Con las 24 películas de la competición oficial proyectadas, las quinielas de esta edición de Cannes están muy abiertas y no hay un claro favorito. Drive my car, del japonés Ryusuke Hamaguchi, y Memoria, del tailandés Apichatpong Weerasethakul, encabezan las apuestas.

Las dos revistas que ofrecen clasificaciones basadas en las opiniones de los críticos, Screen y Le Film Français, consideran Drive my car, la adaptación de un relato de Haruki Murakami, como la mejor película del festival.

Pero tras la proyección anoche del filme de Weerasethakul, hay muchos que apuestan por la historia del tailandés, ambientada en Colombia y con Tilda Swinton hablando en español.

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De ganar, sería la segunda Palma de Oro para Weerasethakul, que ya la ganó en 2010 por Tío Boonmee recuerda sus vidas pasadas (Lung Boonmee raluek chat) .

Para Hamaguchi sería la primera, pero supondría todo un hito, ya que este mismo año se llevó el Oso de Oro de la Berlinale por La ruleta de la fortuna y la fantasía.

Tan rara ha sido la edición de Cannes como la competición oficial. Muchas películas de nombres consagrados, aunque con un resultado irregular.

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Dentro de las mejores, Un héroe (A Hero), de Asghar Farhadi, una historia muy del estilo del director iraní sobre la presión de la reputación en su país, o Les Olympiades, de Jacques Audiard, un fresco retrato del amor contemporáneo, en blanco y negro, y cercano a la nouvelle vague.

Aunque si la apuesta es por el cine como provocación, la ganadora sería Titane, el segundo largometraje de la francesa Julia Ducournau.

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El musical de Leos Carax, Annette, podría entrar en el palmarés por su arriesgada apuesta y otra historia con música, Haut et forte, del franco marroquí Nabil Ayouch, podría tocar la sensibilidad del jurado con su retrato de los jóvenes que buscan libertad a través del hip hop.

Spike Lee es el presidente de un jurado en el que también están Maggie Gyllenhaal, Kleber Mendonça Filho, Mélanie Laurent, Jessica Hausner, Mati Diop, Myléne Farmer, Tahar Rahim y Song Kang-ho.

El palmarés debe incluir obligatoriamente la Palma de Oro, el Gran Premio del Jurado, el Premio del Jurado, el Premio a mejor dirección, el Premio a mejor guion y los dos premios a mejor interpretación, masculina y femenina.

Solo se puede otorgar un premio ex aequo (empate) —siempre que no sea la Palma de Oro— y únicamente puede haber un premio por película con una excepción: un filme puede recibir el Premio del Jurado o el de guion además de uno de interpretación, con la autorización del presidente del festival.

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En esa categoría, el jurado podría incluir títulos como Compartment nº6, una tierna película finlandesa con el duro invierno ruso de fondo; Nitram, de Justin Kurzel, sobre una matanza en Port Arthur (Australia) en 1996; Benedetta, la nueva provocación de Paul Verhoeven, o Petrov’s Flu, un ejercicio estilístico de Kirill Serebrennikov.

En cuanto a las interpretaciones, al igual que con los filmes, poco consenso en quién debería llevarse los galardones.

La protagonista de Lingui, la chadiana Achouackh Abakar, impresionó con su papel de madre soltera acosada por los problemas. La noruega Renate Reinsve aportó aire fresco en The Worst person in the world y la debutante Agathe Rousselle dejó a Cannes en estado de shock con Titane.

En el apartado masculino, el iraní Amir Jadidi, el protagonista de la película de Farhadi, sería un justo ganador y una forma de premiar a una excelente película, pero que no es mejor que otros trabajos anteriores del director.

Adam Driver, que da todo un recital en Annette; Simon Rex, por su perdedor de Red Rocket, de Sean Baker; Caleb Landry Jones, por Nitram, de Justin Kurtzel, o Damien Bonnard, por Les intranquilles, de Joachim Lafosse, son otras de las interpretaciones masculinas que más han gustado.