Las luces de la pasarela se volvieron a encender para recibir un desfile sobre la vestimenta tradicional de la mujer indígena andina en Bolivia.

La parada de ropa Chola o Cholita, celebrado el pasado viernes 4 de diciembre y organizado por la alcaldía de La Paz, buscó reactivar la economía de decenas de artesanos y diseñadores afectados por las restricciones impuestas desde marzo para contener la pandemia del nuevo coronavirus.

“Todo el año no ha habido ventas... se han reducido a cero”, dijo la diseñadora e historiadora Sayuri Loza, hija de la primera cholita que llegó al parlamento, Remedios Loza, nombre que llevó el desfile.

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La Chola o Cholita es la mujer de origen aymara.

Las modelos mostraron mantas coloridas, sombreros bombines, polleras y joyas, con la elegancia y picardía que caracterizan a este personaje, un icono de la cultura popular andina. Dentro de varios atuendos se combinaron las mascarillas.

Esta vez el desfile permitió un público limitado y exigió a los presentes el uso de barbijos. También se transmitió por Facebook. Bolivia reportó hasta el pasado viernes 145.325 contagios y 8.987 decesos por COVID-19.

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Loza explicó que los diseños son vendidos en un barrio popular de la ciudad de La Paz, donde usualmente muchas agrupaciones de bailes folclóricos compran la ropa para festividades religiosas, incluida la del señor del Gran Poder, que es la más grande y que se suspendió junio debido a la crisis sanitaria.

“Ha sido tan difícil que muchas (artesanas) han optado por vender papel higiénico, alcohol sanitizado porque no había venta", afirmó. "Entonces este año que ha sido muerto; se está tratando de recuperarlo”, agregó.

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En los últimos años, la cholita ha ido revalorizando su vestimenta y su cultura con el fin de empoderarla. “Ha habido esta pasarela para reactivar nuestro sector y así con eso estamos haciendo marketing para que nuestras clientes retornen”, señaló Rosario Rodríguez, presidenta de la Asociación de Vestimenta de Chola Paceña. (I)