«Impávido» indica que la persona de que se trata reacciona de manera serena o sin miedo ante las situaciones de peligro. Así, este adjetivo equivale a impertérrito, libre de pavor, impasible o imperturbable. No es sinónimo de «pávido», que significa ‘tímido, medroso o lleno de pavor’.

Hay que tener presente que el prefijo im- invierte o niega el sentido de la palabra base. Por lo tanto, se reitera que im- + pávido (medroso) denota que no se tiene pavor o miedo. Ejemplos: Juan llegó impávido al lugar del accidente. Enrique quedó pávido al escuchar la noticia del accidente.

¡El verbo «interlocutar» sí existe!

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No olvidemos que una palabra cobra existencia justo en el instante en que alguien la usa, aunque esta no conste en los diccionarios. De hecho, es imposible que en un diccionario se pueda incluir todo el vocabulario de los hablantes. Por esta razón la lengua española tiene diferentes elementos compositivos que se pueden emplear para formar las voces que no están registradas en los diccionarios. Este es el caso de interlocutar.

En el «Diccionario de la lengua española» consta el prefijo inter- con dos acepciones: 1) ‘Entre’ o ‘en medio’. Ejemplo: Intercostal. 2) ‘Entre varios’. Ejemplo: Interministerial. También está el verbo locutar, que significa ‘dicho de un locutor de radio: hablar (emitir palabras)’.

Con este sustento no hay razones para cuestionar el uso del infinitivo interlocutar, pues está muy bien constituido y significa ‘hablar entre varios’. Por lo tanto, cuando dos o más personas mantienen un diálogo en una radio están interlocutando. (Actualizado de la Esquina del idioma, 20-04-2014 y 02-10-2016. (F)

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FUENTES: Diccionario de la lengua española (versión electrónica) y Diccionario panhispánico de dudas (2005), de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española.