La Real Academia Española (RAE) indica que el empleo de prestar como ‘pedir prestado’ solo se da en algunas zonas de América, y lo recoge el Diccionario de americanismos, pero es de empleo popular.

En el uso general, prestar es ‘entregar algo a alguien para que lo utilice durante algún tiempo y después lo restituya o devuelva’ (RAE); por lo tanto, la persona o entidad que presta (prestador o prestadora) no es la que recibe, sino la que entrega el dinero u otra cosa.

Prestar no es sinónimo de ‘recibir o pedir’, equivale a ‘proporcionar, suministrar, auxiliar, entregar, dar, conceder, ayudar, beneficiar, colaborar, financiar’, etc.

Partiendo de este razonamiento y para evitar ambigüedades, no se recomienda decir, por ejemplo, «tengo que pagar algunas deudas, por lo tanto iré a una entidad bancaria a prestar dinero». Aquí se capta que el emisor va a entregar dinero a la institución financiera. Para descartar la doble interpretación, se sugiere el uso de otras construcciones, como «tengo que pagar algunas deudas, por lo tanto iré a una entidad bancaria a pedir prestado el dinero» o «... a solicitar un préstamo».

También es adecuado decir «préstame dinero», pues el efecto de recibir el préstamo cae en el emisor de la frase. Asimismo es apropiado el uso de emprestar, ya que el sujeto que ejecuta la acción es quien recibe el beneficio del préstamo. No obstante, este verbo tiene poco uso y muchos hablantes lo consideran arcaico. (Actualizado de La esquina del idioma, 12/10/2008). (F)

FUENTES: Diccionario de la lengua española (versión electrónica), Diccionario panhispánico de dudas (2005), Diccionario de americanismos (2010), de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española.