Taylor Schilling, conocida por su papel como Piper Chapman en la comedia "Orange Is the New Black", que termina este año, se estrena en el género de terror como la madre de un niño poseído por el alma de un asesino en serie.

La cinta se titula de "The Prodigy" ("Maligno" en algunos mercados latinoamericanos) y se estrena el 8 de febrero en Estados Unidos.

Schilling interpreta a Sarah, la madre de Miles, un niño prodigio que comienza a experimentar violentos cambios de conducta, que la llevan a pensar que una fuerza maligna y posiblemente sobrenatural tomó control sobre él.

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Y está dispuesta a todo con tal de recuperar a su pequeño.

"Eso fue lo que me atrapó y el factor decisivo para querer hacer esta película: los esfuerzos que ella hace para proteger a su hijo y tratar de salvarlo y cuidarlo", dijo.

"Y realmente fue lo que más me asombró de esta mujer, que realmente está lista para hacer todo".

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Schilling, de 34 años, dijo que nunca fue la más fanática del género de terror.

"Pero le tengo mucho respeto y me he divertido mucho", indicó, asegurando que incluso con toda la parafernalia de una producción de cine, hubo escenas en las que sintió miedo.

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Y cómo no hacerlo al ver a Miles, interpretado por Jackson Robert Scott, que con tan solo una expresión, una mirada, logra mutar de un niño inocente y tierno... al ser más desalmado.

"Jackson es profundamente talentoso", dijo Schilling sobre su trabajo. "Creó algo realmente hermoso".

Scott, de 10 años, sí tenía experiencia en el género. Interpretó a Georgie -el niño con el impermeable amarillo y el globito rojo- en el remake de "Eso" ("It") de Stephen King.

 Piper tuvo una buena racha

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Schilling dijo entre risas -y por qué no, algo de alivio- que en sus tiempos de niñera nunca enfrentó nada como lo vivido por la chica que cuida a Miles en una escena.

"Los niños a veces dan miedo cuando es hora de ir a la cama y no quieren dormir, pero la verdad nunca me tocó un niño así, nunca tuve un Miles en mi vida".

Algo que realmente le aterra a Schilling en la vida real, y vio en el guión, es la "idea de perder la cabeza".

Y algo que realmente me afectó del papel de Sarah fue cuando no tenía capacidad de confiar más en su propia realidad, cuando no sabe más si está hablando con Miles o con algún ente. Y me parece aterrador la idea de no poder confiar en tu propia realidad, me da miedo.

En otra entrevista dijo que le daban miedo el fuego y los tiburones, pero algo que sí no le aterra es la idea de despedirse de Piper, el personaje con el que fue nominada a dos Globos de Oro y un Emmy.

"Piper tuvo una buena racha", dijo Schilling, que está en el medio de las filmaciones de la séptima y última temporada de la aclamada serie. "Se siente como el final de una era y decir adiós a la familia que hemos creado va a ser emocionante".

Y esa era de la que habla Schilling arrancó en 2013, en la famosa cárcel de mujeres de Litchfield, con este show y su elenco conformado principalmente por mujeres.

"Creo que estamos experimentando muchos cambios y creo que es muy esperanzador que las nuevas voces tengan espacio", indicó la actriz. "Espero que 'Orange' sea realmente una referencia para las mujeres y que haya más espacio para contar diferentes historias".