La petite artiste (’la pequeña artista’) es el sobrenombre con el cual la artista plástica Camille Gamarra se ha dado a conocer en el mundo artístico. Así también llamó al taller que este año inauguró en el complejo Samborondón Business Center (SBC), en Samborondón. Se trata de un espacio donde Camille propone a su criterio metodologías innovadoras para acercarnos más al arte.

“En cuanto a la enseñanza artística he visto muchísimo que suele confundirse manualidades con arte o no se valora mucho la importancia del arte desde temprana edad y sus beneficios. La idea era crear este espacio donde podríamos cambiar estos conceptos de arte”, explica la artista y educadora de arte con casi 10 años de experiencia.

Camille Gamarra es La Petite Artiste, su nombre artístico y ahora el nombre de su taller de arte para niños y adultos en Samborondón. Foto cortesía. Foto: Cortesía

La Petite Artiste, garabatos que se convierten en joyas de plata

En su taller, que ofrece clases para adultos y jóvenes, Gamarra hace especial énfasis a la iniciación artística de niños, empleando la pedagogía de Reggio Emilia, explica, cuya finalidad es aprender a través del descubrimiento. “Básicamente hacemos proyectos donde los niños proponen los temas de interés y preparan sus preguntas- A través de de la experimentación, contestamos esas preguntas, pero siempre teniendo el arte como un pilar”.

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Por ejemplo, agrega, en una clase para evocar el fondo de la mar, aborda la importancia de cuidar el medio ambiente y el reciclaje. “Los niños reciben mensajes profundos, no solo aprenden a pintar, sino a comunicar sus emociones y sus pensamiento a través de los trazos”.

Los adultos pueden acceder a clases de arteterapia y noches de arte y vino. Foto Cortesía. Foto: El Universo

Los adultos y jóvenes también están redescubriendo el arte con actividades similares, con clases de arteterapia, noches de arte y vino, y tardes creativas, entre otras. “Siempre les recalco que este espacio es para desconectarnos, para aprender a desaprender, para conectar con las emociones y quitarnos ese chip del ‘yo no puedo’... Cuando están ante un lienzo se enfrentan con sus miedos, con sus inseguridades. Aquí nadie los juzga, solo ellos mismos. Eso les permite librarse de prejuicios y disfrutar el proceso artístico”.

Además de esos servicios, hay cursos de pintura, escultura y grabado, así como el servicio de cumpleaños con sesiones de arte para pequeños y grandes.

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El cuarto mágico de la ‘pequeña artista’

La petite artiste no solo quiere atraer al público que busca reconectarse con el arte, a través de su llamativa oferta, sino con sus experiencias lúdicas en su taller. Por eso su fundadora ha creado en sus instalaciones un ‘cuarto mágico’. Se trata de un cuarto oscuro iluminado por luz violeta, donde la pintura fosforescente brilla, con resultados amenos.

Jugando Ando, un espacio interactivo, se presenta como una oferta para los más pequeños de la casa

¡Los niños aman el cuarto mágico de La petite artiste!. Foto Cortesía. Foto: El Universo

“Trato de no limitarnos al papel o a lo cotidiano y en este cuarto siempre hacemos diferentes proyectos. Por ejemplo, en los cumpleaños a veces hacemos máscaras y después nos metemos en este cuarto mágico donde las máscaras brillan. Esto es una experiencia extraordinaria para los chicos”.

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Camille Gamarra promete hacer partícipe a un mayor número posible de curiosos de esta aventura sensorial, adelanta, en una feria en el Teatro Sánchez Aguilar el 12 de julio. “Vamos a poner una instalación artística sorpresa, pero que sí quiero que sepan que este concepto del cuarto mágico va a ir a gran escala allá”.

Arte con visión social

Camille estudió Bellas Artes en Buenos Aires (Argentina), luego en la UEES. Fue una carrera con la que soñó desde que era pequeña, recuerda, aunque no se veía del todo como una artista, pero sí vinculada con el arte. “Yo quería transmitir algo importante o enseñarle a otros comunicarse a través del arte”, cuenta la educadora.

Esta visión se aclaró cuando en un semáforo observó a un grupo de niños callejeros tratando de ganarse la vida, en vez de hacer actividades de acuerdo con su edad, como jugar o estudiar. Cada tarde reunió a estos pequeños para pintar con ellos y así puedan recuperar esa libertad de jugar y crear que les corresponde.

La petite artiste pone a disposición el servicio de sesiones de arte de cumpleaños, para grandes y chicos. Foto Cortesía. Foto: El Universo

“Vi que en sus obras también habían muchas simbologías, mensajes dentro de lo que decían los colores, y las formas. Cuando regreso a Argentina, descubro el arteterapia, y ahí es cuando me hizo ‘clic’”. Finalmente, Camille pudo vincular arte y trabajo social como su vocación.

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Cuando se asienta en Ecuador de una vez por todas, la artista empezó a trabajar en una fundación que llevaba el arte a los niños hospitalizados. “Incluso capacitamos a las madres con talleres para que ellas puedan generar ingresos y poder solventar económicamente los gastos de los niños. Nuestra ayuda iba desde los económico, hasta la parte emocional”.

Los adultos van a aprender a desaprender sus prejuicios sobre el arte y sus exigencias. Foto Cortesía. Foto: El Universo

A pesar de que Camille también se ha involucrado en proyectos privados, ella retomó este tipo de iniciativas luego del terremoto en Pedernales como rescatista. “Hicimos un proyecto que se llamó Aviones de papel, que fue una exposición en una sala de la casa de la cultura alemana en Quito. Los niños sobrevivientes escribía en un avión de papel un deseo o un mensaje para que la gente los pueda ayudar. Las ala estaba cubierta de estos aviones que colgaban del techo, donde los demás podían leer un mensaje y enviarles otro”.

Todas estas experiencias finalmente consolidaron La Petite Artiste, donde Camille Gamarra reafirma su gran propósito en su vida profesional: que el aprendizaje del arte no solo sea técnico o perfecto, sino significativo a nivel emocional.

Camille Gamarra es la fundadadora del taller La petite artiste.Foto Cortesía. Foto: El Universo