El arte lo lleva en la sangre. La música y la actuación han sido escenarios en los que se involucró desde pequeño, fueron parte de su día a día y ahora son su realidad profesional. El actor argentino Julián Cerati, sobrino de la leyenda musical Gustavo Cerati (Soda Stereo), es parte del elenco protagonista de la película ecuatoriana Misfit, de Touché Films, casa de Enchufetv.

Misfit #eresotehaces se estrenará en salas de cines de diez países de América Latina, en octubre. La película es una adaptación del filme holandés estrenado en el 2017 que se convirtió en la tercera película más exitosa de Países Bajos ese año. A esta película le siguieron dos partes y una serie original de Netflix. Se han hecho versiones de la misma en cinco países y se estima que es la película holandesa con más remakes en la historia.

Esta versión de Misfit para el mercado latinoamericano estuvo a cargo de 2bOriginals (Touché Films), una división del grupo de medios 2b, la empresa productora detrás del exitoso canal de comedia Enchufe.tv y el largometraje Dedicada a mi ex.

Publicidad

Desde la intimidad de la casa familiar en City Bell (La Plata, Argentina), el artista de 23 años conversa con este Diario sobre Nico, su personaje en el filme dirigido por Orlando Herrera y que se estrena en las salas de cines este jueves 14 de octubre.

¿Cómo llegó el papel de Nico a tus manos?

Yo viví tres años en Colombia, en estos momentos estoy en Argentina, el casting me llegó por Juan Pablo Rincón, el director de casting que ya teníamos conexión en Colombia, él trabaja en Colombia y en México. Hice el casting en plena pandemia, lo grabamos, lo enviamos y después fue casting vía Zoom. Fue un proceso muy bonito, vibré mucho con el personaje, con Nico, desde el principio, con su sensibilidad, con la parte del rechazo y de encontrar su identidad en el colegio, conecté muy bien, además estábamos en un momento bastante vulnerable en la humanidad, con la pandemia, entonces creo que conecté bastante. Fue un proceso muy lindo, de respeto, de darle full al arte que se necesitaba en ese momento.

Publicidad

¿Quién es Nico en Misfit?

Alicia (Jaziz) tiene el personaje de Julia, que vive en Estados Unidos y tiene que volver a su país de origen que es Ecuador y de alguna manera salta un escalón bastante grande de su colegio en Estados Unidos, con todo lo que sucede allá y con la parte autóctona y se vuelve a un colegio de Ecuador, con claramente otra cultura y bueno, la película habla de esa adaptación de Julia en ese colegio en Latinoamérica, con las costumbres latinoamericanas, con los vínculos que son distintos en cada cultura, con los miedos, con la forma de encarar la vida, que son distintas.

Publicidad

Entonces Julia llega a un colegio donde deja de ser de alguna manera la popular, o concebida como una de las personas populares, dentro de las categorías que se arman naturalmente en los colegios, y pasa de tener ese espacio más privilegiado en Estados Unidos a tener un lugar dentro de los rechazados, hablando de estas identidades que se arman dentro del colegio. Julia termina perteneciendo a ‘los rechazados’, donde está Nico, mi personaje, un personaje con mucha potencia artística y con un mundo interno muy rico y con mucha mística, pero que le cuesta entrar en el mundo normal, sacar todo eso que tiene, con un mundo interno tan potente que todo afuera le quema a Nico y eso se traduce en ser introvertido, de insertarse bien en el grupo de amigos. Es muy sensible y con mucho para entregar.

Y en la época de colegio, ¿cómo fue su experiencia? ¿A qué grupo pertenecía?

En mi colegio, al menos en mi curso, no hubo bullying, nada excesivo, obviamente como decimos acá, uno carga al otro o hay chistes internos pero no hubo bullying como escucho que sucede en otros lugares. Entonces eso también no generó divisiones, si bien hay afinidades entre ciertos grupos, nunca hubo mucha división, fuimos un grupo muy unido, todo el curso. De hecho, viajamos a Bariloche, en el viaje de egresados, todos. Y yo era el que más hacía chiste, pero siempre desde un lugar muy sano, estaba en el grupo de amigos en el que jodíamos bastante y con los profesores también teníamos mucha buena onda, nunca me llevé materias, era muy aplicado a los estudios, yo era de los que me sentaba atrás, siempre buena onda y como también venía del lado artístico, yo estudio teatro desde muy chico, entonces siempre estaba ahí con la espontaneidad e intentando pasar el rato, disfrutando con mucho humor y explorando la creatividad.

¿Cómo se involucró en el teatro desde su infancia?

Publicidad

Como decía, vengo de una familia con potencia en lo musical, mi tío que fue una figura muy fuerte acá en Latinoamérica y en mi familia, lógicamente, entonces siempre estuvieron dispersos los átomos artísticos en la casa todo el tiempo y en la familia. La música me fascina, de hecho toco un poco guitarra, canto y demás, pero siempre hubo algo de la expresividad mía, de Julián, una necesidad de conectar con lo lúdico, con el juego, quizás con más similitudes a la vida y no tanto a lo musical, que es un lenguaje totalmente distinto y hasta supremo. La actuación es un reflejo de la vida y de la capacidad de convertirse en muchas personalidades que están en la sociedad, y ese juego siempre me interesó mucho más.

Me gustaba imitar de chico, siempre fui una persona con muchos amigos, siempre queriendo hacer reír y conectarme y en un punto me di cuenta de que eso era lo que me hacía bien, crear, y me gustan las ocurrencias y me gustaba el buen cine, entonces una cosa llevó a la otra y también, como tenía tanta necesidad de chistes y de expresarme, empecé teatro con un amigo, nos portábamos un poco mal en el colegio, y dijimos vamos a buscar un espacio para realmente disfrutar. Entonces empezó desde lo lúdico con mi amigo hasta que después ya me empezó a gustar mucho. De ahí me di cuenta de que me gustaba de verdad. Disfruto mucho en el momento que interpreto y actúo.

¿En qué otros proyectos está inmerso y qué pasó con el proyecto de Heidi, bienvenida a casa (telenovela infantil argentina)?

Con Heidi hubo un problema de distribución, no estoy bien al tanto, no sé realmente cuándo sale, pero ahora tengo otros estrenos. En este momento preciso estoy grabando una serie para Disney Plus, que no puedo contar mucho pero va a estar muy buena, que es también motivo de que tenga los ojos achinados porque tengo toda la semana trabajando y haciendo cositas muy lindas. Después grabé Pálpito para Netflix (con Ana Lucía Domínguez, Michel Brown, Sebastián Martínez, Margarita Muñoz Parra, Juan Fernando Sánchez), esa fue una serie que la grabamos este año, a principios, y no sé cuándo va a salir, es sobre tráfico de órganos y es un drama muy intenso, que me encantó y que tiene mucha fuerza dramática; está Misfit y tengo algún estreno más que no me acuerdo.

¿Cómo fue grabar en medio de las medidas de seguridad en plena pandemia?

Al principio costaba un poco, yo venía de grabar Chichipatos en Netflix, con protocolos también en plena pandemia y te vas acostumbrando. Obviamente no es la situación ideal sobre todo por conectar, porque el tapabocas o barbijo, quizás lo que hace y el coronavirus es meter miedo y siempre el miedo separa el alma y en este caso para los vínculos humanos y la actuación, por lo menos, en lo que respecta a mi trabajo tiene que ver con conectar con otras almas y con otros seres, entonces eso era lo que más lástima me daba, no poder conectar del todo y tener algunas restricciones, pero la llevamos muy bien, con buenos protocolos, testeos y demás, logramos que sea muy ameno y se pueda crear y hacer una peli como lo es Misfit, que por lo menos a mí me encantó.

Por el rodaje, ¿cuánto tiempo permaneció en Ecuador y qué pudo conocer del país?

Fue la primera vez que fui a Ecuador y no tuve tanto tiempo para recorrer porque yo llegué tarde, justamente estaba grabando Chichipatos, y llegué muy tarde, ya habían arrancado a grabar entonces no pude estar fuera del trabajo, tuve algunos días y fue precioso. Mi corazón se queda sobre todo con la calidez de los ecuatorianos, hay una cosa muy transparente al menos en la gente que conocí, con una nobleza también y con una humildad y una cosa muy humana, en otros lugares no pasa tanto. Me gustó mucho, sentí a la gente muy cálida, de hecho el primer día que llegué fui a comer encebollado con uno de los chicos de Enchufetv y fue hermoso, conectamos de una. Me gustó el encebollado. Estuve 15 o 20 días en Quito.

¿Con quiénes le gustaría trabajar en el cine y qué otras aspiraciones tiene en esta rama?

El lenguaje del cine me parece alucinante y creo que es lo que más me gusta. Si bien la actuación finalmente se reduce a lo mismo, a la conexión propia del ser humano y poder brindarle eso a un espectador, el cine es el código que más me seduce, la televisión también me fascina y hoy en día las series tienen un código prácticamente cinematográfico, entonces no varía mucho. Lo que sí me interesa es la poética del proyecto, el trasfondo que tenga, la historia, la potencia, la riqueza para contar que tenga detrás de eso, entonces independientemente de si sea televisión o cine me llaman la atención los personajes que tengan muy buena conexión con el público, que sea por identificarse o que tengan algo grande que mostrar a la sociedad, o que sean un reto para mí, que me saquen de lo que vivo al día.

Yo cada vez que estoy grabando ya triunfé, eso es todo para mí, siempre y cuando lo disfrute y he tenido la fortuna de disfrutarlo, es mi hábitat, es donde me siento bien, donde me siento creando, donde me siento con energía, donde siento que conecto y puedo aprender, tengo mis actores preferidos, pero mi meta es realmente lograr cada vez personajes más creíbles que me den más riqueza a mi alma. Javier Bardem es de mis actores preferidos y me encantaría poder interpretar algo con él.

Y hablando de series, ¿consideraría ser parte de alguna que retrate la vida y trayectoria de Gustavo?

Sé que se estuvo barajando bastante que se haga una serie o una ficción al respecto, pero no sé, le tengo mucho respeto a la situación en muchos sentidos, por mi familia y por Gustavo mismo. No sé si me llama tanto la atención, yo creo que a Gustavo ni siquiera le llama la atención una serie sobre él realmente porque sigue vivo y sigue con una potencia que ni siento que haya que reivindicar nada. No hace falta hacer una serie, entonces partiendo de esa base, si yo la haría o no realmente no me lo pongo a pensar mucho, pero yo le tengo mucho respeto al trabajo de Gustavo y mi familia.

¿Le ha molestado que lo mencionen o se lo conozca como ‘el sobrino de Gustavo Cerati’?

No, yo a Gustavo le debemos mucho con mi familia, todo el amor que nos ha dado, además es mi padrino. Nunca me ayudó a nada, si Gustavo estuviera vivo sería otra cosa porque tendríamos un montón de charlas, quizás me podría incluso ayudar en mi ámbito, pero cuando yo arranqué Gustavo ya estaba en coma, entonces hoy en día sería otra película. Mi apellido lo único que hace es que digan uy qué bueno, vos sabés que me corté el pelo con Persiana americana o di mi primer beso, es más anecdótico. Y me pasa más con la gente grande, con la gente de mi edad, hay algunos que no conocen, es lindo pero nunca me garantizo nada. No tiene nada que ver porque soy sobrino y soy actor. Mi apellido es solo para decir qué buena onda tu tío. Mi apellido nunca me ayudó para entrar, solo para que me hagan conversa.

¿Cuál es su recuerdo más preciado con él?

Mmmmm... y tengo muchos, pero todos los domingos, lo más simple. Cada vez que nos hacía reír y tenía un carisma muy especial. Me hubiese gustado tener más recuerdos en realidad, ahora mi conexión con él es distinta.

Su corazón también lo vincula con Colombia, por su novia, la también actriz Majo Vargas...

Sí, ya cumplimos dos años, ahora viene en octubre a visitarme a Argentina. A Colombia también le debo muchísimo.

Más sobre ‘Misfit’

Para lograr que esta película represente a América Latina de una manera más global, se realizó el casting de actores en varios países de la región. Los protagonistas y personajes secundarios se escogieron de entre más de 600 audiciones. Los actores seleccionados para este elenco son: Alicia Jaziz (México), Gimena Gómez (México), Julián Cerati (Argentina), Javi Luna (España), Raysa Ortíz (Perú), Samara Montero (Ecuador), Amy Rodríguez (Colombia), Jorge Ulloa (Ecuador) y Nataly Valencia (Ecuador), entre otros. En conjunto, el elenco principal engloba a más de 63.4 millones de seguidores en redes sociales, una parte integral del concepto que hizo que Misfit sea exitosa en otros territorios.

Misfit se rodó durante tres semanas en Quito, bajo estrictas medidas de bioseguridad. La producción contó con un equipo técnico de más de 70 personas, 26 actores y 75 extras. Entre las nueve locaciones escogidas para el rodaje, la principal fue un colegio católico fundado hace 75 años.

Esta comedia romántica adolescente estará disponible en cines de México, Perú, Bolivia, Ecuador, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Panamá y Nicaragua y próximamente en plataformas digitales. (E)