La nueva serie de Disney El club de los graves sigue a Amaranto Molina (Carlos Vives), un profesor de música poco convencional que llega a dar clases a un colegio especializado en educación musical, regido por fórmulas que dejan de lado a los alumnos que no cumplen con las normas establecidas por el éxito comercial en la música.

La producción, por estrenarse con todos los capítulos este miércoles 22 de febrero en Disney Plus, incorpora también al actor colombiano Julián Arango (Yo soy Betty, la fea y Hasta que la plata nos separe) como el director del instituto, Eduardo Kramer, quien elige cada año a cinco alumnos -apodados Los Agudos- para integrar la prestigiosa banda adolescente de la institución.

En una entrevista con el programa Así amaneció de radio City, el actor de 54 años profundizó en su experiencia trabajando con Disney y en su amplia trayectoria.

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Julián, su carrera le ha llevado hacia personajes icónicos, ¿qué le llevó ahora a escoger este papel de una serie un poco más juvenil y musical?

Yo tengo una hija de 13 años que siempre me dice: ‘¿y esta vez de qué malo vas a hacer?’. Porque últimamente me daban papeles como muy, muy malos. Entonces, este va a ser malo, pero para una audiencia más juvenil y me parecía muy interesante. Pero primero que todo, el hecho de que está Carlos Vives, para mí eso ya significaba una experiencia para mí en la vida, trabajar con mi ídolo, con quien crecí y entonces era una oportunidad.

Su personaje es un rector ambicioso que se cree lo mejor que hay en ese colegio de músicos, ¿tuvo alguna preparación extra?

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No tuve ninguna preparación especial, pero la música siempre ha estado alrededor mío, mi mejor amigo es Antonio Sanint (Ríase el show).

¿Por qué la gente debería ver El club de los graves?

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Es (una serie) muy fresca, tiene la música de Carlos Vives, que vale la pena volver a verlo. Carlos tiene un ángel que transmite bondad. belleza, alegría, rumba felicidad. Yo soy obviamente el antagonista para (el personaje de) Carlos y entonces creamos ahí una relación muy chévere y mi personaje es patético, él es un one hit wonder, un artista que tuvo un solo éxito y con ese éxito montó la escuela, tiene un decálogo de cómo debe ser un cantante y esta cosa tropical, como autóctona, a él no le gusta. Él es ese pop y fórmulas clichés de lo que es un artista y yo canto y bailo entonces también tiene ese ingrediente.

¿Qué se siente que no solo en Colombia le conozcan, sino que gracias al streaming su cara ha explotado en el mundo? ¿Cuál es la diferencia con el inicio de su carrera?

Sí, sí. Sobre todo mientras manejas tus redes sociales, en Instagram, por ejemplo, llegan mensajes de gente de todas partes del mundo y es una locura. Ese dicho de que el mundo es un pañuelo es verdad hoy en día, porque puedes conectarte, puedes entablar una amistad, puedes preguntar sobre un país, puedes hablar sobre por qué le gustó mi personaje... se vuelve todo más ‘cortico’ y entiende uno que todo el mundo es igual, ¿no? (...) Hoy en día somos lo mismo todos.

¿Y qué satisfacciones le ha dado la actuación, aparte del sustento?

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La felicidad de verdad de poder desarrollar esto que tanto me gusta hacer, que es encarnar personajes tan variados y tan distintos. Me da mucha alegría ser esa persona que, mientras estuvo aquí en el mundo, hizo lo que gustó y que a la gente le haya gustado.

Ha trabajado con Netflix, Caracol, RCN... ¿cómo ha sido trabajar con Disney?

Muy profesionales sin decir que aquí en Colombia no seamos profesionales, pero como era una serie y estaba tan bien cuidada -también ayudaba a que Carlos Vives estaba ahí-, pues nos trataron muy bien y hasta los chiquitos detalles fueron muy bien cuidados. Tuvimos la tranquilidad como actores para darlo todo. Nos consintieron, nos trataron superbién. (...) RCN y Caracol se dan cuenta también de las plataformas y se están poniendo las pilas en en todo lo que hacen estas plataformas, que es un poco distinto a lo que era ser una novela larga de 250 capítulos. Hoy en día son más específicos, se dedican más a detalles que antes no miraban.

Yo vi Hasta que la plata nos separe y su personaje era alguien atípico para un latino. A muchos nos sorprendió, pero al final nos gusta ver ciertas de esas cosas en el día a día.

Claro, fíjate este personaje. Yo me encontraba en la calle y recibía muchos comentarios de gente que conoce a otra gente que es así, ¡que es el varón! Y que por dentro están escondiendo su verdadera orientación y sus verdaderos gustos. Fue un personaje que yo no esperaba que pegara tanto o que tuviera tanta acogida.

¿Hacia cuál de sus personajes siente todavía un cariño especial?

Hugo Lombardi siempre tiene un lugar muy especial, porque, pues, me lanzó al mundo, me dio a conocer, me ha dado una cantidad de cosas por su éxito y por su fama que trascendió fronteras. Pero yo tengo personajes que adoro. No sé si ustedes vieron la serie La Pola (2010), yo hice allí de el papá La Pola, hice a Joaquín Salavarrieta y a ese personaje lo adoré con todo el alma porque era un buen hombre, un tipo que trabajaba por sus principios, quien le inculcó la revolución a su hija, un tipo con unos ideales de libertad y de no dejarse de los españoles, me encantaba encarnarlo y fui muy feliz porque no era un personaje de comedia, sino que era un tipo muy introvertido, pero a la vez era un revolucionario impresionante. Entonces lo quiero mucho, me llevó a unos lugares donde nunca había estado, no pensé que yo pudiera lograr una cosa dramática tan profunda.

¿Y cómo fue la experiencia con Narcos?

Increíble. Yo nunca había estado en una producción tan cercana a algo como Hollywood, una superproducción. Fue increíble con los actores que me tocó y la gente que conocí y verse uno al nivel que está, dicho por ellos. Me fue muy bien y la experiencia estuvo muy completa y me lo gocé muchísimo haciendo de caleño que es un acento que a mí me fascina.

En 'El club de los graves', Arango da vida a una exestrella pop que ahora pretende dominar a los talentos del instituto.