Cuando se escucha proponer la construcción de una estatua ecuestre de Gustavo Alfaro (¿para reemplazar la de Simón Bolívar en el parque Seminario?) por ser supuestamente el argentino un “héroe histórico”, ¿qué nivel tendría entonces un entrenador campeón del mundo en el banquillo de Ecuador?

Y si de hacer preguntas se trata aquí, aquí va un par: ¿aceptaría hoy Lionel Scaloni, ganador del Mundial 2022 con Argentina, que el próximo combinado bajo su mando sea el ecuatoriano? ¿O un catalán de pasado notable como jugador y técnico del FC Barcelona, como Xavi Hernández, por ejemplo, podría ser DT de la Tricolor?

‘Ricardo Gareca se vuelve demente’, dicen en Perú por estimar que le pide a la FEF más de $3,7 millones

Dos personajes que responden a esas características condujeron a la Selección en tiempos en que, a diferencia del presente, la condición de histórico no se le otorgaba a cualquiera. Y ambos protagonistas de esta nota fijaron hitos para el balompié del país.

Publicidad

La carta de despedida de Gustavo Alfaro debe ir al tacho de la basura

Ninguno de los aspirantes mencionados por la actual dirigencia de la FEF como probables adiestradores de Ecuador tiene posibilidades de competir con el sólido prestigio universal que exhibía Juan López Fontana cuando arribó a Guayaquil. Tampoco han estado los aspirantes que citó Francisco Egas en el banquillo de una escuadra gigante de Europa, como Josep Planas Artés.

Francisco Egas: Ricardo Gareca y Sebastián Beccacece son candidatos idóneos, pero no descartamos ningún otro nombre para dirigir a la Selección

Fedenador los trajo

Hasta muy avanzado el siglo anterior, la Federación Deportiva Nacional del Ecuador fue la entidad responsable del manejo de la Selección (no existía la Federación Ecuatoriana de Fútbol. Tampoco es Fedenador, organismo aún vigente, antecesor de la FEF, y no tienen relación alguna entre sí). Sin la pompa demagógica con la que fue presentado Jordi Cruyff en el 2020 (“un proceso que nos convertirá en potencia mundial del fútbol”), y casi en silencio, llegaron Planas y López para registrar sus nombres en la historia.

Con Planas (1901-1977) pactó Fedenador para que dirigiera a la Selección en la Copa América de Brasil 1949. Vino con una extensa hoja de vida que incluía haber comandado al Racing Ferrol, Arenas, Murcia, Celta, La Coruña, Zaragoza, FC Barcelona, Valladolid, Sant Andreu y Espanyol, del que provenía. Pepe Planas, como lo llamaban, no era un desconocido en España.

Publicidad

Josep Planas. Foto: Archivo

Primer triunfo en Copa América

Ecuador acabó en penúltimo lugar, con seis derrotas y un triunfo en la Copa América de 1949. Pero esa única victoria es histórica: fue la primera de la Tricolor en su participación en ese certamen de Conmebol. Se goleó a Colombia por 4-1.

El 3 de mayo de 1949, en el estadio Sao Januario, de Río de Janeiro, Pepe Planas mandó al campo a Félix Torres; Carlos Sánchez, Marcos Bermeo; Ricardo Riveros, Jorge Cantos, Hernán Salgado; Marcos Spencer (Víctor Arteaga), Enrique Cantos (César Garnica), José Maldonado, José Pelusa Vargas, Guido Andrade. Anotaron los toreros Cantos (2), Vargas y Andrade.

Publicidad

Planas regresó a España después de aquel torneo y trabajó hasta 1963, cuando se retiró en el Sabadell. Su relevancia profesional y el aprecio con que se lo recuerda en el FC Barcelona se pueden constatar en el texto que aparece en la página web oficial del club.

Homenaje del Barça

“Una vez retirado del mundo del fútbol, en el que fue un jugador destacado de la entidad barcelonista durante los años 1921-1927, Josep Planas se dedicó a entrenar. Tras sus buenas actuaciones al frente de equipos modestos, como el Ferrol, llegó al Barça. Era un verdadero innovador, ya que era un adelantado a su tiempo y aplicaba nuevos sistemas de juego. Fue el primer técnico barcelonista en cambiar los métodos de entrenamiento. Desgraciadamente, le tocó una época dificilísima para el Barça, la de la primera posguerra (1939-1941), con el equipo mermado y el club bajo la sospecha de la dictadura franquista. Josep Planas fue el fundador de la Agrupación de Veteranos de Barcelona, que incluía a los antiguos jugadores de todos los clubes de la ciudad”, se lee.

Josep Planas. Foto: Archivo

Del Maracanazo a la Tri

En 1959, Fedenador, presidida por Federico Muñoz Medina, dio un golpe maestro que hoy sería imposible de emular. El directivo trajo para la Tricolor al entrenador de Uruguay en la memorable conquista de la Copa del Mundo de 1950, en la gesta protagonizada ante el local, Brasil. Aquella que fue inmortalizada como Maracanazo.

El DT Juan López (i) al llegar a Guayaquil en 1959, junto a su esposa, Leonor. Los recibió Federico Muñoz Medina, presidente de Fedenador. Foto: Archivo

Fichado para dirigir en Copa América de Guayaquil 1959, “su labor debe considerársela buena; por vez primera físicamente la representación ecuatoriana no estaba en inferioridad de condiciones respecto de sus adversarios; (López) dotó de un sistema de juego moderno para la época al elenco nuestro; y consiguió dos resultados históricos: empató 1-1 con Argentina, cosa jamás producida en los 20 años anteriores de competir en torneos continentales; y se impuso por primera vez a Paraguay por 3-1″, dice de López Mauro Velásquez en su libro El fútbol ecuatoriano y su selección nacional.

Publicidad

López aterrizó en Guayaquil el domingo 25 de octubre de 1959, y esa misma noche empezó a trabajar. Se fue al estadio Modelo a ver el partido Emelec-Everest, por el campeonato de Asoguayas.

‘Hombre clave’

EL UNIVERSO dijo esto, el 16 de octubre de 1959, en la noticia del arribo del campeón mundial: “Después de una inquietante espera, llegó ‘el hombre clave de la selección nacional de fútbol, el entrenador uruguayo Juan López, en quien está concentrada la atención deportiva del país. Por la reseña que vamos a hacer de la entrevista que le hiciéramos se podría deducir la robusta personalidad y capacidad intelectual de este maestro del fútbol. Su contrato constituye una garantía positiva para nuestra Selección”.

López anunció “controles estrictos” de las “capacidades físicas y mentales” del plantel. Declaró que su intención era “formar el mejor conjunto para que quede bien puesto el nombre de Ecuador (...). Defenderé los colores deportivos de Ecuador con el mismo entusiasmo y cariño que siempre lo hago con la casaquilla celeste”.

La FIFA, en su portal, lo recuerda así: “Juan López Fontana, el técnico detrás del Maracanazo, era un hombre de fe, tanto así que hasta se dedicaba, en sus tiempos libres, a ser catequista. Pero antes de ser DT, también había sido docente de Educación Física”. Juancito, como lo apodaban, también ostenta un cuarto puesto en Suiza 1954 y dos estrellas con Peñarol.

Doblemente histórico

Con López, Ecuador obtuvo su primer punto en un duelo con Argentina, que en ese momento ya tenía doce coronas de la Copa América, un subcampeonato mundial y una medalla de plata olímpica en fútbol. Fue 1-1 en el Modelo; Carlos Raffo puso en ventaja a la Tri y empató Rubén Sosa.

Del partido cumplido el 12 de diciembre de 1959, en el Modelo, EL UNIVERSO reseñó: “No pedimos ni dimos cuartel. Bien muchachos, bien ecuatorianos todos. Los catorce que anoche vistieron un uniforme que necesitaba esa consagración, y los que estuvieron al margen de la cancha, alentando como un solo hombre. Pudimos gritar a todo pecho, en plural: empatamos”.

La categoría de histórico de López en el balompié nacional se extendió cuando Fedenador le encargó ser el DT en la primera intervención de Ecuador rumbo a un Mundial, el de Chile 1962. No se disputaban 18 fechas (apenas fueron dos), no se empleaba el formato todos contra todos y en un par de encuentros la Selección fue despedida.

López es “el mejor entrenador que ha pisado nuestras canchas”, según un texto publicado por Carlos Cherrez Gómez y Manuel Ocaña Dorado en este Diario en 1959. (D)