El Abierto de Estados Unidos ya tiene a una nueva revelación en Flushing Meadows con la canadiense Leylah Fernández, que el domingo volvió a ser la verdugo de una campeona del US Open al vencer a la alemana Angelique Kerber y conseguir el pase a los cuartos de final por primera vez.

Levantando su puño derecho por encima de la cabeza para celebrar tiro tras tiro, Fernández, de 19 años, demostró que su triunfo ante la campeona defensora Naomi Osaka no fue casualidad.

Con coraje y astucia, y el aplomo de una veterana frente a un gran déficit contra una oponente de mayor trayectoria profesional, Fernández acabó arrollando a Kerber, la campeona del Abierto 2016, con un marcador final de 4-6, 7-6 (5) y 6-2 después de dos horas y 15 minutos.

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“Al final, fueron solo dos, tres puntos los que decidieron el partido”, declaró Kerber, de 33 años, que jugaba su decimocuarto Abierto. “Ella lo tomó en sus manos”.

Al igual que contra Osaka en el Arthur Ashe Stadium dos noches antes, Fernández perdió el primer set. Al igual que contra Osaka, Fernández también quedó atrás en el segundo set, esta vez, Kerber lideró por un quiebre en 4-2.

Pero por segundo partido consecutivo en una gran cancha, Fernández, de padre ecuatoriano y madre filipina canadiense, puso a los aficionados de su lado, exultante cada vez que entregaba uno de sus golpes de fondo en un ángulo imposible y en la carrera para luego levantar su puño al más puro estilo de Rafael Nadal, al que admira.

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Todo un torbellino con sus brazos en la celebración y pudo hacerlo repetidamente, terminando con una ventaja de 45-28 en ganadores.

Cuando se le preguntó en la rueda de prensa qué era lo que la mantenía firme en partidos reñidos contra rivales que han pasado por este tipo de momentos mucho más que ella, Fernández con una sonrisa en su cara admitió: “Honestamente, no lo sé”.

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La nueva sensación y atracción en las pistas de Flushing Meadows dijo que tal vez la clave está en que hace lo mismo que cuando entrena con dureza cada día.

“Solo trato de usar todo mi entrenamiento en casa. Me dijeron que lo tomara punto por punto y en eso traté de concentrarme. Me alegré de haber podido ejecutarlo”, comentó Fernández sobre la estrategia que desarrolló y que su propio padre le había diseñado.

Fernández, que juega con la zurda, puede cambiar los golpes del oponente de manera rápida y aparentemente con facilidad, a veces cayendo sobre una rodilla cerca de la línea de fondo para obtener la palanca adecuada.

Ese es un estilo muy similar al que usó Kerber para ser la número uno del mundo en la cima de la clasificación y reclamar tres títulos de Grand Slam.

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“Ella siempre está (...) disfrutando de su tenis”, comentó Kerber. “Creo que puede llegar muy lejos en los próximos años”.

Fernández, quien solo una vez había llegado a la tercera ronda en un torneo importante hasta ahora, en cuartos de final se enfrentará a la cabeza de serie número cinco, la ucraniana Elina Svitolina, que ganó con facilidad por 6-3 y 6-3 a la campeona de Grand Slam, la rumana Simona Halep, duodécima favorita.

“Con suerte”, le dijo Fernández a la multitud de Armstrong, “ustedes estarán todos ahí animándome y veremos cómo va”.

Fernández se encuentra entre varias caras nuevas que se mueven en el más tumultuoso de los Abiertos de Estados Unidos, donde la pregunta al comienzo de cada día se ha convertido en: “¿Quién hará una sorpresa?”, y suele haber varias respuestas cada noche.

Como la del holandés Botic van de Zandschulp como parte del grupo del domingo.

El jugador de 25 años que ocupa el puesto 117 se convirtió en el tercer clasificado masculino en llegar a los cuartos de final en Flushing Meadows desde que comenzó la era Open en 1968.

Tal como están las cosas, solo nueve cabezas de serie llegaron a la Semana dos, la menor cantidad en el Abierto de Estados Unidos desde 2005, y van de Zandschulp redujo el total en uno más con su triunfo por 6-3, 6-4, 5-7, 5-7 y 6-1 frente al argentino Diego Schwartzman, undécimo favorito después de cuatro horas y 20 minutos de acción.

Ahora viene una dura prueba contra el número dos, el ruso Daniil Medvedev, dos veces finalista de Grand Slam, incluida una en el Abierto, en el 2019 ante Nadal, importante que avanzó, como se esperaba, al vencer con facilidad al inglés Dan Evans, vigésimo cuarto favorito por 6-3, 6-4 y 6-3, sin que todavía haya cedido ningún set en lo que va de torneo.

Luego llegaría el triunfo de otra joven promesa, el español Carlos Alcaraz, de 18 años, número 55 del mundo que ganó al clasificado, el alemán Peter Gojowczyk, número 141 de la ATP, en cinco sets por 5-7, 6-1, 5-7, 6-2 y 6-0 y logró el pase a sus primeros cuartos de final de un Gran Slam, en lo que es su debut en el Abierto.

Alcaraz, que logró la sorpresa de eliminar en la tercera ronda al griego Stefanos Tsitsipas, tercer favorito, tendrá de rival en los cuartos al ganador del partido que esta noche disputan el estadounidense Frances Tiafoe contra el adolescente canadiense Felix Auger-Aliassime, duodécimo cabeza de serie. (D)