A Jordi Cruyff, pese a su discreta trayectoria como entrenador, limitada a trabajos sin ningún destaque en China e Israel, prácticamente nadie, desde la prensa deportiva nacional, lo cuestionó por su escaso recorrido cuando fue anunciado como técnico de la selección. Tampoco hubo reproches cuando el neerlandés fue presentado por el presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol como la figura que iba a transformar al balompié del país en “una potencia mundial”. Cruyff, por la pandemia del coronavirus que originó un confinamiento, no dirigió ni siquiera prácticas.

Las municiones, a esas alturas, ya se habían agotado. Fueron disparadas contra todo profesional ecuatoriano que fue citado como una opción para ocupar el cargo, o contra el técnico local que expresó públicamente su deseo de comandar a la Tricolor.

Cuando en julio del 2020 Álex Aguinaga reconoció en una charla con EL UNIVERSO, -cuando el puesto de Cruyff quedó vacante-, que quería tener una oportunidad como DT de la selección soportó una andanada de críticas. Hubo una que fue emitida por alguien que hoy comparte micrófonos con el formidable exvolante del Necaxa. “A Aguinaga le gusta venderse, promoverse y pedir entrevistas”. Todo aquello fue dicho, se aclaró, “con respeto”.

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¿Esperaba una reacción contraria, casi general?, le consultó este Diario a Aguinaga en agosto del 2020, sobre el rechazo de un sector del periodismo deportivo a su eventual nombramiento. Esto respondió el ibarreño: “No me preocupa lo que puedan opinar. Todos tienen sus candidatos y gustos para elegir. Cada uno es libre de decir lo que crea conveniente. Si yo lo esperaba o no, es irrelevante. No he dirigido, pero no estoy desactualizado”.

Jordi Cruyff nunca pudo dirigir a la selección. Foto: Archivo

‘Fascinados por los extranjeros’

Hace casi tres años del técnico Octavio Zambrano, cuando no estaba concretado un acuerdo con el argentino Gustavo Alfaro, se opinó del guayaquileño que “no tiene el perfil” para estar al frente de la selección. Y de Carlos Torres Garcés se aseveró que “no está actualizado” y que además “hay rumores que no nos gustan”.

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Zambrano conversó con EL UNIVERSO en agosto del 2020 y, entre otras cosas, dijo esto sobre la ausencia de nacionales como alternativas de la FEF: “La pregunta aquí es ¿por qué se omitió categóricamente, desde el comienzo, a un entrenador ecuatoriano en la selección?”.

Al adiestrador, que tiene acreditación de la UEFA para laborar en cualquier país de Europa, se le preguntó en el 2020 si era suya la frase “ustedes son los primeros en dar nombres de técnicos extranjeros”, dirigida a los periodistas deportivos del país. Entre risas, Zambrano, que ha dirigido en la MLS, Hungría, Moldavia, Colombia, a la selección absoluta de Canadá, y hoy está en El Salvador, respondió: “Qué bueno que la haya dicho; es una gran verdad. En Ecuador hay fascinación e idolatría por el técnico extranjero”.

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En el 2023, tras caerse la opción de Ricardo Gareca, luego de 50 días de negociaciones entre el Tigre y la Federación, otra vez se mencionaron apellidos ecuatorianos como una posibilidad. Sin dar argumentos prontamente fueron descartados a punta de descalificaciones. “Zambrano habla mucho”, “el momento de Aguinaga ya pasó”, “no hay un técnico ecuatoriano que tenga personalidad”. Y llegó Félix Sánchez Bas, que con Qatar en el Mundial 2022 entró por la puerta de atrás en la historia del certamen de la FIFA.

Cuatro décadas

En los últimos 40 años apenas un trío de estrategas nacidos en Ecuador se sentaron en el banquillo de la selección mayor, en plan de técnicos titulares (no como interinos). El primero de ellos, en ese lapso, fue el quiteño Ernesto Guerra Galarza, en 1983.

En tiempos en que la actividad de la Tricolor podía ser nula, como en 1982 cuando no hubo ningún partido oficial ni amistoso, cuando las eliminatorias mundialistas se resolvían en apenas cuatro fechas, y cuando la Copa América solía jugarse cada cuatro años (recientemente hubo ediciones del torneo de Conmebol en 2015 y 2016, y luego en 2019 y 2021), no había en la Federación la costumbre de contratar a un DT para un proceso de cuatro años.

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Guerra pactó para dirigir a Ecuador en la Copa América de 1983, en la que la selección compartió grupo con Brasil y Argentina. Sin sede fija el formato consistía en duelos de ida y vuelta en el país de cada combinado. Con el célebre Trompudo se perdieron los dos enfrentamientos con los brasileños (0-1 y 5-0) y se igualó con los albicelestes en el Atahualpa y en el Monumental de Buenos Aires (2-2, en ambas ocasiones). Estos cuatro encuentros oficiales, más dos amistosos, comprendieron la breve era del capitalino Guerra.

En enero de 1999 Luis Chiriboga, en el comienzo de su etapa como presidente de la FEF, llevó como DT de la Tri a Carlos Sevilla Dalgo, profesional que lo acompañó varias veces cuando el dirigente mandaba en el Deportivo Quito. El imbabureño es el último entrenador ecuatoriano en una Copa América. Sevilla fue a Paraguay 1999 y en el grupo C la selección fue colista al perder con Argentina, Uruguay y Colombia. Sevilla fue destituido el 7 de julio y lo reemplazó tres meses después Hernán Darío Gómez.

Carlos Sevilla fue técnico de la Tri.

El último caso

El cotopaxense Sixto Vizuete sustituyó a Luis Fernando Suárez, después de que el colombiano padeciera una catastrófica caída 5-1 frente a Paraguay, por las eliminatorias al Mundial 2010. En su debut oficial Vizuete le devolvió la alegría a la selección. Perú recibió en Quito una golpiza de 5-1, rumbo a Sudáfrica. El medallista de oro en los Juegos Panamericanos del 2007 empezó como interino, pero fue confirmado como DT titular rápidamente.

Y aunque Vizuete se quedó a un punto de clasificar a la repesca mundialista, por ser ecuatoriano no solo desde los medios de comunicación hubo dudas de su capacidad. Édison Méndez renunció a la Tri cuando el de Guaytacama tomó el mando. En el 2008 el mediocampista reveló la razón de su decisión : “No tengo nada en contra de Vizuete, pero creo que la Federación debe pensar bien. Deberíamos pensar en un entrenador que se lo mire a la banca y se lo mire con respeto. Hubiese querido un técnico que tenga mejor cartel”. Aunque no se retractó, Méndez volvió luego al equipo, con Vizuete como entrenador. (D)