Crítica de música: #7DJ (7 Días En Jamaica), Maluma y el intento de un álbum conceptual

Desde hace ya mucho tiempo que el reguetón dejó de ser considerado solo música urbana, más bien es la idea actual del pop, por lo menos aquí en Latinoamérica. Uno de sus máximos representantes es el colombiano Maluma, quien cuenta con una extensa y galardonada carrera, pese a su juventud. Hace pocos días, para celebrar su cumpleaños 27 (el 28 de enero), publicó el álbum #7DJ (7 días en Jamaica).

Disponible en todas las plataformas digitales, compuesto de siete canciones y con una duración aproximada de 23 minutos. El concepto de este trabajo empieza a mostrarse como el de una persona que está de farra mientras reggae, dance hall y algo de reguetón suenan en los parlantes.

Esto empieza a tomar más forma con Tonika, canción en la que colabora con Ziggy Marley, hijo del legendario artista jamaiquino Bob Marley, luego mientras avanzan sus rimas y estribillos, llega Love, en la que participa el también jamaiquino Charly Black.

Decayendo un poco más en el tempo, llega Chocolate y para este momento empezamos a notar que entre sí, las canciones tienen un hilo conductor que hace que antes de terminar una, la siguiente esté iniciando.

Agua de Jamaica trae algo más característico de Maluma; un sólido ritmo dibujado por las secuencias, ya que previamente tuvimos guitarras marcando el beat, interesantes –pero modestos– arreglos de secciones de viento.

Desayun-Arte empieza a marcar una línea que divide #7DJ en dos: una interesante fusión de ritmos caribeños y canciones que podrían ser escuchadas de manera atemporal y un cierre con canciones de reguetón un poco más monótonas; como La Burbuja, que tiene la estética sonora de un sencillo de los noventa, época en la que aún no se reconocía al reguetón y era una propuesta innovadora, pero esa mencionada estética no envejeció bien, hablando desde términos técnicos de la producción, en los que podría considerarse que carece un poco de frecuencias graves y tal vez elementos que sí se usan usualmente en la actualidad, como sintetizadores y más.

Para finalizar, Peligrosa le pide al DJ: Pon reguetón, no pongas otra cosa. Justo para recordarnos que en pleno inicio del 2021, eso es lo que el mundo quiere. Dentro de toda la etapa de pandemia y diversas cosas que ocurren en todos lados, el mundo solo pide canciones para moverse y perrear.

El intento –o la casualidad– de un álbum conceptual en artistas de géneros como el trap o el reguetón no suele ser común (con excepciones como Bad Bunny y J Balvin, quienes lo han logrado en algunas ocasiones) y debería ser considerado más seguido.

Muchos seguidores de la música siguen pensando en que el reguetón no es cultura, que es algo que se decía hace ya muchos años, pero esto ha cambiado. Hay que darle más crédito a estos géneros y sus exponentes, aunque siempre se debe seguir trabajando y buscando qué hay más allá, no quedarse solo con la receta más sencilla del éxito. (O)