As in heaven de Tea Lindeburg, la historia de una niña de catorce años con deseos de emancipación en una aldea danesa a finales del siglo XIX, ha tenido hoy una cálida acogida en el festival de San Sebastián donde compite por la Concha de Oro.

En su opera prima, Lindeburg ha sorprendido con apuestas poco comunes como la introducción de elementos oníricos en un drama de época que, por otro lado, está rodado en un estilo documental y dinámico alejado de los cánones.

El guion parte de la novela A night of death (1912) de la escritora danesa Marie Bregendahl que Lindeburg descubrió hace nueve años en una estantería en casa de su madre, según ha relatado hoy en rueda de prensa en el Kursaal.

Publicidad

La protagonista es Lise, la mayor de ocho hermanos, llena de ilusión porque está a punto de convertirse en la primera de su familia en ir a la escuela. Pero cuando su madre se pone de parto y las cosas se complican, el destino de Lise amenaza con dar un giro radical.

"Me pareció muy contemporánea pese a estar escrita hace más de cien años", ha asegurado la directora y guionista, "me impactó lo que le pasa a la madre, me hizo pensar en la suerte que tengo de vivir en esta época y en esta parte del mundo, pero sobre todo me impactaron los niños y especialmente Lisa, su mirada sobre lo que ocurre y su incapacidad de hacer nada".

San Sebastián (Gipuzkoa).- 19 sept 2021.- La directora Tea Lindeburg (d) posa junto a la actriz Flora Ofelia Hofman tras presentar este domingo su película "Du som er himlen", dentro de la 69 Edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián. EFE/Juan Herrero. Foto: EFE

Linderburg ha introducido algunos cambios respecto a la novela. Su método consistió en leerla un par de veces y después apartarla para escribir el guion a partir de sus recuerdos.

Publicidad

Así, mientras que en la novela la historia se cuenta desde distintos puntos de vista, ella opta por la perspectiva de Lise e introduce secuencias propias como la que abre el filme, un sueño premonitorio de la protagonista.

"En aquella época no era raro tener visiones y creer en ellas, ese sueño es una advertencia que ella no quiere escuchar, a la mañana siguiente se levanta mira al chico que le gusta y vive su vida", ha explicado.

Publicidad

El sentido de esa secuencia, que parece introducir al espectador en una película de género fantástico, lo explica también en el contexto de un mundo en tránsito "de lo viejo a lo nuevo", en el que "la chica está tratando de configurar su relación con Dios y la fe".

Filmada en 16 milímetros, sin música extradiegética, la mayoría de los planos están rodados cámara en mano. "Es una película subjetiva", ha señalado Lindeburg, "quería estar cerca de ella y de los niños, contar cómo viven ellos mientras suceden cosas horribles a su alrededor".

Esos planos en movimiento se alternan con otros más estáticos en las escenas en que los niños no pueden hacer nada más que esperar a que pase el tiempo.

Lindeburg (Copenhague, 1977) estudió cine en la New York University y en la escuela alternativa de cine Super16 en Copenhague. Ha dirigido varios cortometrajes y episodios de series televisivas danesas, y también es la creadora de la serie de Netflix Equinox. (E)

Publicidad