Reconocida su directiva en septiembre del 2021, son cuatro meses de gestión para Santiago Rosero al mando de la Ecuatoriana de Ciclismo, “la nueva Federación” como prefiere calificarla el directivo que apunta a “un cambio radical” en la organización del deporte del pedal en Ecuador, especialmente luego de las declaraciones de Richard Carapaz en los Juegos Olímpicos Tokio 2020, cuando el carchense cuestionó la falta de apoyo para los deportistas locales.

Un primer paso para la nueva dirigencia fue elaborar un calendario de competencias para las distintas modalidades, los casos del BMX, Freestyle, Mountain Bike, pista y ruta, que asegura es la que “más logros ha conseguido para el país”, aunque es también la más “desorganizada”. Su administración también avanza en buscar apoyo económico, factor determinante para el desarrollo de su gestión.

¿Qué pide y qué requiere esta “nueva Federación”?

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Pedimos apoyo incondicional, porque las decisiones que tomemos van a afectar a cierta estructura establecida; sin embargo, el cambio que buscamos será sin duda positivo, pero que confíen en que llevaremos al ciclismo a ser uno de los deportes mejor estructurados a nivel nacional. Lo que requerimos son recursos significativos.

¿Por no ser un deporte económico, o por la inversión para conseguir logros?

Por todo, porque cuesta desde practicarlo hasta conseguir logros importantes. Por ejemplo, para conseguir una medalla, digamos en Juegos Panamericanos o Sudamericanos, se requieren al menos seis ciclistas, alrededor de seis técnicos que estén detrás, es un grupo amplio involucrado que lo hemos venido pidiendo a las diferentes autoridades del deporte desde que llegué a la dirección deportiva. El ciclismo es un deporte individual que se corre en equipos, porque al ver a un deportista en el podio hay un trabajo gigantesco atrás con personas que cumplen diversas funciones en un plan de carrera establecido.

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¿Y cómo va la gestión de esos recursos?

Lo económico siempre será el pedido principal, estamos trabajando con la empresa privada para que se sume al ciclismo, pero el primer pedido es cambiar la imagen de la Federación, y en eso estamos.

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Eso se relaciona con las declaraciones de Richard Carapaz luego del oro olímpico en Tokio 2020. ¿Cuánto golpeó eso?

Mucho. Después de ese capítulo, como sociedad ciclística quedamos complicados, pero a la final es la verdad de Richard, aunque chupamos directivos de federaciones, Comité Olímpico Ecuatoriano y Ministerio del Deporte, porque eso también es una traba para que la empresa privada se abra con nosotros.

¿Verdad de Carapaz o del ciclismo nacional?

En general, sus declaraciones son una verdad que la hemos vivido todos, porque me pasó también cuando fui corredor.

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¿Una realidad en el presente?

Sí, porque el apoyo no existe, nos hace falta una buena estructura en el ciclismo nacional, pero se ha caminado de alguna forma, se ha crecido, no a la par de la forma en que crecen nuestros talentos, pero todo parte de la falta de recursos.

¿Después de esas declaraciones de Carapaz, cómo quedó la relación con usted y la Federación actual?

Dialogamos y mucho, antes y después de lo que expresó. Disfrutamos de la medalla, pero nos golpeó también lo que dijo, porque lo conocí a Richard desde sus inicios, pero luego de horas de charla analizamos el progreso que ha tenido como ciclista y en mi caso como dirigente. Mantenemos una comunicación fluida, se tiene una buena relación.

La experiencia acumulada en el ciclismo, ¿cómo aplicarla ahora desde la dirigencia?

Conozco la interna del ciclismo, he vivido todos los estamentos que tiene este deporte, desde ser ciclista, ser mecánico, pasando por masajista, hasta ser director deportivo, de clubes y selecciones. Desde todos esos campos le hemos dado un granito de arena al ciclismo, y queremos seguir haciéndolo.

¿Cómo avanza su administración al mando de la Federación?

Con reconocimiento del Ministerio del Deporte estamos desde el 3 de septiembre, son cuatro meses que trabajamos en la nueva federación. Tuvimos un periodo en acefalía de nuestra organización por la apelación de un club a nuestra elección, se cumplió ese proceso y se solventó todo, pero fue tiempo perdido para nosotros.

¿Cuál es el objetivo principal para esta “nueva Federación”, como la llama usted?

Hacer un trabajo enfocado a la organización interna, algo que hace falta porque desde la UCI (Unión Ciclista Internacional) han visto un desorden, no solo en Ecuador sino como una constante en Sudamérica al incumplir normativas. Queremos ordenar la casa, y empezamos con un calendario de competencias para esta temporada, y ya planificando para lo que será el 2023.

¿Cuántos eventos están ya programados este año?

Tenemos alrededor de 45 pruebas con aval de la Federación, para el siguiente aspiramos a unos 90 eventos, que no son necesariamente organizados por nosotros, sino por la misma gente del ciclismo, lo que hacemos es regir y normar los torneos, con los que aspiramos a levantar también el ranking nacional en las distintas modalidades.

¿Su cercanía al ciclismo cuánto ayuda para su trabajo?

Esa relación cercana con los deportistas y los organizadores nos hace conocer al detalle qué nos hace falta, qué podemos mejorar y potenciar. De alguna forma todo mi directorio tiene relación cercana con todas las modalidades del ciclismo, en mi caso vengo de la ruta cumpliendo todas las facetas, pero estamos al tanto de todas.

¿Cuál es el primer balance de las modalidades existentes en el ciclismo nacional?

Vemos que el freestyle y el BMX tienen buena organización; pero también están las disciplinas de montaña, la pista y ruta que les hace falta desarrollo. En ruta tenemos una buena relación internacional porque está la puerta abierta para que nuestros corredores sigan saliendo, ahora el interés es darles actividad acá para que los veedores puedan llegar a nuestras pruebas, que deben estar establecidas, y vean la clase de corredores que tenemos.

¿Eso comprende parte de instituir el calendario?

Sí, porque buscamos solidificar una estructura para que los scouting lleguen, no solo a la Vuelta al Ecuador, sino tener clásicas significativas, algo con lo que ya empezamos para esta nueva temporada, tendremos la Copa Nacional, una serie de pruebas que buscaremos tengan etapas de montaña, circuitos, contrarreloj, con lo que se podrán desarrollar las capacidades de nuestros corredores.

¿La ruta es la que recibirá más impulso?

Es la primera modalidad en el país, la que mayor logro ha dado al ciclismo nacional y la de mayor crecimiento por tener corredores en categorías WorldTour, profesional y continental, a eso sumamos que hay equipos continentales en el país; sin embargo, en nuestra estructura es de las más desorganizadas. El BMX tiene mucho potencial, al igual que el freestyle, que han hecho trabajos significativos, por eso de alguna forma estamos copiando lo trabajado por estas modalidades para aplicar al resto de las disciplinas.

¿En qué radica esa desorganización del ciclismo de ruta?

Lamentablemente, y me debo poner en primera persona, el trabajo lo destinamos a llevar equipos afuera del país, al igual que a la selección nacional, de alguna forma nos despreocupamos de la estructura interna, claro que tampoco esa era mi función, pero es lo que ahora buscamos hacer con gente que pueda desarrollarla. Buscamos organizar el trabajo y las competencias de ruta para no tener que invertir demasiado en llevar a nuestros equipos y corredores afuera, porque es más fácil atraer a los veedores con carreras y un calendario nacional consolidado.

Más de una década sin un calendario oficial de pruebas y modalidades, ¿cuánto afectó al desarrollo del ciclismo nacional?

Hemos vivido esta falta de calendario, conocemos la dinámica de nuestro ciclismo, informal para comunicar y organizar los eventos, pero eso queremos cambiar y la gente lo va viendo así. Los organizadores conocen que deberán cumplir obligaciones para la seguridad de nuestros deportistas, eso tendremos en un reglamento general para que se pueda contar con el aval de la Federación, porque no compartimos que cada corredor compita bajo su propia seguridad y riesgo.

¿Cómo va el tema de las licencias para los ciclistas?

Es un tema muy álgido que nos encontramos en la Federación. A días de haber asumido había una prueba de BMX, la modalidad más estructurada, pero al momento de solicitar licencias de los corredores, estos no tenían y no podíamos permitir que en un evento avalado por nosotros se compita sin licencias, que es el permiso para correr y establecer el ranking. Solo para ese evento emitimos 200 licencias, en este periodo hemos otorgado unas 400, esperamos este año unas 1.500 y al final de nuestra gestión (2025) aspiramos a tener 4.000 licenciados. Queremos darle la importancia a la licencia porque antes era un documento que no tenía mayor beneficio, pero estamos trabajando en eso para que los ciclistas puedan tener incentivos de ser federados, con ventajas comerciales inclusive.

¿Por su cercanía y trabajo, se siente parte del éxito de los ciclistas del momento?

Me siento parte, sí, porque he trabajado con ellos y de alguna forma he colaborado en su progreso. Creo que hemos puesto un granito de arena en los logros de nuestros corredores, hemos colaborado con el ciclismo desde todas nuestras facetas y lo seguiremos haciendo. (D)