La inconfundible voz de Carlos Armando Romero Rodas (1929-2004) fue reproducida en Plaza Guayarte, en donde se llevó a cabo la develación de una escultura de bronce esculpida por el artista plástico Jorge Arias Martínez. El acto se celebró la mañana de este viernes en presencia de autoridades del Municipio de Guayaquil, la Prefectura del Guayas y familiares del recordado radiodifusor.

Figura de Armando Romero Rodas descansa en Guayarte hasta su inauguración

Música, anécdotas, y semblanzas fueron parte de la velada en homenaje a Romero, en la que incluso su nieta Paola Romero interpretó algunos pasillos. Al igual que Fernando Vargas con el trío del Museo de la Música Popular, la Banda Municipal de Música y otros artistas que se dieron cita en el lugar.

Paola Romero (i), nieta de Carlos Armando Romero Rodas, interpretó algunos pasillos en Plaza Guayarte, donde fue develada la escultura de radiodifusor.

Aquiles Rigail, doctor en jurisprudencia y quien conoció a Romero, dijo que la vida difícil del radiodifusor templó su ánimo y que nunca relacionó Radio Cristal con la política, pese a las distintas propuestas de Assad Bucaram.

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Ricardo Romero Rivas, actual director de Radio Cristal e hijo de Carlos Romero, dijo que fue testigo de las tertulias que su padre sostuvo con Julio Jaramillo. Además reveló algunos secretos familiares. “Mi padre era de almorzar tempranito… le gustaba el café bien caliente, el bollo y la gaseosa bien helada”, dijo frente a un grupo de personas que guardan un cariño por esta leyenda nacional.

Su discurso lo acompañó con un extracto de la tradicional despedida de año que Romero Rodas hacía cada 31 de diciembre, en sus últimos minutos. Pero la nostalgia subió de nivel cuando desde los parlantes del lugar emergía la infaltable canción que Radio Cristal reproducía a las 07:30. “Él era temático con la hora, siempre estaba pendiente de dar la hora a sus oyentes”, dijo Ricardo Romero en diálogo con este Diario.

Ricardo Romero Rivas durante la develación de la escultura de Carlos Romero Rodas. Foto de Ronald Cedeño. Foto: El Universo

Dijo estar feliz por la escultura que recordará a las nuevas generaciones su legado. “Van a tener el placer de posar con CARR (las siglas de su nombre)”, expresó entre risas el también radiodifusor.

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“Es un reconocimiento a esa inmensa carrera que nunca se desvió a lo político y que tuvo como norte el pueblo de Guayaquil y el Ecuador”, añadió.

Sostuvo que la misión de la emisora es mantener la esencia de su fundador. “El ser el vocero de las necesidades de su pueblo... y no dejar ese norte que nos dejó don Armando Romero de hablar con rectitud y con responsabilidad”, mencionó.

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Y es que para él “donde hay un ecuatoriano hay un cristalino”.

Al lugar también acudió Inés Rivas Ronquillo de Romero, quien fue esposa del radiodifusor. Ella emplea tres palabras para referirse a él: humano, sencillo y alegre. “Era un hombre muy desprendido de todo, le gustaba ayudar a todas las personas que necesitaba. Era muy entregado a su trabajo”, describe Rivas en conversación con este Diario.

Cuando se le consulta si le enojaba que el padre de sus hijos dedicara tantas horas a la radio, responde: “Yo sabía cómo era él... y siempre lo apoyaba”.

Sostiene que Romero prefería recibir el nuevo año en la cabina porque le huía a la bulla de las calles. “Temía que la llanta del carro se pinchara con algún desperdicio (de la quema de los monigotes)”, cuenta.

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“Nosotros celebrábamos al día siguiente fin de año... era una reunión muy alegre en la que pasábamos con nuestros hijos y a él siempre le gustaba escuchar su música ecuatoriana”, recuerda Rivas.

Escultura de Carlos Armando Romero Rodas fue develada esta mañana en Plaza Guayarte. Foto de Ronald Cedeño. Foto: El Universo

Afirma que ya se había acercado a ver la escultura antes, pues está instalada desde el 2020 en la plaza, y confiesa que cuando la vio por primera vez la invadió un mar de emociones. “Sentí una emoción muy fuerte, me dio nostalgia”.

La escultura de Carlos Armando Romero Rodas se encuentra a la altura de la avenida Carlos Julio Arosemena (frente a la Universidad Católica de Guayaquil). Está instalada sobre una banca, para que las personas puedan sentarse a tomarse fotos con él. La réplica de bronce conserva sus pobladas cejas y bigotes, su sonrisa contagiante y su infaltable reloj, con el que compartía la hora todos los días en Radio Cristal. (I)