el DT) de forma tan misteriosa de nuestro país”, alertó este Diario.

¿Dónde está el dinero?

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José Bruno Cavanna, presidente barcelonista, denunció que Kellman “habría perjudicado al equipo que tan bien lo trató durante su estadía en Guayaquil”. El 19 de febrero de 1961, vía telegrama, el uruguayo dio señales de vida. Informaba que en Centroamérica (la gira era) imposible. Y que en Colombia había interés, pero a cambio de pagarle a Barcelona solo $700. “Confirme urgente a droguería Real, Sevilla (departamento del Valle, Colombia)”, requería Kellman. Bruno lo conminó con firmeza a retornar al país, pero el entrenador de Barcelona SC ya no respondió jamás.

El 19 de abril de 1966 se supo otra vez del oriental cuando se incorporó al Libertad, de Asunción. ‘Reaparece Kelman, quien entrenó al Barce’, fue el encabezado de la noticia de EL UNIVERSO, que se preguntó: “¿Dónde estuvo estos años?”. Este Diario llamó al charrúa “una figura discutida que, sin embargo, tuvo éxito”, pero que es “recordado más que nada por su famoso viaje a Colombia, del que nunca volvió”.

Hubo un DT foráneo se marchó, no retornó, y jamás devolvió el dinero que la dirigencia le entregó para que pactara la realización de partidos amistosos en el extranjero. Otro contribuyó en la obtención de la séptima estrella torera, pero no pudo sentarse en el banquillo.

Existe un solo caso, hasta ahora, de un prestigioso entrenador que volvió a Barcelona SC y dio una vuelta olímpica. Lo estrafalario no está ausente: en una misma campaña desfilaron siete orientadores por el banquillo. Y tampoco lo ridículo queda al margen: un presidente ‘alquiló’, para dos encuentros, al técnico de otro cuadro ya eliminado.

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El DT uruguayo Julio Kellman, campeón con Barcelona en 1960, se fue en 1961 con dinero que no devolvió. Foto: Archivo

La magia de Vieira

Fabián Bustos, en su vuelta a Barcelona SC (tras 191 días de ausencia y un decepcionante paso por el Santos FC), tiene la posibilidad de igualar una marca que está en poder de Otto Viera. El brasileño es el único entrenador que en un regreso ganó un título nacional con los amarillos.

El fabuloso Mago hizo trucos asombrosos. En 1970, en su temporada de estreno, se cubrió de gloria. En la siguiente Barcelona SC fijó un hito con Vieira; fue el primer bicampeón de Ecuador. El 28 de noviembre de 1971 los toreros dieron una segunda vuelta olímpica consecutiva, luego de batir 2-1 a Liga de Quito en el Olímpico Atahualpa (goles de Nelsinho y Pepe Paes).

El brasileño se desvinculó a mediados de 1972, pero retornó para una rápida estancia en 1975. En 1980 Mandrake respondió a un nuevo llamado de Barcelona SC para que ocupara el puesto que dejó vacante Paolo Poletto, su compatriota. Vieira se afianzó como un prócer del barcelonismo al acabar con una sequía de nueve años. En la última de tres inolvidables batallas contra Técnico Universitario los toreros golearon 3-0 en Machala, la tarde de la memorable chilena del Artista Ephanor. Nadie más que Vieira -uno de los héroes de la hazaña de La Plata- tiene más títulos con Barcelona (tres) y más juegos de semifinales por la Libertadores (ocho).

El brasileño Otto Vieira, único DT que regresó a Barcelona para ganar un campeonato nacional. Foto: Archivo

DT campeón, desde la tribuna

El récord del ser el adiestrador más joven en ganar un título del campeonato ecuatoriano le pertenece al quiteño Héctor Talla Única Morales. Lo logró con apenas 29 años de edad, cuando con El Nacional se adjudicó el trofeo de 1973. El ingeniero capitalino repitió éxitos con los militares en 1977 y 1978.

Bajo las órdenes de Ronaldo Borba Filho, Barcelona SC empezó la campaña de 1981. El brasileño fue despedido poco después de la eliminación en la Copa Libertadores. Para reemplazarlo arribó Humberto Maschio. Sin embargo, poco antes del comienzo de la liguilla el argentino fue cesado de manera fulminante por “haber roto el principio de autoridad”, explicó Galo Roggiero, presidente de la Comisión de Fútbol. Dirigió como interino el preparador físico peruano Hernán Saavedra, hasta que la directiva llegó a un acuerdo con Morales (dolorosamente asesinado en 1993).

Con el recordado Talla Única Barcelona se adueñó del campeonato el 16 de diciembre de 1981 al doblegar 1-0 a El Nacional, en estadio Modelo. Morales, no obstante, no pudo sentarse en la banca canaria. Hace cuatro décadas, a diferencia de hoy, la reglamentación local prohibía que un DT fichado durante el desarrollo del certamen ejerciera su función junto a los suplentes. Morales estuvo siempre en las tribunas y en el área técnica recibían sus instrucciones Jorge Bolaños, asistente, y Saavedra.

Héctor Morales no se pudo sentar nunca en el banquillo cuando le dio el título a Barcelona en 1981. Foto: Archivo

Los siete técnicos

La temporada 2004 fue para Barcelona SC, por el número de entrenadores contratados en aquel año, una especie de secuela de la película Los siete samuráis (de Akira Kurosawa, 1954). También tuvo nexos esa complicada campaña con Los siete magníficos (de John Sturges, 1960), el remake estadounidense de la cinta japonesa: ¡Se turnaron siete técnicos para dirigir a los canarios! El inusual hecho no consta en el Libro Guinness de los récords, pero debe ser una caso inédito en el mundo.

Entraron y salieron estrategas sin cesar. La institución era presidida por Leonardo Bohrer. ¿Cómo le fue a Barcelona con esa inestabilidad en el banquillo? Fue antepenúltimo en la etapa inicial del torneo, líder en la segunda, sexto en la tabla acumulada, y penúltimo en la liguilla. En Copa Libertadores fue escolta del puntero Santos FC, en el Grupo A. Cayó en octavos de final en una tanda de penales ante el Once Caldas, que tres rondas después fue el rey de América.

Los siete adiestradores toreros del 2004 fueron Rubén Darío Insúa, Ricardo Armendáriz, el colombiano Víctor Luna, y los argentinos Pedro Marchetta, Jorge Solari, Juan Urquiza, y Jorge Carlos Habegger. Del inicio de aquel torneo (6 de febrero) hasta la culminación del mismo (19 de diciembre) transcurrieron 317 días. En ese lapso Barcelona SC cambió de entrenador cada 45 días, en promedio.

Tabaré Silva dirigió ‘alquilado’ a Barcelona dos partidos de la temporada 2019. Foto: Archivo

Alquílame a tu DT

El 5 de noviembre del 2019 a José Francisco Cevallos le faltaban 28 días antes de entregar el cargo al presidente electo, Carlos Alfaro Moreno. El exarquero resolvió cerrar su cuestionada y polémica administración con una medida folclórica.

Al irse Leonardo Ramos Cevallos ‘alquiló’ a un técnico para que dirija al equipo en la parte final del certamen de la LigaPro (jugado ese año en un formato que no se ha repetido). El elegido en ‘arriendo’ fue el uruguayo Tabaré Silva, que semanas antes falló en el intento de meter al Deportivo Cuenca en los cuartos de final de los playoffs.

Silva se unió ‘a préstamo’ a Barcelona SC y apenas condujo en dos partidos. En Quito fue superado por Aucas (1-0), en la ida; y en la vuelta un empate 0-0 en el Monumental dejó a los canarios fuera de la lucha por la consagración.

“La atención que genera Barcelona es increíble. Una cosa es contarlo y otra es vivirlo. Para mí la experiencia fue muy importante, lamentablemente los resultados no nos acompañaron”, declaró Silva, quien el 2021 demandó a los amarillo por falta de pago por un par de juegos. (D)