Adam Sandler y Luis Gerardo Méndez hablaron sobre su interés por las historias enigmáticas, el reto del primero para interpretar a un piloto de Fórmula Uno y el secreto del segundo para un buen matrimonio durante el estreno en México de la comedia “Misterio a bordo” (“Murder Mystery”).

La cinta de Kyle Newacheck, que debuta el viernes en Netflix, presenta a Sandler como el policía Nick Spitz de Nueva York, quien se hace pasar por detective y por azares del destino termina junto con su esposa (Jennifer Aniston) en el yate de un multimillonario septuagenario donde también está de viaje el piloto de carreras Juan Carlos Rivera (Méndez).

Sus destinos quedan ligados cuando el millonario muere a bordo en circunstancias escabrosas y justo antes de firmar su testamento.

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La cinta tiene varias referencias a historias de misterio como “Un cadáver en la biblioteca” y “Asesinato en el Expreso de Oriente”.

“Cuando era niño los leía, me gustaban, no me encantaba tratar de descubrir quién era el culpable porque nunca lo adivinaba bien, pero disfrutaba tratar de descubrirlo”, dijo Sandler el jueves a The Associated Press sobre este género.

Si fuera seudodetective como su personaje, sus habilidades serían escuchar y no hablar mucho, además de esconderse, como lo vemos debajo de una cama en la película.

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“Lo he hecho por años, (esconderme) de tanta gente, especialmente miembros de mi familia, cuando escucho que vienen me escondo en el baño”, agregó con humor.

Por su parte, Méndez no era admirador de las novelas de misterio, pero dice que jugaba Clue, el juego de mesa para adivinar quién fue el asesino, cuando era pequeño. Las escenas del actor mexicano en un auto de Fórmula Uno fueron filmadas durante la carrera real del Grand Prix en Mónaco.

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“Nunca he sido muy fan de la Fórmula Uno ni de los deportes. Yo no sé qué pasa con la vida que me pone a hacer de boxeador, de dueño de un equipo de fútbol y ahora corredor de Fórmula Uno”, dijo el actor en referencia a película “Bayoneta”, la serie “Club de Cuervos” y “Misterio a Bordo”, respectivamente.

“Fue muy divertido filmar en Mónaco en el Gran Prix, porque filmamos en la carrera. Estuve en los pits con Lewis Hamilton, con Checo Pérez... y sí fue muy divertido traer el uniforme de McLaren, la gente me pedía fotos y demás”, dijo sobre su experiencia al lado de estos famosos pilotos de la vida real.

Sin embargo, cuando llegó el momento de entrar en esos angostos autos con el casco y los cinturones de seguridad --porque son varios--, la alegría del momento dio paso a los nervios.

“No podía respirar y me dio un ataque de pánico en el coche, fue horrible”, dijo el actor. Afortunadamente Méndez logró proyectar seguridad en la película y luce como todo un profesional de las carreras de autos.
En el caso de Sandler es su segunda cinta como pareja de Aniston --a cuyo personaje en este filme le gustan las novelas de misterio-- tras “Una esposa de mentira” (“Just Go with It”) de 2011.

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“En la primera (película) nos enamoramos, en esta somos una pareja casada”, dijo Sandler. “Por momentos ella me odia, pero yo siempre la he amado”.

El secreto para que un matrimonio dure 15 años como el de su personaje en “Misterio a bordo” es para Sandler aceptar que las cosas no serán perfectas todo el tiempo: “En un día de 24 horas yo diría que a lo mejor seis minutos serán buenos, pero ¡disfruten esos seis minutos!”.

La película se caracteriza por sus locaciones de lujo, del yate del millonario a hoteles de cinco estrellas y la sección de primera clase de un avión trasatlántico con todo y bar.

“Fue como estar de vacaciones todo el tiempo”, dijo Méndez.

“Te la pasabas diciendo ‘de aquí soy, yo me merezco esto’”, respondió Sandler. “Hablaste con Netflix sobre eso, ¡pero ellos no pueden pagar tu nuevo estilo de vida!”. (E)