A Marina Pérez no la quiere escuchar ningún dirigente. De forma inaudita fue a los Juegos Olímpicos de Río-2016 sin entrenador. En enero anterior, en una entrevista con EL UNIVERSO, contó aquella situación anómala ocurrida en Brasil y tras anticipar que en Tokio sucedería lo mismo, nadie oyó su voz de alerta. En realidad, se trataba de un pedido de ayuda de la guayaquileña, que es tecnóloga en Diseño Gráfico. Ama al deporte, tanto que antes de dedicarse al tiro olímpico practicó atletismo, tenis, voleibol y halterofilia. En el 2019, en los Juegos Panamericanos de Lima, ganó presea de plata en pistola de aire en 10 metros y clasificó a Tokio-2020; además, obtuvo bronce en pistola de aire-mixto, junto con Yautung Cueva. Aquel fue un tiempo de breve normalidad porque era entrenada por el mexicano Hugo Hernández. La aventura en la capital nipona ya terminó y ahora la atleta teme represalias de parte de su federación (la preside Joselo Padilla), porque ella denunció que compitió otra vez sin entrenador y “con armas viejas”. Pérez aclara que sus reproches no fueron dirigidos al Comité Olímpico Ecuatoriano (COE) ni a su presidente, Augusto Morán, de quien afirma tener apoyo, ni contra Sebastián Palacios, ministro del Deporte. La tiradora apuntó contra el abandono de su federación. Lo dice en esta charla en diálogo con EL UNIVERSO.

A Richard Carapaz, que se quejó, el COE lo aclaró. ¿Ya le dieron una explicación a usted?

El COE no tiene injerencia en nuestros problemas porque es la Federación Ecuatoriana de Tiro la que tramita nuestras actividades y es el organismo que toma las decisiones.

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¿Está de acuerdo con el nadador Tomás Peribonio, quien dice que la falta de entrenador en la competencia afecta?

Claro que afecta. En tiro se requiere una supervisión técnica constante. Es un deporte donde una (la atleta) puede salir de la línea de tiro y escuchar a su entrenador, sentir ese apoyo, o esa fuerza para seguir trabajando correctamente en un momento de alto estrés. Además, puede aconsejar cómo mejorar la estrategia, cómo ocupar la posición, hacer alguna corrección del arma o postura; en fin, muchísimo. En nuestro caso, entre Diana (Durango) y yo nos apoyamos lo mejor que podemos, pero no es lo correcto (técnicamente) ya que cada una debería concentrarse en su propia participación durante las pruebas.

Su entrenador no fue a los Juegos Olímpicos 2020, ¿pero el presidente de su federación sí viajó hasta Tokio?

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Sí, aquí está; él (Joselo Padilla) ha estado en el 99 % de las competencias (internacionales en que ella ha intervenido). Está (en Tokio) al igual que en Río de Janeiro-2016, donde tampoco tuve entrenador.

¿Siente que la han maltratado? Ya son dos citas olímpicas sin entrenador y en enero pasado anticipó que eso ocurriría en los Juegos de Tokio 2020.

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Sí (se siente maltratada). El deporte debe ser justo, puro y leal. Tengo esperanzas en que haya un cambio. Yo estoy segura de que si hubiéramos mantenido al entrenador durante toda la preparación, hasta el final, la historia habría sido diferente y tal vez las dos (ella y Durango) entrábamos a la final en Tokio; creo que perdimos una gran oportunidad en los Juegos.

¿Teme algún tipo de represalia por contar su versión de lo que sucede en su deporte?

Sí, tengo miedo y me preocupa. No pensé que esto iba a pasar (la situación polémica), ya que mi comentario fue abierto y nunca fue dirigido al COE ni al Ministerio del Deporte. Aun así tengo el respaldo del ministro Sebastián Palacios y del presidente del COE, Augusto Morán. También de varios miembros (del organismo), pero sobre todo el respaldo de mi familia y de muchos deportistas que me han dado su apoyo.

A Juegos Olímpicos de Tokio, con armas viejas

“No hubo un seguimiento (técnico) mínimo. Venimos a Juegos Olímpicos sin entrenador, algo que habría sido importante tener; además, (competimos) con armas viejas. Creo que las nuestras eran las más viejas; las de las demás deportistas eran nuevas”, dijo Marina Pérez luego de la eliminación en primera ronda en pistola de aire, de 10 y 25 metros, junto con Diana Durango. Las irregularidades las advirtió hace seis meses: “De cierta manera yo sí tengo dudas sobre mi nivel, porque me surge la duda de cómo sería mi rendimiento si tuviera al entrenador y sin él”, dijo a EL UNIVERSO en una entrevista publicada el 23 de enero. (D)

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